“Espero que se contagien de Sida y mueran”: Oasis, Blur y La batalla del Britpop
En agosto de 1995, la salida simultánea de los singles “Roll with it” y “Country house” sirvió para que los medios hablaran de “La batalla del britpop”, con ambas agrupaciones enfrentándose por el primer puesto de los charts. El conflicto escaló hasta una frase desafortunada de Noel Gallagher. Una historia de Culto.
La fecha original era a fines de agosto de 1995, sin embargo, desde la discográfica Food Records, una subsidiaria de la EMI, se anunció que el nuevo single de Blur saldría a la venta el día 14. La idea era, intencionadamente, toparse con el lanzamiento del segundo single del año de Oasis, “Roll with it”.
“Sigo sin saber quién movió la fecha de salida para coincidir con la del otro. Seguro fue Damon”, recuerda el guitarrista de Blur, Graham Coxon, en el documental No distance left to run (2010).
Movimientos más, movimientos menos, en ese agosto del ’95 sus carreras iban en ascenso. Blur ya contaba con tres discos, y el último de ellos, Parklife (1994) había resultado todo un éxito. Por el otro lado, Oasis había irrumpido en los charts el año anterior con Definitely maybe y con un discurso arrasador “Esta noche soy una estrella del rock and roll”. Además, venían de obtener un número 1 con “Some might say”. Unos ya estaban en la cima, otros, llegaban sedientos a buscarla.
“I’m a professional cynic, but my hearts not in it”
“Country house” se llamaba la canción que Blur iba a sacar como single en ese agosto del 95. El título no escondía nada, era absolutamente referencial. Se trataba de una canción que Damon Albarn compuso pensando en David Balfe, uno de los propietarios del sello Food.
Balfe, cansado y estresado por la vida que llevaba al mando de un sello, decidió tomar sus bártulos e irse vivir al campo. “Estaba agotado. Debes recordar que el negocio de la música está lleno de cosas geniales y cosas malas. Puedes pasar 18 meses trabajando en un disco que ni siquiera se publica. Y pasas todo el tiempo discutiendo con la gente. Cuando las cosas no funcionan, es extremadamente doloroso. Sentí que era todo o nada para mí, así que me mudé a Bedfordshire”, contó el mismo Balfe en una entrevista en 2008 con The Guardian.
Solo bastó el dato para que la prolífica imaginación de Albarn hiciera el resto. “Now he lives in a house / a very big house in the country / Watching afternoons repeats / And the food he eats in the county” (Ahora vive en una casa / una casa muy grande en el campo / Viendo las reposiciones de la tarde / Y la comida que come en el campo).
Así, una mañana, cuando entró a su oficina, entre papeles, memorándums y cintas varias, Balfe encontró un demo. Era una nueva canción de Blur, grabada durante las sesiones de su inminente nuevo álbum, The great escape. Cuando comenzó a escucharla y al oír lo que cantaba Albarn, sonrió y la pregunta le cayó inevitable en su cabeza.
“Oh, ¿eso es sobre mí?' No creo que sea su mejor canción, pero es una buena canción pop –comentó Balfe en la citada entrevista–. Lo curioso es que Damon [Albarn] no había visto la casa y todavía no la ha visto”.
En rigor, Damon Albarn tomó lo que le ocurría a Balfe como una referencia, pero estaba pensando más en sí mismo. “'Country House' trata sobre los ataques de pánico –cuenta el cantante en el libro The life of Blur, de Martin Power–. La escribí cuando murió Kurt Cobain porque creo que podría haber sufrido por ellos [Nirvana]. Pero no se trata de él, se trata de mí (porque) me estaba sintiendo bastante mal en ese momento. Luego, de alguna manera, se transformó en este jodido single de comedia alegre y acelerada”.
Lo de Albarn se explica debido a que la fama y la atención de los medios le estaba pasando la cuenta. Sufría insomnio, dolores musculares persistentes en sus hombros y ataques de pánico. Esto lo llevó directo a recurrir a terapias con fármacos, pero también echó mano a la acupuntura.
