“Con un despliegue escénico nunca antes visto en el país, desfachatado y provocativo, y un catálogo que cruzaba géneros musicales, Cecilia se convertiría en un símbolo de independencia y empoderamiento para las mujeres”.
Con aseveraciones como esa el colectivo La Matria Fest sustenta la postulación que el lunes presentó formalmente al Ministerio de las Culturas, sellando así la candidatura de Cecilia Pantoja Levi al Premio Nacional de Artes Musicales 2020. Un proceso que se definirá en las próximas semanas y en base al criterio de un jurado especializado, que en un máximo de 30 días deberá definir al ganador del mayor reconocimiento que otorga el Estado de Chile a la obra de un artista nacional.
Tal como ha sido su propia carrera artística, la candidatura de Cecilia al Premio Nacional tiene algo de quijotesco y rupturista: de los 27 ganadores en la categoría musical que ha visto el Premio Nacional de Arte, desde su creación en 1945, sólo dos han sido representantes de la música popular o folclórica: Margot Loyola en 1994 y Vicente Bianchi en 2016. Todo el resto fueron creadores ligados al mundo docto o clásico, el ámbito que históricamente se ha impuesto en el criterio del jurado.
En ese sentido, la irrupción de la gran figura de la Nueva Ola chilena en el camino al Premio Nacional también tiene algo de “incomparable”, haciendo alusión al apodo que la cantante de Tomé se ganó tras publicar su segundo LP en 1965. Y es que en estos 75 años sólo tres mujeres han obtenido el reconocimiento al que hoy ella postula: Elvira Savi Federici (1998) y Carmen Luisa Letelier (2010), además de Loyola. Ni siquiera Violeta Parra fue distinguida con el galardón del Estado chileno.
“Nuestro objetivo número uno es darle visibilidad al trabajo de las mujeres, músicas y en general a todas las que trabajamos en el ecosistema de la industria musical. Por eso, cuando salió la primera nómina de postulantes al Premio Nacional, y eran solo hombres, nos preguntamos qué podíamos hacer para generar la candidatura de una mujer”, explica Martina Valladares, directora ejecutiva de La Matria, el colectivo feminista que lidera la postulación de Pantoja.
A la campaña se sumaron otras agrupaciones como Ruidosa y la Red de Trabajadoras de la Música, Mujeres y disidencias (TRAMUS), además de las 12 mil firmas de personas que apoyan la candidatura de la intérprete de Baño de mar a medianoche.
Para La Matria, parte importante de esta nominación responde también al carácter pionero de Pantoja a la hora de derribar estereotipos de género y a cómo su obra sintoniza con las demandas feministas actuales. “Ella en los años 60 hacía cosas que mujeres en la industria musical no estaban haciendo, como ocupar el pelo corto y pantalones. Creemos que esa vanguardia, esos códigos performáticos transgresores, hacen que Cecilia resuene hasta el día de hoy y siga vigente”, explica Valladares.
“Me siento muy feliz y honrada de participar en este proceso tan importante para el arte nacional”, comenta la cantante a La Tercera. “Estar inmiscuida en ello es algo fantástico y que sea lo que Dios quiera. Poder ver este nivel de apoyo de la gente en vida es maravilloso”.
Ahora la última palabra la tiene el jurado, que integran los compositores Juan Allende Blin (Premio Nacional 2018), Carmen Luisa Letelier (2010), Andrés Maupoint, la ministra de las Culturas Consuelo Valdés, el cantor y músico Rodomiro Huanca y los rectores Ennio Vivaldi, de la U. de Chile y Alirio Bórquez, de la U. Católica de Temuco.
La competencia es dura: además de Cecilia, la lista de postulantes la integran -entre otros- Patricio Manns, Horacio Salinas, Alejandro Guarello, Luis Orlandini, Guillermo Rifo, Gabriel Brncic, Roberto Bravo, Hernán Ramírez y otra mujer: la soprano Nora López. El ganador recibirá un diploma, $6.576. 457 (reajustados según el IPC) y una pensión vitalicia mensual de 20 UTM.