Radar: recomendaciones de nuestros cómplices
Mientras escribimos Culto en el equipo tuvimos la idea de contar las cosas que vemos, escuchamos o leemos. Acá una selección.
Una falsa enciclopedia
A la manera de Borges en Historia nacional de la infamia, Roberto Bolaño despachó en 1996 una particular novela titulada La literatura nazi en América. En rigor, se trata de una suerte de falsa enciclopedia literaria, que narra las vidas de escritoras y escritores inexistentes, pero con una solidez que cualquiera que vuele bajo pensaría que son reales. De alguna forma, todas y todos comparten una cierta cercanía con el nazismo o con ideas conservadoras. Por supuesto, tiene el particular sentido del humor del nacido en Santiago. Del último capítulo se desprendió una especie de novela spin-off llamada Estrella distante (Anagrama, 1996), y para quien escribe estas letras, es una de las tres mejores de Bolaño. Publicada originalmente por Seix Barral, La literatura nazi en América luego pasó al catálogo de Anagrama y actualmente se le encuentra con la etiqueta Alfaguara. (Pablo Retamal N.)
Un futuro mejor
“Para enfrentar el futuro apocalíptico —dice David Attenborough, uno de los divulgadores naturalistas más prestigiosos de la televisión británica y mundial—, necesitaremos algo más que la inteligencia: necesitaremos la sabiduría”. En su alucinante documental A Life on our Planet (2020), algo así como sus memorias, junto con emocionar y advertir lo inminente: que nuestro planeta se encamina hacia el desastre; el graduado en Cambridge explica con argumentos científicos por qué necesitamos aprender a trabajar con la naturaleza y no en contra de ella. La película —disponible en Netflix— corre riesgos, plantea dudas, justifica una pantalla 4K pero también se vuelve incómoda. Como los más grandes divulgadores de la ciencia, no hay rabia en las palabras de Sir David sino la experiencia de un científico de 94 años. Es la historia de la vida en nuestro planeta de la mano del hombre que ha visto más del mundo que ningún otro. (Alejandro Jofré)
La serie del momento que los franceses odiaron
Entre el pool de novedades que Netflix preparó para octubre, figura una serie protagonizada por Lily Collins -sí, la hija de Phil Collins, quien se hizo un nombre propio en Hollywood-, encarnando a una joven especializada en el marketing digital quien recibe una oferta de trabajo en París. Si bien desborda entusiasmo y alegría, sus colegas franceses la reciben con frialdad y amargura, lo que supone un obstáculo no menor en su objetivo de que esta sea la aventura de su vida. Pero, por otro lado, no le faltan pretendientes ni amistades, lo que en suma constituye una serie que sí, está colmada de clichés, pero es un entretenimiento liviano, divertido y con bellas postales. Emily en París es un paseo por Instagram en 10 episodios de 30 minutos cada uno.
Lennon Definitivo
Los ochenta años del natalicio de John Lennon se celebran, como no, con el lanzamiento de un nuevo compilado. Más allá de la lógica del Grandes éxitos, lo que ofrece Gimme Some Truth, es una colección de 36 canciones del músico remasterizadas a partir de las cintas originales, en los míticos estudios Abbey Road. Y el resultado es notable. A medio camino entre el rescate y la reinterpretación, la música de Lennon gana una nitidez asombrosa. La voz nasal de John, habitualmente inundada en eco de cinta, se oye más clara. Por ejemplo, se distingue muy bien el pequeño recitado que hace al comienzo de “Woman”. También los instrumentos están más equilibrados y en algunos casos, como en la ensoñadora “Beautiful boy (Darling boy)”, se aprecian mejor las texturas que generan. Aunque en otros, como en “Mind Games” -acaso un tema precursor del dream pop-, se enfatiza el canto de John por sobre el denso sonido original. Una buena colección pensada ante todo, para el lennoniano militante y de orejas exigentes. Con unos buenos audífonos, la experiencia es simplemente un gozo. (Felipe Retamal N.)
Música, diversidad e inclusión
Alejandra Ghersi es el nombre detrás de Arca. En su último álbum, titulado KiCk I (2020), la artista muestra la esencia electrónica vanguardista de sus trabajos anteriores, pero desde una perspectiva que también involucra el pop e, incluso, el reggaetón. Esta progresión no se reduce únicamente a un plano sonoro, sino que también se traspasa a lo corporal: Ghersi nos invita conocerla en los términos que siempre quiso, como una persona no binaria.
Intensidad deslumbrante
Han pasado algunas semanas desde que leí los Diarios Completos (2018) de la poeta estadounidense Sylvia Plath. En el último tiempo he incursionado en este género, leyendo otros como los de Franz Kafka o Julio Ramón Ribeyro. En ese caso, con Plath he encontrado una intensidad que quizás no logré percibir demasiado en los anteriores. Ella pareciera escribir realmente lo que piensa, como si en ningún momento se le pasara la cabeza la opción de que alguien llegará a leerlos jamás. Al leer estas páginas es posible encontrar un alma con todas sus contradicciones. A veces machista, a veces profundamente molesta con injusticias que hay hacia las mujeres. En ocasiones, de una lucidez deslumbrante (“descubrir que nunca encontrarás una verdad definitiva, sino solo consignas circunstanciales, temporales, que te sirven para el momento en que vives”), en otras, atormentada, carente de cualquier certeza. Leer estos días es una pequeña ventana a una vida, a toda una interioridad que, en general, solo conocemos de nosotros mismos. (Guido Macari)
Una épica de la vida diaria
Mujeres comunes son las protagonistas de los cuentos de Lorrie Moore. En el volumen Es más de lo que puedo decir de cierta gente (1993), la escritora estadounidense se refiere a mujeres que se enamoran o sufren pérdidas dolorosas. A madres que lidian con tragedias y mujeres que comparten viaje con su progenitora (y no resulta como esperaba). En esas pequeñas historias se condensa drama, humor y existencia, gracias a una pluma fina, de observaciones ingeniosas y con una pasmante habilidad para la sorpresa. Allí se destila un sello autoral, que la vuelve una de las creadoras más importantes en el formato cuento en la actualidad. (Felipe Retamal N.)
Un sueño incumplido por el coronavirus
El confinamiento producto a la pandemia ha llevado a los artistas a buscar nuevas formas de acercarse al público que antes llenaba las arenas para verlos tocar. Bien lo sabe Pedropiedra (Santiago, 1978) quien, tras aplazar su primer Teatro Caupolicán de junio a marzo próximo, se quedó con las ganas de presentar en sociedad su último registro Aló! (Quemasucabeza, 2020). Con la participación estelar de Álvaro Henríquez, Gepe y la producción de Cristián Heyne, aquel lanzamiento del disco se transformó en un documental al más puro estilo “Classic Albums” bajo el título de Sueños por Cumplir en donde él y todo su equipo describen y tocan íntegros los nueve tracks de la placa. Dirigido por Nino Aguilera y Mario Benavente, laureados antes por Gepe y Margot Loyola: Folclor Imaginario (2019), es una oportunidad para adentrarse de lleno al proceso creativo de la voz de “Inteligencia Dormida”. Se estrena en formato VOD el próximo 15 de octubre vía Eventrid. (Raúl Álvarez)
No eres tú, soy yo
Es inevitable ver Pienso en el final -I’m thinking of ending things- sin recordar Eterno resplandor de una mente sin recuerdos. No es casualidad. Las similitudes son varias. De partida, Charlie Kauffman es guionista en ambos filmes, las dos cintas tienen una narrativa un tanto onírica, y también comparten el tener una pareja de adultos jóvenes como protagonistas. Ahora, ¿por qué ver Pienso en el final? Porque no es lo que promociona su tráiler, o más bien, no es lo que se entiende a partir de su tráiler. El adelanto oficial nos muestra a una mujer pelirroja de treinta y tantos que viaja en automóvil a conocer a sus suegros, cuando lleva apenas algunas semanas de noviazgo con un hombre que, realmente, no la convence del todo. En adelante, se dan atisbos de extrañas escenas al interior de la casa de infancia y lo que parece ser una instancia abrumadora sin salida. El tráiler da la impresión correcta solo en este último aspecto, ya que la chica pelirroja no es la protagonista, y la historia es mucho más que las reflexiones en torno al término de una relación, es una fotografía panorámica de toda una vida. Pienso en el final está disponible en Netflix. (Mónica Garrido V.)