Para el videoclip, la banda eligió mantener el tono humorístico que ya habían desarrollado en otros cortos promocionales (como el de “Parklife”) y su toque hogareño tan británico (como en el de “Sunday sunday”). Por eso, el rodaje no escatimó en ideas y se realizó en un palacio austriaco. “Les dije a todos que era mi casa”, cuenta Balfe.
Como buscaban humor, nada mejor que reclutar humoristas para que actuaran en el clip. Así, los comediantes Keith Allen y Matt Lucas protagonizaron el video.
Curiosamente, la casa que aparece en la portada del single no es la misma del video, es un castillo en Neuschwanstein, Alemania.
“Country house” salió en formato CD junto a “One born every minute” y “To the end” como lados B. Además, la banda decidió agregar un formato que ya en la época estaba comenzando a vivir sus últimos años, el cassette. Ahí, fue “One born every minute” la que acompañó. También hubo una versión en vinilo 7″.
“Don’t ever stand aside, don’t ever be denied”
“Rol with it” era una de las canciones que Oasis ya había registrado para (What’s the story) Morning glory? Como en otras del disco, Noel Gallagher se había permitido ser introspectivo. Hablaba de una búsqueda interna, casi alentando al oyente a que tomara las riendas de su vida.
“Es simplemente una cosa típica de Oasis. ‘Cállate, y sigue adelante’. Son los mismos sentimientos que en casi todas las canciones que hacemos. Ya sabes, como en ‘Supersonic’: ‘Tienes que ser tú mismo’. Empieza a ser un poco aburrido (risas), pero esas son las letras con las que me siento cómodo”, reconoció Noel posteriormente en la revista Select.
Así, la letra lo decía sin concesiones. “You gotta roll with it / You gotta take your time / You gotta say what you say / Don’t let anybody get in your way / 'Cause it’s all too much for me to take” (Tienes que dejarte llevar / tienes que tomar tu tiempo / tienes que decir lo que dices / no dejes que nadie se interponga en tu camino / porque soportar todo esto es demasiado para mí).
Y por supuesto, el fanatismo desenfrenado por los Beatles estaba presente con un guiño a una de las canciones del álbum Let it be. “I think I’ve got a feeling I’ve lost inside”.
Así como “Some might say” fue la primera canción grabada para el álbum, y la última con Tony McCarroll en la formación, “Roll with it” fue la primera que Oasis grabó con su nuevo baterista Alan White. Las vibraciones eran buenas, tanto que la canción salió a la primera toma, y esa fue la que se dejó.
No siendo un eximio guitarra solista, Noel Gallagher había compuesto algunos solos bastante melódicos y recordables en canciones anteriores (como en “Live forever” o en “Supersonic”), pero esta vez quiso hacer otra cosa.
“Intenté conscientemente no poner un gran solo de guitarra de rock and roll, porque estoy harto de hacerlo. Así que le pusimos un pequeño solo de guitarra de rock 'n' roll”, recordó Noel en la entrevista con Select.
“Roll with it” estaba lista para salir como single en CD con las canciones “It’s better people”, “Rockin' chair” y una versión en vivo de “Live forever”.
Si hay un momento en que comenzó públicamente la mala vibra entre Oasis y Blur, ese sería ubicable en septiembre de 1994. Con Definitely Maybe arrasando en los charts, y Blur incendiando la pradera con Parklife, ambos grupos congeniaron debido a que buscaban que la música británica predominara tras el eclipsamiento del grunge. Pero esa buena onda inicial no duraría mucho.
Fue en Estados Unidos donde empezó todo. Ambos conjuntos coincidieron en San Francisco, para dar un show con un día de diferencia. Aprovechando la ocasión, la estación de radio local Live 105 invitó a Noel Gallagher y a Damon Albarn a charlar de forma conjunta. En pocos minutos, lo que eran cumplidos y alabanzas mutuas, pasaron a bromas afables, y luego a insultos y palabras de grueso calibre entre ambos.
