El último año ha sido agitado para la directora del Museo Violeta Parra, Cecilia García-Huidobro. Tras el 18 de octubre del año pasado se vio en la obligación de cerrar el museo debido al ambiente crítico y los disturbios que se generaban alrededor. En febrero de este año el edificio ardió por tres incendios consecutivos, que lo dejaron completamente inhabilitado ya que so-lamente la parte de hormigón quedó en pie. Sin embargo, Cecilia García-Huidobro mira con optimismo el futuro del espacio.
Su preocupación por estos días son las reuniones y últimos ajustes para el traslado del Museo Violeta Parra al Centro de Extensión del Instituto Nacional, donde esperan instalarse durante el mes de noviembre. Allí llegarán a ocupar una de las salas de exposición para exhibir las obras de Violeta Parra que debieron ser resguardadas previo a los incendios. Esta nueva casa les permitirá seguir funcionando mientras se discuta y concrete la reconstrucción del edificio ubicado en Vicuña Mackenna 37.
“En este minuto estamos viendo el contrato. Una vez que los dos directorios aprueben este contrato, ya estaríamos en condiciones de cambiarnos inmediatamente. Yo tengo toda la esperanza que en noviembre lo vamos a lograr. Lo que nos entusiasma mucho es poder darnos el tiempo de pensar en el futuro museo. Es una oportunidad para revisarse y para pensar en el futuro”, cuenta su directora.
El proceso de reconstrucción podría extenderse por lo menos durante dos años y comenzaría una vez que se cierre la investigación sobre las causas del incendio, sobre lo cual aún no hay novedades. “Lo único que sé es que también quedaron paradas las investigaciones por la pandemia y lo están retomando recién. No nos han informado ningún resultado, esperamos que la fiscalía que está a cargo pueda decirnos qué pasó", añade.
Sobre la recuperación del museo, Cecilia García-Huidobro espera que sea un proceso de discusión colectiva con el público y espacios amigos. “Espero que este nuevo museo se piense con la comunidad, vamos a invitar al público e instituciones para pensar este museo de verdad, seriamente y desde la comunidad porque pertenece a los chilenos”.
¿Cómo recuerda esos días en que se incendió el museo?
Desde el día uno yo tuve claridad de que estaba ante un proceso histórico de la mayor envergadura y que nosotros como museo estábamos en medio. También sentí que este proceso histórico pasaba por la humildad de escuchar, observar y pensar. Eso es a lo que me he dedicado, con mucho respecto, a escuchar, entender y comprender, pero por ningún motivo a tener soluciones, opinar o escribir columnas. Yo creo que es un momento en que hay que dejar que la ciudadanía se manifieste. No es el momento de actuar como líder en ninguna parte. Eso creo en lo personal. Yo digo que creo que me transformé en una máquina de supervivencia patrimonial, porque todos los días había que ver quién arreglaba los portones, sentía las bombas, salíamos arrancando más temprano, como que no lo pensaba mucho. Pero ahora que sigo yendo al museo porque estamos limpiando, volví a sentir esa desolación. A pesar de todo estoy optimista, creo que viene un tiempo muy positivo para el país si todos sabemos ser generosos. Vamos a crear una sociedad mejor, siento que es posible ahora.
¿Tuvieron problemas con las manifestaciones del domingo pasado?
A mí me duele mucho que el museo esté con containers y alambres cuando justamente es un espacio de acogida a la comunidad. Pero no ha habido otra cosa que hacer, porque también una de nuestras obligaciones es proteger la infraestructura y el contenido del museo; si no lo hubiéramos hecho, no tendríamos nada. Nos dimos cuenta que había un pequeño espacio, entonces el sábado pusimos cortinas para que no pudieran meterse. Creo que estamos protegidos. El museo está limpio, por la pandemia no podíamos ir a trabajar, entonces apenas se produjo el desconfinamiento entramos a limpiar y remover escombros. Ahora estamos con hidrolavado. La estructura de hormigón es lo que está en pie y lo demás se quemó. Espero que este nuevo museo se piense con la comunidad, vamos a invitar al público e instituciones para pensar este museo de verdad, seriamente y desde la comunidad porque pertenece a los chilenos.
¿Le gustaría que el museo se reconstruya en el mismo lugar?
Puedo hablar por mí misma, pero el directorio decide. Yo personalmente siento que es un lugar muy significativo, estamos hablando del corazón de la ciudad de Santiago, un lugar patrimonial. Como soy optimista, creo que esto va a pasar y va a renacer este enclave con mucha mayor fuerza y energía. Yo creo en este espacio, pero si el directorio decidiera otra cosa, por supuesto que vamos a acatar lo que ellos piensen. Ahora, no va a poder ser igual el museo, eso está claro. Esa cantidad de vidrios, yo creo que nunca más, y menos si no son templados. No haber tenido vidrios templados fue nuestra perdición porque quedaron como guillotinas colgando e iban cayendo todo el día. Ahí entran los expertos a replantearse el museo.
En su momento Isabel Parra criticó a la administración del museo por el rol que tenía en medio de las manifestaciones sociales. ¿Qué opina al respecto?
Lo que pasa es que el museo no podía hacer otra cosa en ese minuto. Imagínate, era un museo clausurado, qué podíamos hacer. Yo no tengo nada negativo que decir, lo único es que el directorio sigue funcionando muy bien con entusiasmo y dedicación. Los funcionarios también han estado en las buenas y en las malas, yo les hago un homenaje porque se han adaptado a todo. Creo que eso es lo destacable que el espíritu es positivo y nos anima seguir adelante y que este museo tenga continuidad. Ahora, si el directorio decide cambiarse de lugar, yo no me niego a nada porque ellos van a decidir.
¿Cuál cree que es el rol que se va a potenciar en el museo en esta nueva etapa?
Si bien nosotros estamos muy fuertes en la parte educativa, creo que este rol se va a consolidar muchísimo porque vamos a trabajar por primera vez con una comunidad educativa de manera continua y permanente. Siempre hemos trabajado con distintas comunidades, pero nunca nos ha tocado tener tanta cercanía con una y creo que va a ser muy interesante porque estamos hablando de uno de los emblemas educativos de la historia del país. Y también la parte virtual, que pasará a una etapa mucho más profesional y consolidada.