La famosa imagen que muestra a Gustavo Cerati entre un tumulto de gente en un vagón del Metro de Santiago, fue publicada en febrero de 1994 en el suplemento Zona de Contacto de El Mercurio.

Observando la cámara, con mirada desafiante y una sonrisa a medias, el entonces ex líder de Soda Stereo se movía en uno de los medios de transporte público más utilizados de Chile, país que se había convertido en su segundo hogar tras establecer su residencia en Providencia junto a Cecilia Amenábar y los hijos del matrimonio: Benito y Lisa.

El calor se adueñaba de la capital y era aún mayor al interior del Metro, pero el hombre de “Te llevo para que me lleves” eligió el recorrido entre estación Tobalaba y Santa Lucía —en la línea 1— para tomar unas cuantas imágenes a cargo del fotógrafo Javier Godoy.

“Le preguntamos con bastantes dudas si estaba disponible para ir al Cerro Santa Lucía —era todavía la estrella de la banda Soda Stereo— y solo nos contestó ‘Vamos’”, recordó Godoy, según El Gran Libro del Metro de Santiago (Felicidad, 2016).

“Se lo tomó con muy buen humor. Nos fuimos caminando desde su casa hasta la estación Tobalaba. Eran alrededor de las cinco de la tarde de un día de semana. Cerati se subió al tren como si nada y nadie, o casi nadie, lo reconoció”, dijo el fotógrafo que apostó por un lugar público —e histórico para Chile— para retratar al artista que hace menos de un año había lanzado su debut en solitario: Amor Amarillo.

Pero antes de llegar al anteriormente denominado “Cerro Huelén”, Godoy decidió no desperdiciar lo que estaba viendo: “Calculé que disponía de un máximo de quince minutos hasta llegar a Santa Lucía, no tenía margen para errores, así que saqué la cámara al tiro. Cerati posaba espontáneamente. Sin que Julio ni yo se lo sugiriéramos se sacaba el chicle de la boca, hacia gracias, ponía caras...”.

El resultado fue una serie de fotografías que muestran a la voz de Soda posando como si estuviera en una suerte de trance del que nadie más toma conciencia. Una de ellas —la emulada por su hijo Benito Cerati 24 años después— fue utilizada para acompañar su entrevista en Zona de Contacto, extinto suplemento de El Mercurio.

Gustavo Cerati en el Metro de Santiago

La conversación entre el cantautor argentino y el comunicador Julio Osses —recopilada en el sitio paniko.cl— fue realizada en la casa de los Cerati-Amenábar. En ella Cerati dijo que si Buenos Aires era “La ciudad de la furia”, “Santiago para mí representa la calma. Me resulta un lugar muy amable, sobre todo por la relación con la gente en la calle. Reconozco, eso sí, que este entorno familiar de hijo y pareja te da un bienestar especial…”.

Gustavo Cerati en el Metro de Santiago
Gustavo Cerati en el Metro de Santiago

Según rescata el libro con diversas historias del metro capitalino, Godoy recuerda casi de memoria una frase en particular del hombre de “Crimen”.

“Santiago me resulta un lugar muy amable, sobretodo por la relación con la gente en la calle”, dijo el músico, “el argentino, cuando te aborda para algo, sobretodo si eres un personaje público, es terriblemente irrespetuoso. Se caga en todo y te dice: ‘Ché, firmame un autógrafo’, así te agarren en la mitad del tallarín. Acá es al revés. Hay una timidez respetuosa, que no sé cómo llamarla, pero me encanta”.

Javier Godoy narró una situación que dio la razón al fallecido cantante argentino. “Cerati pisó el andén y se pasó al otro coche. En eso, se me acercó una niña y me dijo: ‘¡Es Gustavo Cerati! Dile que lo amo’, me pidió. Se había quedado como paralizada al verlo y ni siquiera se le acercó. Cerati tenía razón al hablar de esa timidez respetuosa del público chileno”.

Gustavo Cerati en el Metro de Santiago
Gustavo Cerati en el Metro de Santiago
Gustavo Cerati en el Metro de Santiago