Sobre el tiempo
Para esta semana se espera el anuncio de la ganadora o ganador del Premio Nobel de Literatura 2020. Uno de sus ganadores, en el crítico año 1929, fue el narrador y ensayista alemán Thomas Mann. Autor de obras inmortales como Muerte en Venecia o Los Buddenbrook (por la cual la academia sueca le entregó el galardón) un imperdible de su catálogo es La montaña mágica. Es la historia de un joven ingeniero, Hans Castorp, quien llega a un sanatorio en las alturas de los Alpes para visitar a su primo Joachim, quien es militar y sufre con la idea de tener que estar en un sanatorio y no en servicio. Hans no está enfermo, pero una serie de hechos hacen que termine quedándose siete años en el lugar, que reúne a personajes muy particulares (unos rusos extraños, un médico que viste de negro, y una enigmática mujer, Claudia, de quien Castorp queda enganchado). Una novela que trata el tema del tiempo con una narración que da una sensación de que la vida interna de los personajes corre, mientras los días pasan muy muy calmos. También se tratan reflexiones estéticas y políticas (sobre todo con el personaje del italiano Settembrini, una especie de excéntrico padrino intelectual de Castorp). Escrita a lo largo de 12 años, fue publicada en 1924 y exige una lectura pausa, reposada, que sin embargo no aburre nunca. Pese a la distancia del tiempo, temas como el aburrimiento por el encierro, o cuestionamientos sobre las enfermedades hacen que parezca sorprendentemente actual. (Pablo Retamal N.)
Crudo, genial, saturado
(What’s the Story) Morning Glory?, el segundo disco de Oasis, encontró a una banda en estado de gracia. Lo cuenta el co-productor Owen Morris, quien trabajó palmo a palmo frente a la mesa de sonido con Noel Gallagher: los mancunianos despacharon una canción por día y, salvo dos temas del disco, ningún otro precisó de un demo. Crudo, genial y saturado. Los recuerdos surgen desordenados: la memoria los dispara como puede, como le salen. Para mí, fue el primer CD anglo que me regaló mi padre, una copia mexicana recién salida del horno, en 1995. Tenía 10 años, estábamos de vacaciones en Iquique. Recuerdo el efecto que me produjo la primera escucha de ese sonido burbujeante y denso. Aparecido hace veinticinco años (a propósito de este especial de Culto), Morning Glory tiene dos o tres clásicos ineludibles, pero “Cast No Shadow” y “Some Might Say” son, para mí, por así decirlo, los momentos Atlántida del disco. Los tracks 7 y 8, cocidos luego de ese pegamento que en el disco llaman “The Swampsong”, son una especie de manifiesto. No sé si estarán de acuerdo con que todo lo que vino después, en el universo Oasis, fue un intento por lograr algo salido de ese tándem. ¿Cómo decirlo? Supe, entonces, que estaba ante mi primera banda favorita. (Alejandro Jofré)
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La inspiración del horror
Mariana Enriquez ha reconocido que una de las obras claves en su formación como lectora, y que se vio reflejada en su monumental Nuestra parte de noche (Anagrama, 2019) fue El obsceno pájaro de la noche (1970), del novelista chileno José Donoso. Ambas comparten una característica: son unas versiones desatadas de sus autores. En el caso de Donoso, al contar la historia del “mudito”, Humberto Peñaloza, despliega toda una serie de recursos, como relatos fragmentarios, cruces de voces, saltos temporales, que otorgan una visión algo caótica de los hechos. Además de seres extraños, repulsivos, cosas que podrían ser, pero no son. Personajes mitológicos como el imbunche (que Enriquez coloca con "v" en su novela). Además, del puño dominante de las clases altas y la posibilidad del terror como una opción, como una herramienta funcional. También, Donoso da con un acertado manejo de la psicología de los personajes, herencia, sin duda, de sus lecturas de la literatura rusa clásica. Como diría Bolaño, es una novela-río, que a su autor le tomó ocho años terminar, que es de lectura difícil, pero es un paso previo obligado del neo relato del terror que tan bien ha desarrollado la misma Enriquez o Samanta Schweblin. Imperdible en cualquier buena biblioteca que se precie, junto con la novela de la trasandina. (Pablo Retamal N.)
Efectivo, sí; novedoso... apenas
“Puedo cantar las cosas más frías y aún así tener un sentimiento cálido”, contaba Chino Moreno en los días de White Pony, “soy vulnerable y eso no es común en la música pesada”. Lo que el cantante de Deftones quería decir entonces, cuando la crítica se rendía ante una banda de nu metal, era que, a diferencia de la seguridad y testosterona que irradiaban las bandas más pesadas, los de Sacramento se mostraban inseguros y señalaban a Faith No More como una de sus brújulas. Un disco antes, a la altura del tema “Be quiet and drive (far away)”, la voz melódica del cantante se volvió una marca registrada que, por supuesto, había que seguir explorando. Es lo que oímos en Ohms. Dos décadas de pruebas en el planeta Deftones, con Terry Date nuevamente en los controles. Efectivo, sí; novedoso... apenas. (Baltasar Daza)
El dilema de buscar tu propio camino sin decepcionar a los tuyos
Saoirse Ronan y Greta Gerwig fueron toda una revelación del cine independiente juvenil en 2017. La historia llevada a la pantalla grande bajo el título Lady Bird, se lució en cuanto a nominaciones con menciones para su directora y guionista, su protagonista y la actriz de reparto. Pero más allá del ruido que causó a nivel macro, la cinta gira en torno a una temática que no es nueva: una adolescente a punto de terminar sus años escolares, debe decidir su destino con miras a la universidad. Sin embargo, el escaso dinero de su familia, la depresión que enfrenta su padre, sus bajas calificaciones (y espíritu rebelde), además de los conflictos amorosos propios de la edad; dificultan el proceso de toma de decisión de Christine a.k.a. Lady Bird. ¿Qué la diferencia de cualquier otra cinta sobre una joven eligiendo su destino? Que profundiza de forma honesta y sarcástica en la relación madre e hija, así como la ilusión y decepción de los primeros amores, y la capacidad de reflejar la diferencia de clases y la realidad de muchas personas que no aspiran a más porque sienten que no merecen grandes cosas. Lady Bird -actualmente disponible en Netflix- rompe con paradigmas tanto como personaje protagónico, como en su calidad de cinta. Quizás no ganó ninguno de los Oscar a los que estaba nominada, pero supo marcar la diferencia. (Mónica Garrido V.)
La nueva visión
Con diez años de carrera, los chilenos Spiral Vortex planeaban un 2020 con actividades y lanzamientos. Pero la pandemia les ha limitado a presentar adelantos de un nuevo álbum, Prisma, a publicarse en noviembre. Lo último es el single “Nueva Visión”, en que el grupo formado entre los bosques de Huelquén, desarrolla su clásico sonido deudor tanto de la psicodelia de Pink Floyd, como de la electrónica al estilo Aphex Twin. En poco más de cinco minutos, lanzan varias capas de sonido (en el coro hay 12 pistas de voz, cuentan), como una densa base sonora para una letra que suena contingente. “Mientras tú estás bailando, el mundo se cae a pedazos”, se escucha en una parte. Con el trabajo de Felipe Castro en la grabación y mezcla y el mastering de Chalo González, el grupo hace de la experiencia sonora su propio campo de acción para los días de confinamiento. (Felipe Retamal N.)
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Historia de alto vuelo
El 11 de septiembre de 2001, dos aviones se clavaron como puñales en las Torres Gemelas y un tercero atacó al Pentágono. El impacto que generó la noticia hizo olvidar a una cuarta aeronave que también fue secuestrada, aunque un grupo de pasajeros y la tripulación lucharon para detener los planes del grupo terrorista a bordo. ¿Qué pasó con ese avión? ¿Qué planes tenían los hombres allí dentro? Escrita y dirigida por Paul Greengrass, la película Vuelo 93 —nominada a dos Oscar y disponible en el catálogo de HBO GO— cuenta de manera cruda y claustrofóbica los hechos. (Alejandro Jofré)
“El libro que hubiese deseado no escribir”
En una entrevista, señaló que de todos sus libros, el que no le hubiese gustado haber hecho fue el primero, La bandera de Chile (1981). El poemario con que Teresa Adriasola Olave (nombre real de Elvira Hernández) comenzó a hacerse un nombre en las ligas literarias chilenas. Con el vanguardismo como norte, al estilo de contemporáneos como Raúl Zurita o Carmen Berenguer, Hernández compuso un largo poema donde pone preguntas sobre la idea tradicional del emblema patrio, “La Bandera de Chile declara dos puntos su silencio”, lo cual fue toda una osadía considerando el contexto, los 80 de Pinochet. La bandera de Chile fue compuesto tras haber sufrido una detención por parte de la CNI, en 1979. Primero circuló en base a rústicas fotocopias, luego, se volvió un viral underground. Es un clásico en la obra de la Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda 2018 y una de las candidatas al Nacional de Literatura 2020. Atención, no hay endecasílabos, ni alejandrinos, ni heroicos, es palabra desnuda usada al rigor del mensaje poético. (Pablo Retamal N.)
