No faltaron quienes los criticaron por su exceso de simplismo, por su positividad casi ingenua o por echar mano a estribillos que parecían extraídos del slogan de un comercial. Y tenían algo de razón: Pau Donés fue siempre un tipo optimista, un artista que no se rebuscaba demasiado a la hora de componer y que encontró su primer éxito internacional con Jarabe de Palo en 1996 gracias a un spot publicitario de una marca de cigarrillos que utilizó parte de su canción La flaca. Fue el comienzo de una carrera que se extendió por un cuarto de siglo y que terminó hoy con la muerte de Donés, tras cinco años batallando contra un cáncer de colon.
Su partida ha impactado al mundo del espectáculo hispanoamericano, a sus compañeros de profesión en España y a la mayoría de aquellos que desde mediados de los años 90 alguna vez escucharon éxitos como Depende y Bonito. Himnos dedicados al lado bueno de todo lo malo del mundo que también pegaron con fuerza en las radios chilenas -con los que el grupo aragonés llegó al Festival de Viña en 2004- y que hoy, en medio del caótico 2020, han cobrado una nueva vigencia e invitan a la nostalgia pre-pandémica. “A esos veranos en los que éramos invencibles y todo estaba por hacer”, dijo hoy el cantautor madrileño Ismael Serrano para despedir a uno de los colegas más queridos de la escena española.
Fiel a su estilo, Donés alcanzó a despedirse con otra de sus piezas para celebrar el presente y la amistad. Tras publicar el mes pasado Tragas o escupes, el décimo álbum de Jarabe de Palo, que según han comentado sus cercanos adelantó su lanzamiento por intuición del propio líder del conjunto, la banda presentó hace dos semanas el videoclip de Eso que tú me das, otro manifiesto a la vida y desde hoy el mensaje de despedida del cantante.
Extremadamente delgado y aparentemente falto de su tradicional energía vital -se dice que no pudo bailar todo lo que hubiese querido durante la grabación del clip y prefirió estar sentado- en el video Donés se las arregla para moverse y cantar junto a sus compañeros, un grupo mariachi y su hija Sara un par de ideas edificantes y esperanzadoras en torno a la amistad y la empatía que quedarán para la posteridad.
“Por todo lo que recibí, estar aquí vale la pena. Gracias a ti seguí remando contra la marea. Por todo lo que recibí ahora, sé que no estoy solo. Ahora te tengo a ti, amigo mío, mi tesoro. Así que gracias por estar, por tu amistad y tu compañía. Eres lo mejor que me ha dado la vida”, dice en uno de sus pasajes.
Diagnosticado con cáncer en 2015, el músico tuve mejoras y recaídas en estos cinco años aunque siempre se esforzó por normalizar la enfermedad, visibilizar su proceso y participar de diversas instancias musicales en la medida que sus fuerzas se lo permitían. Además de los éxitos radiales y su popularidad indiscutida, sus colegas cercanos y la prensa hispana siempre destacaron su humildad y espíritu colectivo.
De hecho, se le podría considerar uno de los pioneros en el mestizaje musical de este siglo y en la lógica de los “featurings”, como quedó reflejado en De vuelta y vuelta (2001), el tercer disco de Jarabe de Palo, con invitados como Celia Cruz y raperos como el italiano Jovanotti y el puertorriqueño Vico C, ícono del proto-reggaetón en la isla.
Otra anécdota sintetiza su falta de egoísmo y su visión colaborativa: en 2004, Alanis Morissette vio el video de Bonito y le gustó tanto la idea que contactó a Jarabe de Palo para repetir la idea en su clip de Everything. Se dice que Donés le cayó tan bien a la canadiense que lo terminó invitando al rodaje, como se aprecia en el registro final.
Tras varios años de batalla, en enero de 2019 decidió retirarse de la música para poder estar más tiempo con su hija, con un emotivo video donde agradeció a sus fans la oportunidad "de haber formado parte de la banda sonora de vuestras vidas", al tiempo que prometió volver.
Y así lo hizo: en marzo pasado reapareció para cantar desde su balcón -como atestiguan diversos videos en su Instagram- e iluminar momentáneamente el peor momento de la pandemia en España. Como siempre, con un mensaje cargado de esperanza y que vaticinaba lo que venía: “Cambié canciones por amor y libertad, mientras pensaba en volver a ser cantante. Vuelvo hoy para quien quiera escucharme, vuelvo hoy mientras el cuerpo aguante, vuelvo hoy por mi gente, vuelvo y aquí pienso quedarme para siempre. Vuelvo porque de nuevo la música a mi cabeza ha vuelto (...) Vuelvo porque pisar el escenario es en lo único que pienso. Vuelvo a hacer lo que siempre he querido hacer".