Son las 9:20 de la mañana y Tash Sultana contesta el teléfono desde la entrada de su hogar en Australia. Ríe, mientras cuenta que un canguro brinca frente a su auto.
Cuando compró una residencia en medio de un monte, el corredor le mencionó las palabras “tierra firme”, para referirse al acto de asentarse o “poner la fé en el piso”. Aquello marcó a la persona no binaria, tanto que decidió titular su próximo álbum bajo el mismo concepto: Terra Firme. Y a pesar de que el LP aun no tiene fecha de publicación, ya ha presentado sencillos como “Greed” y “Beyond the Pine”.
—Acá fue la primera vez en mi vida que me sentí en casa. Este año hice un solo concierto y he pasado casi una década tocando todas las noches. He aprendido a poner los pies en la tierra.
Desde la niñez le interesó la música. Se acercaba a todos los instrumentos que veía y sus padres le compraban trompetas de juguete y guitarras de plástico, hasta que finalmente su abuelo le regaló una real cuando cumplió los 3 años.
—Cuando tocas un instrumento, te enfocas en ello y olvidas todo lo que está a tu alrededor.
Fue así como inició un camino en el que tuvo tres profesores entre los 8 y los 14, para después aprender más de 10 instrumentos distintos y mostrar sus habilidades en las calles de Melbourne; presentaciones en las que movía su equipo a través de un carro de carga.
Con una performance en la que sobresale el uso de loops para crear bases y añadir capas encima, Tash Sultana ha explorado géneros que varían entre el rock, el reggae, el R&B y la psicodelia, mientras que los ejercicios en clave de jazz le han permitido añadir acordes con séptima y novena mayor.
Aquel formato en el que una sola persona genera los sonidos de una banda completa, fue uno de los elementos que más destacó durante su concierto en Lollapalooza Chile 2018; instancia que significó su primera venida a Sudamérica.
—Recuerdo que todo el mundo estaba loco. Es maravilloso cuando subes al escenario en un país que nunca has estado y la gente conoce tu música. Recuerdo que me llevaron a un mercado y compré unas decoraciones pequeñas que ahora están junto a mi televisor. Pienso en ello todo el tiempo, no puedo esperar para volver.