Un escalofriante documental sobre manipulación virtual
Netflix debutó un registro que combina recreaciones con testimonios de aquellos que conocen mejor que nadie cómo funcionan las redes sociales. A través de entrevistas con extrabajadores de Facebook, Twitter, Youtube, Instagram, Pinterest y Google, el documental El dilema de las redes sociales te explica -con peras y manzanas- cómo aquellas plataformas virtuales que -nosotros creemos- nos hacen conectar con otras personas, en realidad nos alienan como personas y nos reducen a meros números. Más que obligarnos a consumir -que lo hacen-, a través de algoritmos de sugerencias y publicidad constante, convierten a los usuarios en el producto que las marcas buscan. Al finalizar la hora y media de filme, surge la necesidad de ver en los teléfonos cuánto tiempo se pasa en pantalla, y el resultado llama a eliminar cuentas o -al menos- desactivar las notificaciones. (Mónica Garrido V.)
Música en 360º
La oportunidad de “crear y sumergir a los oyentes en un paisaje sonoro”, es la que ofrece la función de audio 360º de Tidal. Se trata de una experiencia de sonido que distribuye los instrumentos en el plano estéreo a fin de recrear una sensación de inmersión en 360 grados. El resultado es sorprendente, sobre todo con buenos audífonos. Por ejemplo, en el clásico “So what”, que abre el legendario Kind of Blue de Miles Davis, el platillazo de Jimmy Cobb, se escucha como si estuviera tocando detrás del oyente. De momento, la opción está disponible para una opción limitada de discos, entre los que se cuentan algunos como Elvis as recorded at Madison Square Garden, el Greatest Hits de Sly & The Family Stone, e incluso el aplaudido Future Nostalgia de Dua Lipa. Una experiencia recomendable para obsesos del sonido. (Felipe Retamal N)
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Espeluznante, horrible, salvaje
HBO estrenó un documental perturbador. Se llama Los crímenes de Cheshire y recrea los hechos del día más oscuro para una familia de Connecticut, Estados Unidos. La madrugada del 23 de julio de 2007, dos criminales ingresaron a la casa de los Petit, donde violaron y asesinaron brutalmente a tres de sus integrantes, la madre y las dos hijas, con una violencia espeluznante, patológica y horrible. El padre, salvajemente herido y con el cráneo perforado por un golpe de bate de béisbol, apenas logró escapar y cuenta lo ocurrido aquella noche en que su vida cambió para siempre. Atención: la crudeza de la historia podría resultar inapropiada para algunas personas. (Lucas García)
Zurita y el canto al dolor
“Pegado, pegado, a las rocas, al mar y a las montañas” dice uno de los versos más recordados de Canto a su amor desaparecido, un clásico de la obra de Raúl Zurita, reciente ganador del Premio Reina Sofía 2020 de Poesía Iberoamericana. Este poemario, original de 1985, y reeditado en 2019 por Ediciones UDP, es una buena (y bestial) entrada a la obra del poeta y artista visual, quien ha desarrollado una carrera siempre basada en lo personal, pero vinculada siempre a lo colectivo. Uno de los clásicos de la literatura chilena que exuda el dolor de las violaciones a los DDHH durante la dictadura, llevado a los versos libres y creativos de Zurita, quien además hace uno de sus juegos de lenguaje entre nichos de cementerio con los países del cono sur donde también hubo regímenes autoritarios. Un libro que a su autor, como ha comentado, le causó dolor escribir, y eso se trasunta de manera irreversible. (Pablo Retamal N.)
Liviano, redondo y original
Al ingresar “stand up” en el buscador de cualquier servicio de streaming, las opciones son tan variadas que puede ser un tanto abrumador. Hombres y mujeres de diversas edades, toman el micrófono y hablan sobre distintos temas. Chelsea Peretti abraza esta misma ola de oferta, y la usa a su favor insertando mini sketches en su monólogo, y riéndose de sí misma. Es una extraña mezcla entre un show en vivo, y una comedia cuidadosamente escrita y grabada a cuatro cámaras, que a ratos rompe la cuarta pared. Citando a los creadores de Seinfeld, el stand up titulado Chelsea Peretti: One of the greats, es un show sobre todo y nada. Un buen panorama para desconectar por una hora el cerebro y dejarse llevar por la rutina de una de las escritoras de Saturday Night Live. (Mónica Garrido V.)
Del volar de los Blops
El primer rock chileno generó dos corrientes; una en que se siguieron los patrones del primer mundo, y otra en que se intentó una “chilenización” del rock, mezclando ritmos e instrumentos. Los Blops fueron notables exponentes del segundo caso. Tras editar un primer álbum homónimo con DICAP que incluía la inmortal “Los Momentos”, en 1971 lanzaron su segundo disco conocido como Del volar de las palomas. Un trabajo que contó con el folclorista Ángel Parra como productor, quien además toca la guitarra y canta en la canción que le da título al LP. El grupo creó el material mientras vivía en comunidad en La Manchufela, un antiguo convento en La Reina. En las letras se plasma el profundo interés humanista de los músicos. “Un bosque es igual como granos de sal y peces en el mar”, dice parte de la letra de “El río donde va”, escrita por el eximio guitarrista Julio Villalobos. Un rock chileno que en una época tormentosa, cantó a la naturaleza, las lindas mañanas, el sol y los campos verdes (Felipe Retamal N).
Un alud de sonidos arrasó con la ciudad en silencio
Hace más de una década que Cómo Asesinar a Felipes llamó la atención, primero por el nombre, y luego —y sobre todo— por la música. Hace un par de meses, en medio de la crisis sanitaria, apareció en plataformas una versión negra de su disco Colores y cadáveres, con versiones instrumentales de los temas, sin las voces de Koala Contreras o los invitados Álvaro España y Epicentro, resaltando el sonido análogo y la estética CAF. ¿A qué suena esta banda que se graba tocando al mismo tiempo? “Creo que lo que sucedió en los sesentas y setentas en términos musicales es insuperable”, contó hace un lustro el baterista Felipe Metraca, “encuentro música más interesante en esos años que ahora, y es ahí donde buscamos inspiración a la hora de componer. Además somos amantes del jazz y los discos que nos gustan fueron grabados con pocas tomas y todos juntos”. (Alejandro Jofré)
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Oda a las raíces
Mama, you can bet!, esta invitación es el título del tercer álbum en solitario de la cantante, productora y multiinstrumentista, Georgia Anne Muldrow, bajo la identidad de Jyoti -nombre que le fue entregado por la legendaria Alice Coltrane-, lanzado en los últimos días de agosto. En sus quince tracks, recorre con la soltura del jazz diferentes rincones de la trayectoria musical afroamericana, que en estos días de marchas y violencia policial, asoma como un interesante tributo, pero no desde el dolor sino que desde la sonoridad. Por ello es una interesante propuesta que mezcla momentos de jazz al piano, soul, percusiones africanas, juegos de pregunta y respuesta, bases de hip hop y un exquisito uso de la disonancia, manejada con talento. Alejada de la canción pop, se trata de una propuesta que se despliega sobre lo ancho de la musicalidad de los estilos. Y los límites son sorprendentes. (Felipe Retamal N.)
El gran escape a la chilena
Fue uno de los estrenos más exitosos del cine nacional previo a la pandemia. Pacto de Fuga, protagonizada por Benjamín Vicuña y Roberto Farías, llegó a Amazon Prime para coronar las nuevas adquisiciones al catálogo streaming, con una historia basada en hechos reales. Dirigida por David Albala, relata cómo un grupo de presos políticos planificó un escape desde la Cárcel Pública de Santiago cavando un túnel de 60 metros de extensión. Con tomas panorámicas de su vía de libertad, ambientación sonora con temas de Sol y Lluvia y Los Prisioneros, y una fotografía en tonos ocre que remiten a la tierra y el encierro; el filme revive una de las anécdotas más increíbles enmarcada en el enfrentamiento a la dictadura de Pinochet. (Mónica Garrido V.)
