Sexo, drogas y rock n' roll. Es la tríada que ha caracterizado a los más rudos de la música. El desenfreno sobre y bajo el escenario, es un estilo de vida que no todos logran sobrellevar con el paso de los años.

Algunos se retiran a medio camino, y otros se ven derrotados por el rendimiento de sus propios cuerpos, incapaces de soportar increíbles cantidades de estimulantes, sustancias recreativas, o terribles accidentes que ningún humano podría prever.

Las voces e instrumentos de varios artistas dejaron de sonar entre extrañas circunstancias, vuelcos del destino, casos sin resolver y mitos que se fueron urdiendo con el paso de los años. En Culto recopilamos algunas de las historias más sórdidas que se llevaron a estrellas de rock a la tumba.

Brian Jones

Es uno de los miembros del ‘Club de los 27’ que mencionábamos anteriormente. Brian Jones fue fundador de los Rolling Stones junto a Mick Jagger y Keith Richards, por allá en 1962. Si bien era el principal instrumentista del conjunto rock, en junio de 1969 abandonó la banda tras un largo de periodo de rencillas entre sus colegas -ya que su ex novia, Anita Pallenberg, se emparejó con Richards-, abuso de drogas y comportamiento errático.

Sin embargo, a menos de un mes de abandonar a los Stones, Brian Jones sufrió un ataque de asma durante una noche de buceo en su piscina en la granja de Sussex, Inglaterra. Ese día estaban en la casa su novia Anna Wholin, una amiga de ella -Janet Lawson-, y Frank Thorowood, encargado de unos arreglos en su residencia. Fue Anna quien lo encontró muerto en el fondo de la piscina.

Cliff Burton

El bajista de Metallica murió por cosa del azar. Al menos eso afirman sus ex compañeros de banda. En septiembre de 1986, en la carretera sueca, los hombres de “Master of Puppets” viajaban en un bus desde Dinamarca. Durante la noche decidieron definir por las cartas dónde dormiría cada uno. Cliff Burton, obtuvo el As de picas, lo que le permitió elegir la cama de Kirk Hammett en el fondo del bus.

A eso de las 6AM, el chofer del vehículo perdió el control -a causa del hielo en la carretera, según justificó-, lo que hizo que Burton saliera despedido por una ventana, y que el bus se volcara sobre su cuerpo en el piso. Cuando Hammet, Hetfield y Ulrich lograron salir, descubrieron que su compañero había sido aplastado. Una grúa movió el autobus para intentar salvarlo, pero el vehículo cayó nuevamente sobre Burton, lo que descartó cualquier posibilidad de rescate. James Hetfield recorrió kilómetros de carretera buscando el supuesto hielo mencionado por el chofer, pero no halló rastro alguno.

Jeff Buckley

El músico y cantautor estadounidense, hijo del también compositor Tim Buckley, era considerado como una de las voces más prometedoras de su generación. Desafortunadamente, se despidió de este mundo a los 30 años.

En mayo de 1997, Buckley viajó a Memphis para grabar su segundo disco: My sweetheart the drunk. Un día, esperando que llegara a la ciudad el resto de la banda, Jeff salió a pasear junto al roadie Keith Foti, con quien escuchó canciones de John Lennon y Jane’s Addiction hasta que decidieron detenerse en el Río Wolf. A eso de las nueve de la noche, mientras Foti tocaba la guitarra, Buckley se metió a nadar en el río -con ropa y botas puestas- y en un momento de descuido, el roadie lo perdió de vista. El cuerpo del cantautor apareció en el río cinco días después, sin señales de drogas o alcohol en su organismo.

John Bonham

Considerado como uno de los mejores bateristas de la historia, fue parte de Led Zeppelin entre 1968 y 1980, prácticamente el mismo tiempo de vida que la banda misma, ya que tras su muerte, sus compañeros consideraron que “Bonzo” era irremplazable.

En septiembre de 1980, el baterista fue llevado a los ensayos de la banda en los estudios Bray, a menos de un mes de comenzar su gira por Norteamérica. En el camino, le pidió al mánager de la banda parar a “desayunar”, pero pidió 16 shots de vodka. Llegó a los ensayos -que se extendieron hasta altas horas de la noche- y siguió bebiendo. Luego, fue a la casa de Jimmy Page, donde estaba medio inconsciente por lo que lo pusieron a dormir de costado. Al día siguiente, el mánager y John Paul Jones, lo encontraron sin vida -a los 32 años- por aspirar su propio vómito.

Johnny Thunders

Cantante, guitarrista y fundador de los New York Dolls entre 1970 y 1975, fue uno de los padres del glam rock. Sin embargo, a lo largo de su vida enfrentó demonios como el desprecio de colegas, alcoholismo y drogadicción.

En abril de 1991, en Nueva Órleans, Thunders grabó una versión de la canción “Born to lose” junto a la banda punk alemana Die Toten Hosen. Le habían diagnosticado leucemia, pero seguía haciendo música. Y, a 36 horas de su último registro, fue encontrado muerto en su habitación de hotel. El reporte oficial indicó una sobredosis de metadona -un opioide sintético-.