Un mes más tarde, el round corrió por cuenta de Liam Gallagher y Graham Coxon. Ambos, ebrios, se enfrentaron en un pub de Londres llamado Camden’s Good Mixer. El cantante de Oasis fue especialmente escandaloso y fue expulsado del local. Pero Coxon también salió, solo para continuar la discusión. Así que ambos partieron al club Underworld, para seguir gritándose.
Luego, la cosa siguió en los premios Brat de NME, donde Blur se llevó cuatro galardones y Oasis solo uno, pero el más importante. Álbum del año, por Definitely Maybe. Graham Coxon recordando su pelea con Liam, decidió hacerle una broma y le dio un beso en la mejilla, lo cual enfureció al cantante de Oasis.
Noel, para no ser menos, intentó meter el dedo de su premio Brat en la nariz de Damon Albarn durante una sesión de fotos conjunta. Luego, Liam se negó a fotografiarse con el cantante de Blur y a continuación lo miró y le dijo: “Te lo diré en tu cara, tu banda está llena de mierda. No voy a hacer una foto contigo”.
En mayo de 1995, nuevamente un pub londinense fue escenario de un enfrentamiento. Ahora Liam Gallagher se topó con Damon Albarn y el productor Stephen Street en The Mars Bar. Oasis venía de obtener un número 1 por “Some might say”, y al ver a Albarn, un Liam exultante se le acercó con su dedo arriba y les dijo “¡Maldito número uno!”.
Albarn, aunque molesto, no se complicó y le dijo: “Sí Liam, lo que sea”. Su “revancha” vino días después, en un recital que los londinenses dieron en el escenario del Castillo de Dublín, en Camden. En un momento, Albarn gritó: “¡Esta es la mejor canción!”. Graham Coxon le respondió: “¿Qué, ‘cigarrillos y alcohol’?”, aludiendo al hit de Oasis. “¡No, esta es la mejor canción!”, replicó Albarn, y se lanzaron con “Parklife”.
Pero, el hecho de que ambos conjuntos sacaran un single el mismo día fue suficiente para que la siempre sensacionalista prensa británica denominara el hecho como “La batalla del brit pop”. Era algo así cuando se enfrentaba artificiosamente a los Beatles contra los Rolling Stones, cuando entre ellos había una excelente camaradería.
Sin embargo, este no era el caso.
“Noel elegía molestarme todo el tiempo y realmente me dolía mucho en ese momento. Oasis eran como los matones que tenía que soportar en la escuela. Te daban la impresión de que tenían más experiencia peleando que tú”, recuerda Damon Albarn en No distance left to run.
Oasis hizo debutar el single nada menos que en el festival de Glastonbury, en junio de ese año, show que luego fue televisado por la BBC, lo cual le dio una excelente propaganda. Además, por iniciativa de Alan McGee fueron pioneros en el uso de la naciente internet y crearon su sitio web, y registraron más de 100 mil seguidores casi de inmediato.
Por su lado, Blur, tuvo seis fechas previas al lanzamiento del single. Una de ellas, en conjunto con R.E.M., donde reunieron más a 30 mil personas. Entre las 21 canciones de esa noche estaba justamente “Country house”.
La semana previa, NME fue con todo y en la portada simuló una pelea de boxeo y tituló con grandes letras “Campeonato de pesos pesados británicos: Oasis versus Blur, la gran pelea”. Además, llevó más lejos el asunto y los asoció a ejes distintos. Clase popular versus clase media, y norte versus sur. Algo bastante común en la prensa británica, siempre atenta a etiquetar cosas, como con la polaridad entre los Beatles (los chicos buenos) y los Rolling Stones (los malos).
Entre medio, hubo nueva guerra de declaraciones. Cuando fue invitado al programa matinal de la BBC del DJ Chris Evans, Damon cantó la melodía de “Rocking all over the world” (de la banda Status Quo) por encima de “Roll with it”, y agregó que los Gallagher deberían volver a bautizar su grupo como “Oasis Quo”. Más tarde, Alex James modificó el término a “Status Quoasis”.