Coltrane, supremo
Original de 1964, A love supreme es una versión desatada de John Coltrane. Con las ganas de experimentar en torno a las escalas e ir más allá de las fronteras del jazz bebop, el oriundo de Carolina del Norte reclutó una banda de músicos jóvenes, pero todos talentosos y que harían historia a posterior. Con la batería suelta y extraordinaria de Elvin Jones (suena como debe sonar un baterista de jazz), la base que entrega el contrabajo de Jimmy Garrison, y el piano a contrapunto de McCoy Tyner, Coltrane se despacha cuatro piezas maestras, llenas de sorpresas, síncopas y melodías pegajosas en un disco que siempre es un placer volver a escuchar. (Pablo Retamal N.)
Groove al despertar
Hay una sensación en la música funk llamada groove, que entrega una vibración rítmicamente expansiva gracias a la conjunción de la batería y el bajo eléctrico, vale decir, a la sección rítmica de un grupo. El EP Sunshine (vol. 1), del músico Jaco Sánchez, contiene apenas cuatro canciones que inyectan una buena dosis de groove, donde el bajista Felipe Ilabaca se funde con el baterista Felipe Salas en esa música envolvente. Rimas de Matiah Chinaski y voces de Javiera Vinot y Pedropiedra completan uno de los buenos discos aparecidos el año pasado, con las nuevas ideas musicales de Jaco Sánchez como brújula. (Alejandro Jofré)
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No nací para seguir
Es una canción, pero más bien funciona como una cortina. En una escena de la película Easy Rider (1969), mientras Dennis Hopper y Peter Fonda aplanan caminos entre las montañas, suena “Wasn’t Born to follow”, interpretada por los Byrds. Su arreglo, con las guitarras country tocadas por Clarence White y las armonías propias de la banda, sostienen una letra impregnada de la mística hippie, que habla de viajar y ver la luna de diamante. Pero siempre hay algunos rodeos. En estos días de confinamiento, suena como una refrescante promesa de libertad, en la versión que Yo la Tengo grabó para su EP Sleepless Night -disponible desde octubre-, que incluye cinco covers y un tema inédito. Aunque en estructura y arreglos evoca a la original, es evidente que en la voz suave de Ira Kaplan y la guitarra de Dave Schramm -quien ofrece una lectura personal del trabajo de White-, se desarrolla una sensación de intimidad casera, que se aviene con la estética del indie noventero. Es ideal para un momento de pausa. Mientras la vida pasa de la transición a la preparación (Felipe Retamal N).
Lucha de clases
Es la noticia del día. Parasite, la premiada historia de una familia que se inventa una ficción para salir de la pobreza y termina invadiendo el mundo de los privilegiados, aunque no todo resulta según lo planificado, aterriza en Netflix. En la última ganadora del Oscar a Mejor película, los cuatro integrantes de la familia Kim viven en uno de los famosos semisótanos surcoreanos conocidos como banjihas, donde el olor a humedad, la estrechez del espacio y el desorden de la vivienda operan como una metáfora de sus vidas: están abajo, pero no tan abajo, aún quedan esperanzas por salir a flote. La historia del director Bong Joon-ho avanza cuando un buen día uno de los Kim conoce a la pudiente familia Park, habitantes de una casa de exclusivo diseño, amplia y casi vacía. Entonces ambas familias comienzan a relacionarse por la única razón por la que suelen cruzarse las clases sociales en las sociedades más rígidas: el trabajo. Poco a poco, los Kim engañan a los Park hasta convertirse en sus empleados. La manipulación tensa el relato y subvierte los roles, con muchas capas de interpretación por descubrir. (Lucas García)
Yacarés versus humanos
Unos yacarés del río Paraná ven interrumpida su bucólica y tranquila vida con la aparición de un barco, el cual, con el ruido espanta a los peces, su principal fuente de alimento. Para impedir que lleguen más, los yacarés construyen un dique, pero un acorazado de guerra lo hunde a cañonazos con tal de permitir la circulación de los buques. Conscientes de que sus vidas corren peligro, los reptiles corren a pedirle un torpedo a un surubí que tiene uno guardado. Es la trama de “La guerra de los yacarés”, uno de los relatos clásicos de Horacio Quiroga y que se encuentra en Cuentos de la selva (1918). La pluma ágil del uruguayo atrapa al lector de inmediato, los personajes tienen carácter y su lectura no solo la pueden disfrutar los más pequeños sino también los niños de cualquier edad que disfruten la lectura. Recomendado. (Pablo Retamal N.)
Para los amantes del cine
En enero de 2020 HBO estrenó una docuserie titulada The Movies, la que a través de 12 episodios de aproximadamente 40 minutos, repasa los mayores hitos del cine desde la era dorada de Hollywood -primera mitad del siglo XX- al cine de los dosmiles. Con entrevistas a directores, directoras, actores, actrices y renombrados críticos del séptimo arte, se hace un repaso lúdico, nostálgico y revelador de aquellas cintas que marcaron a más de una generación. Superhéroes DC y Marvel, las comedias románticas, las galardonadas en los Oscar, musicales, y las sagas de acción y aventura, son solo la punta del iceberg expuesta en esta serie documental producida por Tom Hanks y Gary Goetzman. The Movies está disponible en HBO GO. (Mónica Garrido V.)
Un libro para Aphex Twin
La enorme colección 33 ⅓, creada por Bloomsbury Publishers y traducida en Latinoamérica por Dobra Robota Editora, propone análisis críticos de discos importantes. Tal es el caso de Selected Ambient Works Volume II, uno de los trabajos mayúsculos de Aphex Twin, nombre capital en el mapa de la música electrónica y “motor de desorientación”, según propone el editor de Disquiet y autor del libro, Marc Weidenbaum. El volumen, dedicado al segundo disco de estudio del influyente músico británico, pone en contexto y rastrea los orígenes del ambient, y da cuenta de un fenómeno musical cuando Internet no era masivo. “Es música atemporal, pero no deja de ser un producto de su época”, precisa el periodista al tiempo que propone una escucha atenta del álbum y las lecturas de quienes “también lo han escuchado con atención”. (Alejandro Jofré)
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Los cuentos del Pececillo
En una nueva y acertada reinvención, el “Pececillo” Felipe Avello lee cuentos clásicos en pandemia desde un podcast colgado en Spotify. Obras como “El gato con botas” de Charles Perrault o “El gigante egoísta” de Oscar Wilde, son narradas con la inventiva del comediante más adelantado y camaleónico de nuestro medio, en una refrescante mezcla de humor y audiolibros. (Felipe Ojeda)
Jazz retrofuturista
A menudo considerado un género del pasado, el jazz gana un poco de aire contemporáneo en sus cruces con otras sonidos. Así al menos se dio en los encuentros informales entre el talentoso Chaz Bundick, más conocido por su proyecto Toro y Moi, con el dúo de hermanos Mattson 2, dedicados al jazz. El resultado de varias sesiones de grabación improvisadas bajo el sol de California, se escucha en el disco Star Stuff (2017), un trabajo de ocho pistas que van más allá del género canción, o el trabajo sobre patrones de acordes. A ratos navega entre la psicodelia, el funk, el afrobeat y el synthpop con ciertos guiños a Giorgio Moroder. Son grabaciones de un marcado aire retro, con sonido lo-fi, pero que resuenan frescas por su desparpajo. Atención con algunos momentos; el soul elegante y melodioso sostenido en armonías vocales de “A search” o la fusión funk sostenida en el sonido incisivo del wah wah de “Steve Pink”, son momentos de escucha atenta, pero también una invitación al movimiento (Felipe Retamal N).
Rock & terror
¿O terror y rock? Los dos tópicos definen, por así decirlo, la obra de Mariana Enríquez, nombre capital entre los autores de recambio en la región, que acaba de publicar un nuevo volumen contundente: El otro lado (Ediciones UDP), a solo meses de lanzar Nuestra parte de noche (Anagrama), ganadora del Premio Herralde. Ahora, en 700 páginas, la argentina reúne sus textos publicados con la urgencia de redacciones como Página/12 y otros medios del continente, trazando un mapa de obsesiones que más o menos adivinamos en sus libros de cuentos publicados en Chile por la editorial Montacerdos: Alguien camina sobre tu tumba y Cuando hablábamos con los muertos. Ahí están Keith Richards, Asia Argento, su adorado Stephen King o la banda Low, de quienes tomó prestado el nombre de su disco Things We Lost in the Fire para titular otro de sus libros imprescindibles. Con la edición y selección de la periodista Leila Guerriero, Enríquez confirma sus credenciales en las artes del fanatismo, la crónica del yo y la no ficción. (Alejandro Jofré)
Fuguet en formato corto
Más conocido por sus novelas, el escritor nacional Alberto Fuguet también ha incursionado en el género del cuento. En esta cancha, destaca Sobredosis (1990), una colección de cinco cuentos. Todos con las características temáticas urbanas de autor, entre gente extraña, carretes ochenteros y por supuesto, los infaltables guiños a la cultura pop. Destacamos “Deambulando por la orilla oscura” (una suerte de cortometraje en palabras), “Amor sobre ruedas” y la sorprendente “Pelando a Rocío”. Este libro se puede encontrar en Cuentos reunidos, el compilado que Literatura Random House sacó en 2018 con los tres volúmenes de relatos breves de Fuguet, además de la reedición de la misma casa editorial. (Pablo Retamal N.)
