El bolero, el vals peruano, la balada de cáscara rockera y alma AM, la canción con brújula hacia el México que llora y sufre: todo ello y más integran la genética creativa de Demian Rodríguez, una de las voces responsables de rescatar el catálogo más tradicional de la música chilena en la última década y que ha acumulado elogios tanto por sus dos discos como por sus presentaciones en vivo.
Santos inéditos (2012) y el homónimo de 2016 son parte de su equipaje discográfico; por este último de hecho ganó el premio Pulsar al Mejor cantautor esa temporada.
Su primera entrega llegó a Spotify el pasado 10 de julio, como una reivindicación de un título que por años se difundió de boca en boca, remitido a una edición física limitada, propia del circuito subterráneo en que Rodríguez se movió en la primera etapa de su trayectoria.
Una etiqueta que de a poco ha ido cambiando, ya que el artista se ha comenzado a acercar a vitrinas más estelares: fue incluido en el libro mexicano Creadores en aislamiento, donde 140 autores de las más diversas latitudes cuentan cómo han enfrentado esta pandemia.
De todo ello hablo en Sesiones íntimas de Culto, el espacio de música y conversación que se emite por el Facebook y la web de La Tercera y Culto. El artista también interpretó algunas de las composiciones más reconocidas de su repertorio, incluyendo su personal tributo a Juan Gabriel.