Además, Blur sumó el apoyo de Justine Frischmann, la cantante de Elastica, y pareja de Damon. Dijo en NME que Liam Gallagher era “tonto como la mierda”, aunque luego, en la revista The Face, atacó a los de Manchester por el lado musical. “Estoy en el campo anti-Oasis por asociación, (pero) creo que son muy promedio. Es una especie de rock de gallos, todo... el estadio, la dominación mundial, y no creo que haya nada muy interesante, musical o líricamente”.
Por supuesto, hubo respuesta de Noel Gallagher. En su estilo, y colgándose de las etiquetas de la NME, no perdió el tiempo y presentó a su banda como una especie de héroes de la clase trabajadora: “Somos la banda del pueblo y siempre lo seremos. En este momento, pueden ser los más grandes, pero no son los mejores”.
Hasta que llegó el 14 de agosto de 1995. Oasis versus Blur. “Roll with it” versus “Country house”. Los canales de TV mandaron a sus equipos móviles a las tiendas de discos para no perderse un segundo de lo que ocurriría. La expectación se mantuvo durante los cinco días posteriores.
La noche del 20 de agosto se dieron a conocer los charts. Damon Albarn, quien se había tomado unas vacaciones en las Islas Mauricio para escapar de la locura, no pudo con la ansiedad y regresó el día antes a Inglaterra. “Cuando volví, fui directamente al café en la esquina de mi calle y la señora me puso al tanto de toda la prensa que íbamos a recibir”, contó luego a NME.
Ese día 20, en la mañana, Damon fue a jugar un partido de fútbol con amigos. Le llamó la atención que Andy Ross, del sello Food, llegó a jugar completamente ebrio. Ahí supo que Blur había ganado. Solo 58 mil copias hubo de diferencia entre uno y otro. “Country house” vendió 274.000 copias, y “Roll with it”, 216.000. El cetro de los singles era para los londinenses.
“Cuando salió, mis hijos tenían seis y cuatro años. Escuchaban la canción y decían: ‘Oh, es la canción sobre papá’. Mis compañeros solían ponerla en el pub del pueblo”, recuerda Balfe.
A las 9 de la noche de ese domingo, los miembros de Blur se reunieron para celebrar el triunfo a lo grande en una fiesta, en Soho. Mientras todos celebraban, Graham Coxon trató de tirarse por la ventana. No lo consiguió, y luego se retiró de la fiesta y se fue a la playa. “Quería disfrutarlo en mis propios términos –contó el guitarrista más tarde a la revista Q–. No quería que la gente de la discográfica me diera una palmada en la espalda. La contradicción siempre ha sido uno de mis mayores pecados”.
Martin Power explica en su libro The life of Blur que un factor clave para el triunfo fue que “Country House” se vendió a un precio más barato que “Roll with it”. El de Blur costaba 1.99 libras esterlinas y el de Oasis 3.99 libras. Además, se vendió en otros formatos aparte del CD (en cassette y vinilo) y los fanáticos compraban todos, eso incrementó el número total.
¿Y en Manchester? Desde el sello Creation Records cuestionaron las cifras reales afirmando que hubo problemas con los códigos de barras en la caja del CD de “Roll with it”, lo que implicaba que no todas las copias vendidas habían sido registradas. Aunque eso era llorar sobre la leche derramada.
“¡No te eduqué para que dijeras cosas así!”
Pero la tensión estuvo lejos de amainar. Semanas después, Blur acudió al programa Top of the pops para presentar su single “ganador”. En el show, el bajista Alex James se permitió tocarles las orejas a los Gallagher y vistió una polera con el logo de Oasis.
Si James incendió la pradera con bencina, Noel Gallagher lanzó una bomba atómica. En una entrevista en septiembre para The Observer, el líder de los mancunianos charló con la periodista Miranda Sawyer. Por supuesto, tuvo palabras para Blur. Pero no para el cuarteto, sino que se refirió a cada uno de sus miembros por separado.
