Claudio Tolcachir, director de teatro argentino: “Esto derivará en el futuro en la enorme necesidad de hacer teatro”

Tercer cuerpo
Tercer cuerpo (2008), una de las obras de Claudio Tolchachir que se presentará en el ciclo de Fundación Teatro a Mil.

El dramaturgo y realizador habla desde Buenos Aires sobre cómo ha enfrentado la crisis por la pandemia con su teatro, escuela y compañía Timbre 4. En agosto Teatro a Mil presentará de manera online cuatro de sus obras.


Desde que se instauró la cuarentena en Argentina el pasado 20 de marzo, el director Claudio Tolcachir, fundador del teatro, escuela y compañía Timbre 4, ha buscado la forma de llegar al público. “Nunca surgió la idea de parar, todos estábamos de acuerdo en continuar porque queríamos hacerlo, porque es nuestra fuente de trabajo, y la idea es tratar de atravesar la tormenta con todos los que podamos arriba del barco”, cuenta.

Bajo esa premisa, además de tener que adaptarse a la modalidad de clases online, durante los últimos dos meses han puesto a disposición más de 50 obras nacionales e internacionales en su sitio web, de las que disfrutó tanto el público abonado como aquellos que realizaban aportes a la gorra.

En agosto, dentro del Ciclo de Otoño Internacional, organizado por la Fundación Teatro a Mil, se presentarán de manera online cuatro obras de Claudio Tolcachir: Tercer cuerpo (2008), El viento en un violín (2011), Emilia (2013) y Dínamo (2015). “Siempre el Santiago a Mil fue compañero, coproductor, de los que creen, empujan y contienen. Así que el que las obras se compartan allá para que el público las pueda disfrutar, para mí es una fiesta”, dice Tolcachir.

¿Le acomoda el formato online?

La verdad es que no sé si es una buena o mala alternativa, por ahora es la única que tenemos. No es que a mí me dé alegría no ir a nuestro teatro y hacer funciones. Creo que todos los que estamos haciendo esto, lo hacemos como una forma de espera. Mientras tanto, creo que sí se están dando cosas positivas, la creatividad, la imaginación de propuestas nuevas y muchísimo diálogo. Seguramente todo esto derivará en el futuro en una enorme necesidad de hacer teatro, de encontrarnos y de volver a ocupar esos espacios.

¿Cuál ha sido el mayor impacto para el teatro argentino desde que inició la pandemia?

El mayor impacto, por supuesto, es económico. En el caso mío y de todo Timbre 4 sí estamos trabajando, dando clases y estamos en actividad, pero el perjucio económico es inmenso. Nosotros lo que decidimos es que nuestra responsabilidad son los sueldos de todos los que trabajan en Timbre 4, que son muchos, profesores, administración, mantenimiento, limpieza, comunicación, mucha gente que organiza su vida económica alrededor de un espacio así. Lo hacemos con las cuotas de los alumnos, con el aporte del público y con nuestros propios ahorros. Sabemos de salas y escuelas de teatro que no se han podido reconfigurar y están cerrando, lo cual es muy doloroso.

Como gremio teatral en Argentina, ¿han recurrido a las autoridades de Cultura para pedir apoyo?

Nos hemos organizado para armar protocolos y pedir subsidios. Nos han escuchado, pero por supuesto es mucho el espacio a cubrir. Los subsidios son una parte muy pequeña en relación a los gastos que tenemos nosotros para mantener el espacio. Sabemos que estamos en un país que sufre una crisis económica anterior a esta situación de pandemia y cuarentena, por lo que las herramientas del Estado también son muy pocas, pero bueno, creo que también es importante insistir para que nadie se quede fuera del barco.

Entre las transmisiones de obras ya grabadas y otras creadas para plataformas como Zoom, ¿cuál considera más efectiva?

Creo que compartir obras filmadas es algo interesante porque el público sabe que lo que está viendo es teatro filmado y espía esa posibilidad. Luego se están haciendo experiencias de transmisión en vivo, lo cual me parece que también es interesante. Yo celebro que cada uno tenga los medios posibles como para poder hacer lo que se le ocurra y más. Por mi parte, creo que es interesante poder compartir procesos de ensayo, de creación o de escritura. Creo que nunca estuvo más necesitada la gente de encontrarse que ahora.

¿Cómo visualiza el funcionamiento del teatro post pandemia?

No lo sé. La verdad es que dependemos mucho de factores externos. Creo que los teatros experimentales, los espacios pequeños como el nuestro tendrán una cierta posibilidad y flexibilidad para poder hacer experiencias. El teatro independiente va a tener la posibilidad de abrir el camino para que vuelva el movimiento, la gente pierda el miedo y se vuelva a encontrar en un teatro. La situación es compleja, pero tenemos que entender la dimensión de lo que está pasando. Estoy seguro de que todos los que amamos hacer teatro volveremos desesperadamente a los teatros, y estoy seguro de que también hay un público que lo ama de la misma manera, y que allí estará.

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