Lynyrd Skynyrd

Los hombres de “Sweet home Alabama” y “Free Bird”, crearon la banda en 1964 y publicaron cinco álbumes de estudio entre 1973 y 1977. Sin embargo, un terrible accidente marcó la historia de la banda, la que con el paso del tiempo ha cambiado significativamente su formación original.

En octubre de 1977 salió a la venta el disco Street Survivor, lo que representaba el debut de Steve Gaines en la guitarra y como vocalista en los temas “Ain’t no good life” y “You got that right”. El 20 de octubre, la banda viajó en un avión Convair 240 y, tras quedar sin combustible e imposibilitado de realizar un adecuado aterrizaje de emergencia, se estrelló contra un bosque en las cercanías de Gillburg. Ronnie Van Zant (vocalista), los hermanos Steve (guitarra) y Cassie (corista) Gaines, el mánager Dean Kilpatrick y los dos pilotos, fallecieron. Con la portada en llamas del álbum, y el anuncio del vocalista de que “moriría antes de cumplir 30”, el accidente se sintió como un presagio.

Michael Hutchence

El vocalista de INXS -retratado en el documental Mystify- fue un sex symbol de los 90. Como frontman de la exitosa banda rock-pop australiana, tenía el mundo a sus pies gracias a su voz grave y seductor desplante. Sin embargo, los fantasmas de sus conflictos personales, ver cómo su fama se desplomaba, y un accidente que lo dañó física y emocionalmente, terminaron por detonar su prematura muerte.

En noviembre de 1997 fue encontrado sin vida en su habitación de hotel en Sidney, producto de una asfixia y una alta cantidad de fármacos en su organismo, según detalló el informe forense. La noche anterior, había recibido una llamada telefónica en la que su pareja, Paula Yates, le decía que no podría viajar con sus hijos para verlo. Una triste noticia que, sumado a un daño neurológico sufrido en 1992, motivó que Hutchence ya no quisiera vivir.

Mike Edwards

Violonchelista inglés y profesor de música, fue miembro de la banda británica Electric Light Orchestra entre 1972 y 1972. Se distinguía entre sus compañeros por sus curiosas vestimentas y por tocar las cuerdas del violonchelo con una naranja o un pomelo, hasta que decidió abandonar la banda y seguir la doctrina de Osho.

A diferencia de los artistas anteriores, no se puede decir que Edwards tuvo una vida breve, pero su deceso sí fue -por decirlo de alguna forma- inusual. En septiembre de 2010, el músico manejaba su camioneta por la carretera entre Harbertonford y Halwell, Inglaterra, cuando fue embestido por un gran cilindro de heno de unos 590 kilos, el que rodó desde una colina. El caso judicial demandó a dos personas que finalmente fueron declaradas inocentes en noviembre de 2012.

Sandy Denny

La cantante y compositora inglesa de folk participó de bandas como Strawbs, Fairport Convention, y colaboró en la canción “The battle of Evermore” de Led Zeppelin. Sin embargo tuvo una carrera más bien breve, la que culminó con su muerte en 1978 a los 31 años.

La artista solía consumir alcohol y cocaína a destajo, costumbre que no dejó de lado tras quedar embarazada. Su hija Georgia nació prematuramente y, según aseguró su amiga, Linda Thompson, Sandy solía olvidar a su bebé en los pubs, no mostraba la preocupación debida, e incluso tuvo un accidente automovilístico.

Pero el suceso que provocó su muerte fue otro. A fines de marzo de 1978, Sandy estaba de vacaciones en la casa de sus padres cuando cayó por la escalera y se golpeó fuertemente en la cabeza. Posteriormente, sufrió constantes dolores de cabeza para lo cual un médico le recetó un analgésico que tenía efectos secundarios al ser consumido con alcohol. Denny no dejó la bebida, por lo fue activando una bomba de tiempo que detonó a mediados de abril, cuando estaba en casa de una amiga y entró en coma. Cuatro días después, Sandy Denny falleció.

Sid Vicious

La muerte del bajista de los Sex Pistols no se puede relatar sin contar antes otro caso sórdido. Nancy Spungen, quien fue la novia de Vicious desde comienzos de 1977 hasta octubre de 1978, fue hallada sin vida -con puñaladas en el abdomen- en la habitación que compartían en el hotel Chelsea. Fue tras una noche de consumo de heroína que Vicious afirmó haber despertado para luego hallar muerta a Spungen en el baño. Si bien en un comienzo se declaró culpable y se entregó a la policía, posteriormente ante el juez declaró inocencia. Fue liberado pagando fianza, pero fue arrestado nuevamente en octubre de 1978 tras golpear con un jarra de cerveza al hermano de Patti Smith.

En febrero de 1979, sus amigos y algunos familiares celebraban su “libertad” tras cumplir condena. Aquella noche, Vicious le pidió a su novia de ese entonces -Michelle Robinson-, que le inyectara una dosis de heroína, a lo que ella se negó. El músico llevaba varios meses limpio gracias al programa de rehabilitación de la cárcel. Aunque la pareja se fue a dormir, a la mañana siguiente Robinson encontró el cuerpo inerte de su novio. La causa de muerte fue una sobredosis de heroína suministrada por su madre.