La magia de la música en breve
Vox Media y Netflix crearon y produjeron una docuserie que trata diversos temas en un promedio de 20 minutos. Con entrevistas, videos, fotografías y diagramas animados, cada episodio logra profundizar una temática y revelar aristas desconocidas para el común de las personas. Su primer episodio está dedicado a la música y cuenta con la narración de la cantante Carly Rae Jepsen -sí, la misma de “Call me maybe”-. Por medio del relato de una DJ que dejó de entender la música por una afección neurológica, la explicación de expertos, un repaso a la historia melódica que va desde los primeros instrumentos creados por el humano, la capacidad de distintas especies para comprender el ritmo y diferencias tonales, y los poderes curativos de una canción; la docuserie En Pocas Palabras es capaz de hacer un mapeo completo del fenómeno de la música con un lenguaje simple, didáctico y breve. (Mónica Garrido).
Matar a Tom Cruise: cientos, miles de veces
El insomnio y esa moral-de-Día-de-la-Marmota producto de la pandemia, pueden llevarte a hacer cosas extrañas. Digo “Ok Google: buscar películas de Tom Cruise” y el azul marino de Amazon Prime me devuelve un título que en sus años pasó desapercibido, pero que no tiene nada de desperdicio. Al filo del mañana (2014), o Edge of Tomorrow para los puristas, con el niño mimado de la Cienciología y Emily Blunt, promete. La idea es simple. En 113 minutos, Tom Cruise interpreta a un oficial militar más hábil para las relaciones públicas que el combate. Sin embargo, se ve atrapado en la primera línea contra una invasión alienígena. La gracia, lo distintivo de Edge of Tomorrow, es que el personaje de Tom queda preso de un loop temporal. Lo interesante es que William Cage, el personaje de Cruise, consigue aprender de la experiencia de la muerte. Parece decirnos que nuestra civilización se levanta, fue configurada, digamos, a la manera de la ley de causa y efecto, de la idea de que toda acción provoca una reacción, una consecuencia o un resultado. Entretenida y ágil, como buena película de acción del hombre que no envejece porque supuestamente solo bebe un agua mineral de los manantiales de Royal Deeside, situados al norte de Escocia, Edge of Tomorrow engancha y entretiene con la dosis exacta para romper el loop de la pandemia. (Lucas García)
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¡Master, master!
Paseando por los servicios de streaming de audio, más allá del catálogo y el precio, Tidal se roba la película en cuanto a calidad. No solo ofrece alternativas sin pérdida de datos al momento de oír nuestra música favorita, también cuenta con una opción para escuchar discos en calidad Master. ¿Master? Esto quiere decir “archivos autenticados del proceso de masterización” que prometen “calidad de estudio”. Los discos en calidad Master tienen una resolución de más del doble que las HiFi, de hermosos 24-Bit/96 kHz con una claridad y profundidad demenciales. Para tratar de aterrizar estos números, se podría decir que es lo más cercano que podemos llegar en el streaming a lo que escucha un sonidista al hacer la mezcla en el estudio y a un precio razonable. Muy por encima de los OGG 320 Kbit/s que ofrece la mejor versión de Spotify e incluso por sobre el FLAC 16-Bit/44.1 kHz de Deezer. Ahora, no todo está en calidad master, pero la lista incluye joyas como Pet Sounds de los Beach Boys, Sgt. Pepper de los Beatles, Like a virgin de Madonna o Hot Sauce Committee (Pt. 2) de Beastie Boys. La experiencia se puede complementar con unos buenos parlantes —dato: los expertos siempre recomiendan que el material sea madera—. Acá un listado de WhatHiFi que incluye los más económicos y de alta fidelidad en 2020. (Alejandro Jofré)
Adrenalina pura
Tom Kirkman es Secretario de Vivienda en Estados Unidos y el “sobreviviente designado” durante la noche del Discurso del Estado de la Unión -una suerte de cuenta pública, como la del 1 de junio en Chile-. La ceremonia anual, que cuenta con la presencia de todos los ministros de estado y el Congreso, se realiza en el Capitolio, concentrando a las autoridades más relevantes del país. Fue ese precisamente el lugar e instancia elegidos para detonar una gran explosión que acabó con la vida de todos -excepto uno, que cobrará relevancia en el transcurso de la historia- obligando a Tom Kirkman a asumir el cargo de Presidente de Estados Unidos. Aquella tragedia, y las dudas sobre su capacidad en el alto puesto, serán solo el comienzo de un complot de proporciones insospechadas. Una producción con altas dosis de acción y suspenso, protagonizada por Kiefer Sutherland (protagonista también de la serie 24). Disponible en Netflix. (Mónica Garrido V.)
Melodía de las palabras y una permanente sorpresa
Es uno de los nombres relevantes en la poesía chilena, y podría estar perfectamente entre las nominadas al Premio Nacional de Literatura (que este año tiene a tres poetas entre las postulantes). Verónica Zondek (1953) nacida en Santiago, y residente en Valdivia, tiene la cualidad de poder abordar la poesía en varios formatos, en versos largos, poemas breves, caligramas, juegos de palabras y poemas largos con tono épico. Lo suyo no son los endecasílabos sáficos, ni heroicos, ni dactílicos ni los alejandrinos. Más bien, ocupa verso libre y va por concretar una idea o una sensación, privilegiando fijar bien el ritmo antes que la técnica más clásica. Si se leen en voz alta los poemas que constituyen la antología Ojo de agua (Lumen, 2019) el lector cae de inmediato atrapado en la melodía de las palabras y la belleza de cómo suenan. Leerla es toda una experiencia, una permanente sorpresa. (Pablo Retamal N.)
Descartes periódicos
Así se titula el libro del periodista Juan Rodríguez M. que reúne sus entrevistas publicadas en el suplemento Artes y Letras de El Mercurio, aunque con el matiz de incluir material descartado y cercenado por las limitaciones del espacio y la velocidad con que circula la prensa tradicional. El libro incluye conversaciones con escritores como la cubana Wendy Guerra, el mexicano Juan Villoro y el argentino César Aira. (Felipe Ojeda)
Psicodelia a la brasileña
Como ocurrió en su minuto con el Rock & Roll, entre las ciudades de Sudamérica también se forjó una mirada local sobre un estilo foráneo que ha marcado el pulso del rock en la última década; la psicodelia. Hace un lustro, los brasileños Bike (en homenaje al tema que cierra el primer disco de Pink Floyd) firmaron un apabullante álbum debut, titulado 1943. En solo ocho canciones -cantadas en portugués-, la banda desarrolla un sonido ensoñador, cargado a los reverbs y delays, que tiene una sorprendente identidad. El disco supone una traducción en estudio de su intenso trabajo en vivo, pulido en una ingente cantidad de shows y giras por USA y Europa. Pero además, entre sus guitarras llenas de phaser y fuzz, cuelan percusiones e instrumentos autóctonos de su tierra como la viola brasileña. Por su sonido, los paulistas se vinculan con otros puntales generacionales como Pond y Tame Impala, de hecho este disco fue masterizado por Rob Grant quien hizo el mismo trabajo para el proyecto de Kevin Parker. Pero en este álbum hay un interés por hacer las cosas desde otra óptica (Felipe Retamal N).
