Michael Jordan juega golf junto a Bill Murray y Stan Podolak (Wayne Knight). Está atormentado por los malos resultados de su intento por dedicarse al béisbol profesional, pero no pretende rendirse fácilmente. Al dar por finalizada la jugada, posa para una foto, pero cuando Stan hace click y dispara el flash, Michael desaparece repentinamente sin dejar rastro.
El conocido jugador de básquetbol de los Chicago Bulls, anunció -por primera vez- su retiro de la NBA en octubre de 1993, tras el asesinato de su padre. Durante dos años decidió dedicarse al béisbol, deporte en que probó suerte en los equipos Chicago White Sox y Birmingham Barons, pero sin lograr llenar ese vacío que sentía, en marzo de 1995 anunció su retorno al básquetbol.
No sería fácil. “Pasé 15 meses convirtiendo mi cuerpo en un cuerpo de béisbol. El básquetbol tiene más hombros y más pectorales. Tuve que reconstruir todo mi cuerpo, lo que fue difícil”, dijo Michael Jordan en la docuserie sobre su vida The Last Dance, disponible en Netflix.
Desde aquel anuncio, Michael Jordan se dedicó exhaustivamente a entrenar y recuperar el ritmo que lo tuvo en la cima. Pero no fue lo único a lo que dedicó sus días. En agosto de 1995, comenzó a visitar de lunes a sábado -de 7 am a 7pm- los estudios Warner Brothers.
Michael Jordan firmó contrato para protagonizar la cinta Space Jam, una cinta amalgama de animación y live action, en la que el deportista es secuestrado por los Looney Tunes, quienes desesperadamente le piden ayuda para vencer a unos extraterrestres en un partido de básquetbol.
Sí, esa es la trama de la película.
“Él sabía que Space Jam no era tan importante como sí lo era volver a jugar básquetbol al nivel que él quería jugar. Y mientras filmaban, volvió a trabajar”, relató Phil Jackson, entrenador de los Chicago Bulls entre 1989 y 1998.
Jackson trabajó con Jordan en un comienzo como entrenador asistente y desde 1989 -hasta el primer retiro de Jordan en 1993- como entrenador. Lo conoció de cerca, por lo que tenía razón en su diagnóstico.
“Necesito practicar. Necesito un lugar donde poder entrenar”, dijo Michael Jordan a la producción de Warner Bros, según él mismo recordó en conversación con The Last Dance. “No te preocupes, te lo construiremos”, le respondieron.
Dicho y hecho, el estudio cinematográfico construyó un gran domo que en su interior tenían todo tipo de máquinas y una cancha de básquetbol que le permitía a Jordan entrenar a gusto junto a su coach, Tim Grover.
“Teníamos el domo Jordan. Era como un gimnasio profesional. Fabuloso“, dijo Joe Pytka, director de Space Jam, reconocido por dirigir videos de Michael Jackson como “Bad” y “The way you make me feel”.
Según el relato de Jordan. El trabajo en la película comenzaba a las 7 am, de lunes a sábado. Tenía un descanso de 2 horas -que no era tal, ya que entrenaba antes de volver a grabar-, y al finalizar, cerca de las 19 horas, jugaban partidos informales con estrellas del básquetbol que invitaban al set.
“No sé cómo [Jordan] lo hacía. Cómo filmaba todo el día y luego tenía la energía de jugar tres horas. Jugábamos hasta las 9 o 10 de la noche. Después debía seguir haciendo pesas, y al día siguiente volver a filmar a las 6-7 am. No sé cómo lo hizo. Era como un vampiro”, dijo Reggie Miller, jugador de Indiana Pacers entre 1987 y 2005.
Según explica B.J. Armstrong, ex jugador de los Chicago Bulls, tenían la idea de invitar a los mejores de la NBA para que así Michael pudiera entrenar y a la vez conocer a sus rivales. “Se volvió como una moda. Todos querían venir al estudio de Warner Brothers para jugar contra Michael Jordan”, dijo Armstrong sobre las jugadas en las que participaron grandes como Juwan Howard y Dennis Rodman, entre otros.
“Jugaba contra talentos jóvenes, llenos de energía y tenía que sacar mi talento a flote nuevamente”, dijo Michael Jordan en el documental disponible en Netflix.
Curiosamente, Jordan habla de ese periodo tomando una parte fundamental de la película -también disponible en la gran N-, ya que los extraterrestres que amenazan a Bugs Bunny y compañía, tomaron el talento de destacados jugadores, para ellos convertirse en bestias de aquella disciplina.
Y quienes sufrieron el robo de sus habilidades eran jugadores reales: Charles Barkley, Patrick Ewing, Shawn Bradley, Larry Johnson y Muggsy Bogues.
Ya sea por el encanto propio de Bugs Bunny, el Pato Lucas, Lola Bunny, Silvestre, Piolín, el Coyote y Correcaminos, y tantos otros; o porque The Last Dance semanalmente estrena episodios nuevos con Michael Jordan bajo las luces, Space Jam está entre lo más visto de Netflix en Chile.
Su lección respecto al talento sigue vigente, y siempre lo estará: lo más importante, para lograr lo que sea, es creer en uno mismo.