Murió Juliette Gréco, reina de la chanson, a los 93 años

Juliette Gréco
Juliette Gréco

Ícono reconocible del París de la posguerra y de la vida cultural aparecida en el barrio de Saint-Germain-des-Prés, la cantante y actriz fue una figura capital de la chanson francesa.


Su vida simboliza un resumen de la vida intelectual y artística en el París de toda la segunda mitad del siglo XX. Se rodeó de filósofos, escritores y pintores, y los mayores compositores le cedieron sus canciones para que las inmortalizara.

Cuando Miles Davis vio a Juliette Gréco entre el público selecto que había ido a su primer concierto en París, el año 1949, en el que también tocaba Charlie Parker, el estadounidense no pudo reprimir la fascinación que le provocó su presencia —"largo cabello negro, un rostro hermoso, menuda, estilizada", según la describió en su autobiografía—. El trompetista preguntó quién era. “Es una de esas existencialistas”, le respondió un amigo. Por entonces, era la descripción habitual para identificar a esa joven que se codeaba con filósofos, artistas e intelectuales. Al concierto, había ido acompañada de Pablo Picasso y Jean-Paul Sartre.

Pero Gréco era mucho más que la musa de los existencialistas. Se había elevado como uno de los íconos reconocibles del París de la posguerra y de su vida cultural renacida tras la derrota de Hitler, donde el cabaret sobrevivía en paralelo con el jazz.

Tenía apenas 22 años cuando despuntó como cantante de voz dulce y una capacidad extraordinaria para transmitir emociones. Davis cuenta que inmediatamente se gustaron, fueron amantes y vivieron unos meses apasionados en ese París irrepetible, hasta que él debió regresar a Nueva York.

Juliette Gréco
Juliette Gréco

Por entonces, Gréco vivía en el hotel La Louisiane, a orillas del Sena, centro de la nueva bohemia, a donde se había trasladado desde el sur de Francia. Allí se empezó a relacionar amistosa y laboralmente con los escritores Boris Vian y Anne-Marie Cazalis. Hablaban de poesía, de música, de filosofía, y agitaban la noche en cabarets donde ya empezaba a interpretar canciones.

Así comenzó un recorrido que la tendría como una figura capital de la chanson francesa, en la línea de Brassens y Brel, pero también en la de Édith Piaf y Charles Aznavour.

Su fallecimiento

La muerte de Juliette Gréco a los 93 años fue informada por su familia a la agencia AFP.

“Juliette Gréco murió rodeada de sus familiares en su amada casa de Ramatuelle (sureste de Francia). Su vida fue extraordinaria”, reza el texto.

En 2015, la cantante había dado una gran gira de despedida, durante la cual festejó sus 89 años sobre el escenario del Théâtre de la Ville, el mismo en el que había tenido en 1968 su éxito más grande, el pícaro “Deshabillez-moi” (“Desvísteme”).

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