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Gente normal
Normal people se llama la adictiva serie de Starz Play —señal disponible en Chile a través de Apple TV+— que muestra la ardiente y juvenil historia entre Marianne (Daisy Edgar-Jones) y Connell (Paul Mescal). Ambos son compañeros de colegio, él, deportista querido y popular, ella, solitaria e intimidante. Todos saben que ella vive en una mansión y que la madre de él se encarga de su limpieza, pero nadie sospecha que cada tarde ambos coinciden y dan riendas sueltas a formas extrañas e indelebles del amor oculto. (Lucas García)
Todos mienten
Son pocos los pacientes con los que Gregory House interactúa directamente. Usualmente envía a los miembros de su equipo a realizar las historias clínicas, exámenes y preguntas o dar la información de rigor. ¿Por qué un médico se niega a conocer al paciente que pretende diagnosticar? Porque asegura que todos mienten -y porque su personalidad más bien apática lo motiva más a jugar bromas y comentarios sarcásticos a su reducido círculo-. Independiente de los motivos -nobles o no-, House no se equivoca, y el problema radica en que una mentira -por muy inofensiva o irrelevante que parezca- es capaz de incidir en el curso que toma la enfermedad de turno (que rara vez es lupus). La cuarentena da el tiempo para revisitar House M.D., serie emitida por Universal entre 2004 y 2012, y que actualmente está disponible en Amazon Prime. (Mónica Garrido)
Una novela sobre la infancia
El gran acierto de la novela Space Invaders (Alquimia, 2013), de la actriz, dramaturga y escritora Nona Fernández, es que parece una novela sobre la infancia durante el Chile de los ’80s...pero no es una novela sobre la infancia. Parece que es un relato acerca de la cotidianeidad de escolares en un liceo de Santiago centro, pero no lo es. Amén de su prosa emotiva y con cierto desparpajo, Nona relata la historia de la pequeña Estrella González, quien ve cómo hechos que por su edad e intereses podrían resultarle ajenos, terminan por sacudir su vida. Su padre es carabinero y se ve envuelto en uno de los casos emblemáticos de asesinatos políticos cometidos por la dictadura. Sin duda, una forma diferente de acercarse a un período de la historia reciente del país, y que cruza de alguna gran parte de la obra de Nona Fernández. Organizada de forma intencionada como si fuese una obra de teatro, Space Invaders es un neoclásico de las letras chilenas, imperdible. (Pablo Retamal N.)
Elegante experimento
Cinema tornamesa (2020) se llama el nuevo disco del DJ Spacio, integrante de Cómo Asesinar a Felipes que acaba de ganar el Premio Pulsar a Mejor disco del año por Naturaleza muerta (2019). Cinema tornamesa es su debut en solitario, una mezcla de banda sonora del viejo celuloide, jazz y rap psicodélico que comenzó a trabajar hace una década en una MPC acompañado de Foex. Juntos armaron una serie de bases, las que luego decidió reemplazar por instrumentos tocados por integrantes de CAF y músicos invitados como Raimundo Santander en guitarra, Milton Russell en contrabajo o Sebastián Jordan en trompeta. El resultado es un viaje estimulante hacia las antiguas bandas sonoras del cine italiano con un envoltorio remozado y elegante. (Alejandro Jofré)
Música para no detenerse
Dos días de encierro en una residencia en los Alpes, le tomó al sexteto suizo L'éclair grabar su tercer álbum, el sorprendente Sauropoda (2019). Un nombre improbable que resume el ideario del grupo; grabar largas improvisaciones, sin canto, en que a partir de una sólida sección de ritmo construyen composiciones en que se entrelazan las melodías de guitarras, teclados y bajo, que por momentos cruzan territorios diferentes; los acentos y la dinámica del funk (algo más cerca de la escuela de Sly Stone que la de J Brown), las texturas de la psicodelia y los fraseos intrincados del prog. Las cinco piezas de Sauropoda, un álbum de sonido lo-fi que privilegia el directo por sobre el artificio, son en rigor improvisaciones que el grupo ha pulido en sus presentaciones en vivo (una vez tocaron tres horas sin detenerse). Estas suenan sorprendentemente frescas, a ratos hasta bailables, con el añadido de percusiones y distintos timbres que no se topan entre sí. Cada músico comprende que está al servicio de la composición. Por ello, esta ofrece una permanente sensación de avance, como si el camino fuera más interesante que el producto. Tal vez, ese es precisamente su sello: recordarse permanentemente la sensación de tocar (Felipe Retamal N).
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La historia como campo de batalla
No es un manual de soluciones, no es una mesa de diálogo: La frontera: crónica de la Araucanía rebelde (Catalonia/UDP, 2015 ), de los periodistas Pablo Vergara y Ana Rodríguez, muestra el laberinto en que se ha transformado el llamado “Conflicto Mapuche”, desde un detallado recorrido histórico y periodístico que ilumina hitos recientes como el crimen del matrimonio de empresarios agrícolas Luchsinger-MacKay, en 2013, o el asesinato del universitario mapuche Matías Catrileo un lustro antes, sin obviar asuntos como los continuos levantamientos al sur del río Biobío o la contrarreforma agraria ejecutada después de 1973. Ambientado en las regiones Octava y Novena, el texto documenta los antecedentes de un pueblo que ya en el siglo XIX fue invadido por el Estado chileno y que durante todo el siglo XX fue amenazado con desaparecer. Y entrega detalles interesantes como que los intelectuales mapuche leen a Frantz Fanon, revolucionario y teórico anticolonialista de los sesenta que escribió Los condenados de la tierra, sobre el fin de los imperios en África. (Felipe Ojeda)
El delicado sonido del sol
Como otros en su generación, el australiano Nick Sowersby (31) prefiere diluir su nombre en el de un proyecto que parece resumir su ideario. Sunbeam Sound Machine es la identidad con la que ha desarrollado una obra musical que en principio tiene una evidente afición por la psicodelia en el cuidadoso trabajo de producción, las ingentes capas de sonido (en su primer álbum, cada canción tiene al menos 15 pistas de guitarra), y las melodías de notas largas, bañadas en eco y entonadas como en un sueño lejano. Tras dos epés, firmó un excelente álbum debut, Wonderer (2014), grabado en el garage de las casas donde residía en Melbourne, y que fue mezclado por otro prócer aussie, Stu Mackenzie de King Gizzard & the Lizard Wizard. El disco de sonido brumoso y de baja fidelidad le dio a su autor una inesperada visibilidad merced a sus paisajes de sonido (como Kevin Parker, trabaja directamente sobre los efectos) y sus letras en que expone dudas (“¿y si es solo un momento en el tiempo?”, lanza en “Wandering I”) y emociones sin aspavientos (“El amor me trajo aquí, el amor me enseñó a dónde ir”, dice en la sentimental “In your arms”). Tras cinco años en que dudó y luchó contra la presión del éxito de su debut, Sowersby editó su segundo largaduración, Goodness Gracious, el que presenta un sonido más pulido, menos abrasivo y que expone algunos cruces con la canción pop. Pero de momento, Sowersby hace honor a su chapa y prefiere presentarse como obseso del sonido, las perillas y las guitarras, más que un hambriento de fama. Y eso, en la era de Tik Tok, no es menor. (Felipe Retamal N)
La realidad supera la ficción (como suele suceder)
En 2016 CHV estrenó con una serie financiada con apoyo del CNTV que mezclaba el periodismo de investigación, militares, isapres y el terrorismo como método disuasivo. Bala Loca es un acierto de principio a fin: la interpretación de Alejandro Goic de un periodista que añora su trabajo contra la Dictadura y reniega de la farándula a la que dedicó 10 años; provoca una inmersión completa en un complot que cada episodio para ser más grande y peligroso. En el primer episodio, una periodista de investigación independiente -interpretada por Catalina Saavedra- augura en un programa de radio: “Creo que ir en contra del sistema siempre tiene sus riesgos y yo hace muchos años que acepté ese riesgos. Ahora la pregunta para mí es ¿Cuánto tiempo va pasar antes que la gente explote?”. No muy alejado de lo que comenzó en octubre de 2019 ¿No? Una serie chilena con un elenco de lujo, cuya narrativa encapsula la corrupción en lenguaje suspense. (Mónica Garrido)
Una historia familiar
El padre de Ania le pide a esta que -a nombre suyo y de la familia- viaje a la Argentina, a un pueblo perdido en la cuenca del río Paraná, para que acompañe en sus últimos días a un primo suyo. El periplo despertará en Ania una serie de recuerdos y vivencias familiares que de a poco van tomando cuerpo en la novela. Con una técnica pulida, la escritora nacional Alejandra Costamagna nos deslumbró con El sistema del tacto (Anagrama, 2018) donde, basada en la vida de su propia familia, cuenta la historia de Ania y la entrecruza con la voz del pasado de su tío a quien va a despedir. Tiempos pretéritos y presentes conviven de manera óptima en la novela, sin hacer ruido. También destaca el uso de otros materiales narrativos que son colocados con un timing preciso dentro de la novela, y que de alguna forma contribuyen a darle cierta unidad a esta sinfonía de dos voces. Finalista del Premio Herralde de novela 2018, es una obra imperdible de una de las escritoras más talentosas de su generación (Pablo Retamal N.).
