Así son los fenómenos del streaming: un día el mundo ignora la existencia de dos actores europeos y al día siguiente las búsquedas se disparan, sus cuentas de Instagram elevan sus seguidores y figuran convertidos en la última sensación del espectáculo.
El italiano Michele Morrone y la polaca Anna Maria Sieklucka viven tal euforia desde el domingo, al centro de un éxito no tan distinto al que experimentó el elenco de La casa de papel a fines de 2017 o, a menor escala, el de la también española Toy boy hace unos meses. Una novedad del catálogo de Netflix que de pronto, a un par de días de su arribo, millones de usuarios están viendo al mismo tiempo.
Titulada 365 Dni (365 days), la película que los tiene como protagonistas se presenta como una 50 Sombras de Grey en territorio europeo, hablada en inglés, polaco e italiano. Sieklucka interpreta a Laura, una mujer de negocios que llega junto a su pareja a Sicilia para celebrar su cumpleaños 29. Y Morrone a Massimo, un líder de la mafia local que materializa su obsesión de años por ella y la droga y captura. Le asegura que pasarán un año completo juntos y que en ese tiempo se enamorará de él, mientras no hará nada si su consentimiento.
A lo largo de los meses juntos –spoilers a continuación–, viajarán a Roma, él la amarrará y obligará a ver cómo tiene sexo con otra mujer, la llevará de compras y le revelará un plan perfectamente estructurado para que su secuestro no desate preocupación en su familia. Toda una fantasía softcore de dos horas basada en el primer libro de la trilogía de la autora polaca Blanka Lipinska, todavía inédita en español e inglés (si el primero es 365 Days, los restantes se titularían en inglés This day y Another 365 days).
Desde su llegada a Netflix este domingo, la película es lo más visto tanto en Estados Unidos como Chile y otros puntos de Latinoamérica –por sobre 13 Reasons why, que estrenó su ciclo final el viernes, o la docuserie Jeffrey Epstein: Filthy rich–, desatando fascinación entre quienes la ven compulsivamente y rechazo en quienes observan consternados cómo la historia retrata el síndrome de Estocolmo de la protagonista, más temprano que tarde aceptando el destino que definió su captor.
Rodeada de comentarios negativos por parte de la crítica y bautizada como una “versión altamente cuestionable de La bella y la bestia que logra ser aún más regresiva que el cuento de hadas” por Variety, el filme de los directores Barbara Bialowas y Tomasz Mandes también ha generado polémica por una escena de abuso sexual. Según el medio, la cinta cae en “una de las más antiguas, falsas y más irritables excusas de una violación: que no puede ser una violación si parece que después del hecho ella ‘lo disfrutó’”.
El éxito de 365 Dni entre el público no es nuevo. En Polonia se estrenó en los cines a inicios de año y recaudó cerca de US$ 9 millones, para luego saltar al streaming en algunos países durante mayo, y dejar entreabierta la puerta a la adaptación de los siguientes tomos de la obra de Lipinska. Una fuente de inspiración que, tal como la escritora E. L. James con la trilogía fílmica de Grey, puede ser el perfecto encuentro entre detractores y fans, aunque ahora en la era MeToo.