Suelen desplegarse en varias salas simultáneamente y también en la calle donde miles de personas se reúnen en torno a un espectáculo. Es el sello de los festivales teatrales del verano, los que debido a la pandemia se enfrentan al desafío de plantear nuevas modalidades para sus próximas ediciones.
Lo digital llegó para quedarse y es una de las modalidades seguras que todos los festivales van a desarrollar. Así lo comenta Jorge Moreno Frías, representante de la Red de Festivales de Chile, que agrupa a más de 22 encuentros teatrales: “Hoy día en la red estamos pensando en las plataformas y su calidad. Creemos que la diferencia, más allá de los contenidos va a estar en la calidad de las plataformas. A eso estamos apostando todos. Por ahora no tenemos ninguna seguridad de poder hacer un festival presencial”.
Entre el 3 y el 24 de enero de 2021 se realizará Santiago a Mil, el festival organizado por la Fundación Teatro a Mil. La idea es hacerlo en forma virtual, presencial con aforo reducido e incluso a través de transmisiones en medios de comunicación. Además, el encuentro tendrá foco en la creación nacional y el trabajo colaborativo con las compañías.
“Estamos trabajando mucho más de la mano con los creadores, el trabajo del teatro es colaborativo, por lo tanto a través de estos medios digitales tenemos la posibilidad hoy de estar más unidos que nunca”, dice Carmen Romero, directora de Santiago a Mil.
Tomando en consideración las medidas sanitarias que tendrán que adoptar, desde Santiago a Mil apuestan a reconvertir sus actividades de calle. “Desde lo ancestral del radioteatro en vivo hasta intervenciones que cambian nuestro cotidiano como un viaje con App Recuerdos que presentamos hace cuatro años”, ejemplifica Carmen Romero.
Otro de los festivales de la temporada es el Santiago Off, que el próximo año cumple una década.
“Vamos a adaptar los formatos a las condiciones y ver si es posible lo presencial y lo virtual. Pensamos desarrollar el festival porque creemos súper importante que la plataforma y la misión de lo que propone el Santiago Off es la circulación y la democratización de las artes escénicas, esté presente en este tipo de circuitos”, explica Claudio Fuentes, director de Santiago Off.
Desde el festival valoran la experimentación en estos formatos que logran ampliar la audiencia. “Hoy la virtualidad nos permite extendernos al territorio nacional, incluso al extranjero, sobre todo con contenido académico como con Escuela Off o el Encuentro de Programadores Internacionales que se realiza cada año”, añade Fuentes.
A cielo abierto
Del 15 de enero al 7 de febrero tendrá lugar Cielos del Infinito, el festival más austral del mundo. El encuentro, con sede en Punta Arenas, planteará su próxima edición como “un lugar de experimentación de formatos”, además de contar con un foco regional y nacional.
Si bien estaba programado para octubre próximo, el festival apuesta por lo semipresencial para su edición de enero. La organización cuenta con un terreno donde podrían adecuarse según las medidas que deban tomar. “El terreno para nosotros se vuelve fundamental porque nos da la posibilidad de hacer acciones al aire libre y nos permite ser autónomos”, dice su director, Antonio Altamirano.
Mientras, trabajan en iniciativas virtuales que conectarán con la edición de enero. Entre ellas está Escena Paralela, un espacio de cocreación con artistas regionales y nacionales para pensar en proyectos presenciales para el encuentro que tendrán en 2021. El próximo 29 y 30 de agosto, el colectivo LasTesis presentarán un adelanto virtual a través de las redes del festival.
Si los programadores de Quilicura Teatro Juan Radrigán se paseaban de sala en sala en esta época viendo obras para incluir en su programación, hoy trabajan de manera distinta
“Estamos yendo a las salas virtuales y además estamos haciendo una selección de obras de Radrigán de inicio de los 80, para ver si podemos tener lecturas dramatizadas”, adelanta Mauricio Novoa, director ejecutivo de la Corporación Cultural de Quilicura.
El festival está programado para ir del 4 al 31 en modalidad presencial y digital. Además se baraja la opción de auto teatro. Así también aquellos espectáculos que puedan montar presencialmente se adecuarán para que a través de las plataformas puedan llegar a más público. “Una de las ideas es usar un domo que tenemos para hacer obras y que eso se transmita en streaming. Porque nuestra idea no es que el festival se transforme en un foco de infección”, añade Novoa.