Retrato africano
Traducido al español en medio del estallido social chileno, Congo (Taurus, 2019), del arqueólogo e historiador belga, David Van Reybrouck, subvierte la historia de la nación africana como una vibrante protagonista de la historia mundial, desde el calor sofocante de Kinsasa hasta los primeros cazadores de esclavos. El autor se propuso contar la turbulenta historia del Congo cuando el país estaba a punto cumplir los cincuenta años, pero la esperanza de vida de sus habitantes apenas alcanzaba los cuarenta y cinco. Lo que logra es un relato coral con voces de los más variados viandantes, dictadores, niños soldado y artistas. En una crónica al más puro estilo de Kapuscinski. (Alejandro Jofré)
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Al siguiente nivel
Hace una década, Foals superó la difícil etiqueta de banda revelación con un sorprendente segundo álbum. En las 11 canciones de Total Life Forever, los de Oxford decidieron correr riesgos. Si su celebrado debut Antidotes (2008) metió un par de sencillos que los sudorosos jóvenes millenials bailaron, esta vez su música se hizo algo más expansiva y menos compacta. Por ello, al fan militante se le hizo difícil de digerir (“se necesita media docena de escuchas antes de que la calidad realmente se asimile”, escribió la crítica Emily Mackay de NME). Su sonido se hizo más abierto, menos “de banda”, y les permitió trabajar piezas más confortables, como la monumental “Spanish Sahara” (el vocalista Yannis Philippakis escribió en twitter que la voz de esa tema la grabó mirando la película Koyaanisqatsi). De todas formas hay momentos en que los cruces entre rock, capas de efectos y los ritmos de inspiración funk se cuelan en piezas como “Miami” (cuya letra se inspiró en el reality show Las Kardashians), “Black Gold” (que incluye una cita a Mike Tyson) y “After Glow”. Según Philippakis, durante el proceso de composición y grabación escucharon mucha música disco setentera, clásica. Los Foals tuvieron el acierto de traducirla a un lenguaje propio muy desafiante. Y diez años después, envejeció de forma convincente (Felipe Retamal N).
Elogio del brutalismo
Un mundo brutal (Phaidon, 2016) se llama el manifiesto visual de Peter Chadwick, un diseñador conocido por hacer las carátulas de Spiritualized y Primal Scream, pero que se obsesionó con la arquitectura brutalista al punto de editar un tapadura de gran formato. Como buen habitante de la periferia, el hombre se empezó a interesar por el paisaje alrededor: las primeras fábricas inglesas que interrumpieron el horizonte de su ciudad, Middlesbrough, eran moles de concreto que proliferaron durante las décadas de la posguerra europea acompañadas de un sonido metálico imposible de obviar. El estilo hizo eco en edificios famosos como La Unité d’Habitation en Marsella, de Le Corbusier, o la Casa Poli, del arquitecto Pezo von Ellrichshausen, ubicada en Coliumo. Según Chadwick, los arquitectos que suscribieron al brutalismo llegaron atraídos por “las posibilidades escultóricas”, la “modernidad incontestable” y las “intenciones socialmente progresistas” en un “clima de declive económico”. (Felipe Ojeda)
Demasiada tecnología
Hábil cronista, Martín Caparrós publicó hace unos meses Ahorita. Apuntes sobre el fin de la Era del Fuego (Anagrama, 2019), una colección de anotaciones breves donde el argentino ensaya en poco menos de cien páginas la velocidad a la que se mueve la hiperconectada sociedad actual. El resultado son lúcidos análisis, con acento en los absurdos en que hemos caído de tanta tecnología y la sarta de temas que han hecho de su firma algo memorable: viajes, comidas, sexo, vejez, entuertos culturales y negocios. (Alejandro Jofré)
El último acierto de HBO
La serie I May Destroy You nos pone en la piel de una incipiente autora británica que sufre un ataque sexual. Escrita y protagonizada por Michaela Coel, quien vivió una experiencia similar, sus esfuerzos por ordenar los borrosos recuerdos de esa infame noche y el consentimiento sexual son los motores del último gran acierto de HBO. (Lucas García)
Canción para ir al desierto
Un hombre, Travis (Harry Dean Stanton), aparece perdido en el desierto de Texas. No parece recordar quién es. Está sumido en el alcohol. Sin futuro, sin nada. Su hermano, Walt (Robert Dean Stockwell), corre desde Los Ángeles a buscarlo. Lleva cuatro años sin verlo. Ni siquiera él sabe lo que ha pasado. Poco a poco, Travis comienza a recordar que dejó atrás a su mujer, Jane (Nastassja Kinski), y a su pequeño hijo, Hunter. Y decide recuperar lo perdido. Con una banda sonora ad-hoc compuesta por el destacado bluesman Ry Cooder, y el guión del escritor Sam Shepard, Paris, Texas (1984) es una de las películas fundamentales de la carrera del director alemán Wim Wenders. Un staff de lujo para un film inolvidable, dentro del llamado género del Road movie, que aborda la paternidad, la soledad y la familia desde la perspectiva del dolor, de lo quebrado, lo agrietado. Paris, Texas está disponible en Amazon Prime Video. Un imperdible. (Pablo Retamal N.)
Sangre, petróleo y abandono
Elegida en 2017 como la mejor película del siglo XXI por The New York Times, There will be blood de Paul Thomas Anderson es una clase de historia y moral protagonizada con maestría por Daniel Day-Lewis. Conocida como Petróleo Sangriento en Hispanoamérica, la historia está protagonizada por Daniel Plainview, un pirquinero de situación precaria que, previo a descubrir petróleo y convertirse en magnate del oro negro, se hace cargo de la crianza de H.W., el bebé de un amigo que fallece en las labores mineras. La cinta relata rápidamente su conversión a importante empresario en la California de principios del siglo XX, pero se enfoca en la compra de una prometedora propiedad con petróleo en sus tierras. El fanatismo religioso, la paternidad y los intereses económicos están al límite constantemente en un tira y afloja que desemboca en la paradoja del éxito versus la soledad. Disponible en Fox Play. (Mónica Garrido)
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Cuentos sobre sótanos y jardines
Si hay un escritor cuyo universo creativo exploró las posibilidades de las historias puertas adentro, ese es Mario Levrero. Un autor uruguayo fallecido en 2004, que además de ser librero -con especial gusto por la novela policial clásica- y fotógrafo aficionado, exploró la narrativa, el humor y el cómic, con un estilo particular en que abundan los giros inesperados, las sensaciones de encierro, las tramas abiertas sobre divergentes laberínticas que a menudo suelen resolverse de manera sorprendente -le suelen comparar con Kafka en ese sentido-. El volumen de Cuentos completos (Penguin Random House, 2019) que recopila la totalidad de su producción en el género del relato breve, es una experiencia de lectura desafiante que parece expandir la tradición del relato de misterio hacia territorios diferentes. Totalmente idóneo en tiempos de encierro. (Felipe Retamal N.)
Jazz, desconfianza, terror
“El jazz es el último refugio de los músicos sin talento”, dice el personaje de Tony Wilson en la película 24 Hour Party People, “los jazzistas disfrutan más escuchándose que quienes los escuchan”. Ah bueno, puede ser. No lo sé. Lo que sí sabemos, al menos quienes hemos seguido cada episodio de Homeland, es que no se puede improvisar sin habilidad ni intuición, y que a veces, en algunos casos, escucharlo requiere aumentar la atención y concentración. Pero… ¿por qué hablamos de jazz y Homeland en un mismo párrafo? Resulta que en la serie —estrenada allá por el lejano 2011 y disponible en Amazon Prime— no solo resuena la música de Tomasz Stanko Quintet o “Airegin” y “My funny Valentine” a cargo de Miles Davis; Carrie Mathison, su protagonista, actúa como la mejor intérprete del género. Como en el jazz, que representa la libertad más absoluta, el trabajo de Carrie depende de su estado de ánimo y de la lectura que hace de su propio universo para lidiar, por ejemplo, contra el terrorismo islámico, la corrupción en las altas esferas del poder y todos sus deleznables entresijos. Habría que escribir un ensayito sobre Homeland y el jazz. Sería algo así como Claire Danes revelándose en todo su esplendor, Damian Lewis corriendo sus propios límites y algunas variaciones de la fórmula “gato-agente-de-la-CIA versus ratón-prisionero-de-guerra-que-regresa-a-casa-convertido-en-héroe + síndrome de Estocolmo”. Aunque nacieron en momentos muy distintos ver por segunda vez Homeland me recordó a otra serie, menor si se quiere, aunque igual de informada, sorprendente y adictiva: 24. Las dos parecen conversar sobre los servicios de inteligencia y desconfiar hasta del gato. Ambas nacen desde el ruido ambiental post-11-S y la respuesta estadounidense con la invasión a Irak, Afganistán y, luego, los secretos incómodos de Abu Ghraib y Guantánamo. Pero, sobre todo, Jack Bauer y Carrie Mathison son obra del showrunner Howard Gordon, y la última, por así decirlo, es la versión macerada, inteligente y mejorada del primero. Hay que ver Homeland. Son 8 ciclos realistas e impredecibles que, como en el jazz —y Carrie Mathison—, pueden ir de los furiosos ritmos Bebop al imperturbable Cool. (Alejandro Jofré)
Un ensayo sobre un single fundamental
¿Puede hacerse un libro basado solamente en una canción? Greil Marcus (1945) pudo hacerlo. Acaso uno de los mejores críticos musicales del mundo (junto con Simon Reynolds), Marcus despacha un ensayo pop brillante en Like a Rolling Stone: Bob Dylan en la encrucijada (Global Rhythm Press, 2010) en el que explica qué pasaba por el universo de Bob Dylan cuando grabó el tema en 1965, para el fundamental álbum Highway 61 revisited. Cuenta que la canción resultó ser un hito crucial, pues si bien ya venía de lanzar un disco con sonido eléctrico y en clave pop (Bringing It All Back Home, en marzo de ese año), fue con este single el que rompió esquemas. Una canción de 6 minutos que en el disco de 7″ debió ser dividida y fue una de las composiciones que el 25 de julio de 1965 -solo cinco días después de lanzarse el single- interpretó en el legendario show del Festival folk de Newport, donde fue abucheado. Para Marcus, Dylan estaba entrando en el terreno de los Beatles, y tendría mucho que decir. Una lectura absolutamente recomendable. (Pablo Retamal N.)