Curiosamente, del baterista Dave Rowntree y del guitarra Graham Coxon, Noel Gallagher tuvo buenas palabras. Pero la cosa cambió cuando tuvo que referirse a Damon Albarn y Alex James. “El bajista y el cantante, espero que los dos contraigan el Sida y mueran porque los odio a los dos”.
Posteriormente, Noel reveló que casi de inmediato notó que había metido las patas y se disculpó en el acto. Sin embargo, sus palabras salieron a toda página.
“Semanas después, cuando lo vi, dejé el periódico y le dije a Meg [su pareja]: ‘Creo que lo arruiné’. Ella lo leyó y dijo: ‘¡Idiota!’”.
Luego sonó el teléfono. “Era mi mamá y dijo: ‘¡No te eduqué para que dijeras cosas así!’”.
Noel entendió que no podía dejar la pelota botando, y escribió una carta de disculpa formal para que se publicara en la revista Melody Maker. Algo así como su ídolo, John Lennon, cuando “comparó” a los Beatles con Jesucristo.
“El comentario improvisado se hizo el mes pasado en el punto álgido de una ‘guerra de palabras’ entre ambas bandas, y debe haber sido la quincuagésima vez durante esa entrevista que me presionaron para dar una opinión sobre Blur. Tan pronto como lo dije, me di cuenta de que era una cosa insensible, ya que el Sida no es un asunto de broma e inmediatamente me retracté del comentario, pero me horroricé al leer el Observer y descubrir que la periodista en cuestión decidió seguir adelante con él”, decía la carta.
“Aunque no soy fanático de su música, les deseo a Damon y Alex una vida larga y saludable”, cerró Noel.
Con el tiempo, la tensión entre ambos conjuntos fue amainando. El fenómeno del Brit pop fue cediendo lugar a otros sonidos, como el post rock o el garaje revival. Con la distancia, los protagonistas ven el episodio de “La batalla del Brit pop” como una anécdota.
“La verdad es que fue fabricado por NME y la gente del campo de Blur que movió su single para que coincidiera con el nuestro –dijo Noel años más tarde en BBC–. Lo que realmente me molestó fue que todos nos culparon porque nos veían como los manipuladores. Al final, todos vendimos muchos sencillos por detrás y todos nos hicimos ricos gracias a eso, así que no me quejo”.
“Lo de Blur / Oasis fue muy tonto pero divertido. Quise decir cada palabra que dije. Todavía son un montón de matones”, señaló Liam en entrevista en el 2002.
Desde el lado de Blur, comparten un pensamiento similar sobre lo acontecido. “A Damon y a todos nos encantaba pelear con alguien que se defendiera, porque era divertido”, recordó Dave Rowntree en No distance left to run.
“Lo único que realmente me molestó fue que la prensa lo convirtió en una cosa de clase media versus clase trabajadora –dijo años después Damon Albarn–. Por eso, a todo un grupo de personas, personas que habían disfrutado de nuestras canciones como buenas canciones pop, se les (dijo) que las había estado despreciando cuando simplemente no lo estaba. Como resultado, ya no querían saber más. Odio hacer que suene tan simplista, pero así es como se sintió. Eso sí, no estoy diciendo que soy una víctima, eso son tonterías”.
“Me pareció muy mediocre todo ese enfoque que le dieron. Ese enfoque, esa ‘batalla del pop británico’. ‘La clase obrera del norte y las nenitas del sur’ enfrentados por el primer puesto. Por favor, déjense de joder”, recordó Coxon en el citado documental.
La última escena memorable de esta “batalla” se dio en los Brit Awards de 1996, donde Oasis arrasó con los premios principales (Mejor álbum, Mejor grupo y Mejor video, por “Wonderwall”). Ahí, Noel y Liam se permitieron un gustito y cantaron una particular versión de la canción “Parklife”, cambiándole la letra a “Shitlife”. Ya se habían disparado todas las balas.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.