El 15 de febrero de 2017 fue un día especial para el maestro de la improvisación. Keith Jarrett se presentó en el Carnegie Hall de Manhattan, Nueva York, frente a una audiencia que lo llevó hasta las lágrimas y de la que se despidió con una certeza que llamó la atención:
—Son el primer público que me ha hecho llorar.
El pianista de jazz tenía agendada una gira de conciertos que iniciaría en marzo de ese mismo año, pero estos se cancelaron abruptamente. Según informó la compañía discográfica, ECM, el músico enfrentaba problemas de salud, los cuales no fueron detallados.
Casi un año después, Jarrett sufrió su primer derrame cerebral, el cual tuvo una secuela en mayo de 2018 y del que recién informó a la prensa durante este mes. En una entrevista publicada por The New York Times, el más original de los músicos de nuestra era afirmó que lo más probable es que nunca volverá a los escenarios.
“Quedé paralizado, mi lado izquierdo aún lo está parcialmente. Ahora puedo intentar caminar con un bastón, pero demoré más de un año en llegar a este punto”, reveló al periódico estadounidense, donde también cuenta su mayor aspiración con la mano izquierda:
—La capacidad de sostener una taza.
A pesar de que en julio de 2018 ingresó a su cuarto de piano para practicar únicamente con su extremidad derecha, asegura que los resultados fueron insatisfactorios.
“Intentaba imaginar que era Bach con una sola mano, pero fue como juguetear”, recuerda. Asimismo, declara que hace un tiempo entró a su estudio casero para interpretar clásicos del bebop que le eran familiares, pero descubrió que los había olvidado por completo.
—No sé cuál se supone que es mi futuro. No me siento ahora mismo como si fuese un pianista; eso es todo lo que puedo decir al respecto.
Esta no es la primera vez que Jarrett, de 75 años de edad, enfrenta problemas de salud. Ya en 1996 pensó que jamás volvería a tocar, después de que le diagnosticaran un síndrome de fatiga crónica que lo obligó a retirarse.
Pero aquel malestar no impidió sus ganas de continuar en la música, dos años después volvió con The Melody at Night, with You (1998) y grabó 18 álbumes hasta 2016; todos, a excepción de Jasmine (2007) y Last Dance (2007), registrados en vivo.