Scorsese con piel de Hitchcock
Como en el mejor thriller de Alfred Hitchcock —violines incluidos—, en Cape fear —o Cabo de miedo, disponible en HBO GO— Martin Scorsese dirige a Robert De Niro en uno de sus roles más perturbadores: Max Cady, un agresivo violador y exconvicto que, tras cumplir una larga condena, regresa a la libertad con una sola idea en mente: hostigar al abogado a cargo de su defensa. Así, comienza a entrometerse en su vida hasta cultivar una relación con Danielle, su hija adolescente interpretada por una debutante Juliette Lewis. (Lucas García)
Un asesino en serie que usa sus habilidades ¿para el bien?
La delgada línea entre lo correcto e incorrecto se corta con el bisturí de Dexter Morgan, un forense especializado en “sangre” -es decir, que puede determinar por el tipo de manchas cómo se perpetró el crimen-, el que a su vez es un asesino en serie. Pero Dexter tiene las cosas claras desde temprana edad: su padre -un expolicía- le explicó que canalizara esa sed de sangre en criminales. Mientras Dexter realiza su labor como detective forense, y lidia con su propia vida como una persona de ciertas dificultades sociales, él hace justicia con sus propias manos haciendo pagar a pedófilos, homicidas y violadores. Dexter está disponible en Amazon Prime Video. (Mónica Garrido)
Los colores de un Radiohead
Earth se llama el primer disco como solista de EOB, o Ed O’Brien, el guitarrista de Radiohead. Un trabajo inspirado en Carl Sagan y Screamadelica, que vio la luz en medio del encierro por la crisis sanitaria y que, al contrario de la primera parte de 2020, asoma luminoso y hasta divertido. En Earth los estilos parecen borrar sus fronteras en razón una paleta “ecléctica”, según comenta The Guardian, por mezclar sin prejuicios ambientes folk, euforia electrónica y pulso dance-rock, y donde participan la cantante Laura Marling, el guitarrista de Portishead, Adrian Utley, el baterista de Wilco, Glenn Kotche, y el bajista de Radiohead, Colin Greenwood, entre otros músicos invitados. Hay que poner atención a las dos canciones por sobre los ocho minutos, “Brasil” y “Olympik”. (Baltasar Daza)
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Psicodelia en el sol naciente
Lo más simple para explicar a Kikagaku Moyo es decir que es una banda japonesa, integrada por cinco jóvenes adustos, cuya sonoridad juega entre las reminiscencias del pasado y el ánimo de explorar ciertas ideas del presente. Pero en rigor, son unos artesanos de una propuesta sostenida en las claves de la psicodelia de sabor setentero, que resulta refrescante: progresiones armónicas que se repiten como una oración, sobre las que trabajan capas de sonidos, que van desde el sitar eléctrico, las guitarras, las percusiones de mano a los riffs filosos de guitarra disparados con fuzz. Con cuatro discos y dos epés publicados desde 2013, son una buena alternativa para oídos inquietos y mentes en expansión. (Felipe Retamal N.)
Discos como boletas
La cuenta de instagram @albumreceipts colecciona imágenes con una premisa sencilla: llevar al formato de un recibo de compras la información de un álbum musical. Un fan art curioso cuya inspiración vino desde un post de reddit que hizo eco entre estudiantes de la Universidad de Boston. En pocos meses se hicieron virales gracias a las redes de varios artistas y sitios musicales adaptando carátulas de gente como Tame Impala, Odesza o Frank Ocean. (Baltasar Daza)
Un libro hecho vinilo
Jorge González sólo escucha música en acetato. Desde su retiro, no ha querido saber nada del streaming y la música condensada en forma de archivos. Mucho menos en CD, dice que le “rompen los oídos”. Con el último libro del periodista Emiliano Aguayo Independencia Cultural, Conversaciones con Jorge González (2005-2020) como excusa, volví a revistar las canciones que el compositor grabó en el invierno alemán del 2012. Nada de Spotify, había que hacerlo como a él le gusta: en 12 pulgadas, un domingo en la mañana con tostadas, café y luz colándose por las persianas. Invierno chileno del 2020. (Raúl Álvarez)
Manufactura nacional en un grande del streaming
Entre tantas opciones extranjeras gracias a la facilidad de los servicios de streaming, a veces es bueno revisitar las producciones nacionales, más aún cuando tienen reconocimiento internacional. El Reemplazante, emitida originalmente en TVN en 2012, fue adquirida por Netflix en marzo de 2017, y con justa razón. Un exitoso ingeniero comercial hace perder millones a la empresa para la que trabaja, lo que es considerado como una traición por su jefe y lo acusa de fraude. Tras cumplir una condena de tres meses, intenta rehacer su vida y no le queda más alternativa que regresar a la casa de sus padres en San Miguel. Allí su progenitor le sugiere que acepte el trabajo de profesor reemplazante de matemáticas en el colegio municipal Príncipe Carlos. Si bien en un comienzo no le agrada la idea, al tiempo de conocer a los alumnos y sus realidades, se propone motivar sus sueños y enseñarles a creer en sí mismos. (Mónica Garrido)
El cantar de los marginales
Es un clásico de la literatura de los Estados Unidos, y sus primeros versos son como un mantra que cualquier amante de la poesía debiera repetir una y otra vez. “Vi las mejores mentes de mi generación destruidas por la locura…”. Aullido y otros poemas (1955) fue el debut del poeta Allen Ginsberg, uno de los puntales de la llamada “generación beat”. El poema principal -que da el nombre al libro- es un poema largo, épico, en verso libre, muy al estilo de Walt Whitman, donde pone en una dimensión heroica a drogadictos, escritores malditos, homosexuales, vagos y marginales. Algo así como el Cantar de mio Cid pero con mucho olor a callejón oscuro, sucio y abandonado de la costa oeste. Recomiendo la edición bilingüe de Anagrama, con la excelente traducción de Rodrigo Olavarría. (Pablo Retamal N.)
Un timelapse de la vida
A ghost story —disponible en Netflix— es un extraño artefacto en días de scrolling y zapping acelerados: cada escena se toma su tiempo, sin prisas, para contar que alguien que estaba dejó de estar y su espíritu queda prisionero de la casa que lo vio dormir. Una historia reposada que exige complicidad en el acto fílmico de ver una película filmada en un añejo y hermoso 4:3 con las esquinas redondeadas. (Lucas García)
Recuerdos de Luis Cheul
Una tarde viñamarina llegó hasta la escuela de periodismo una camioneta cargada con equipos. Era una actividad de extensión sin promoción alguna. De inmediato, un trío de jazz-rockero enchufó sus equipos y comenzó a desplegar el vigor de sus canciones sin presentación. Se trataba del Luis Cheul trío, grupo liderado por un músico de exquisita técnica para el bajo eléctrico que dio uno de los buenos discos del instrumento: Luis Cheul Band (1999). El guitarrista Eduardo Valle y su hermano, el baterista Daniel Cheul, completan la formación. Vale la pena darse una vuelta por su discografía en Spotify. (Alejandro Jofré)
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