Para 1996, Soda Stereo había lanzado hace menos de un año su séptimo y último disco de estudio, Sueño Stereo; y el trío trasandino ya no daba más en aquella travesía musical que comenzaron preguntándose “¿Por qué no puedo ser del jet-set?”.

A medida que pasaba el tiempo, la idea de tomar caminos separados era cada vez más atractiva, especialmente para Gustavo Cerati, cantautor y líder de la banda, quien encontró el amor y la posibilidad de vivir en familia, casi al límite de su agotamiento mental como pilar de Soda.

A comienzos de 1993, la chilena Cecilia Amenábar se comunicó con Cerati para anunciarle que estaba embarazada. El trío argentino estaba promocionando Dynamo, su sexto álbum de estudio, pero hace unos meses que su frontman había pausado la gira para dividir sus días entre el romance con Cecilia y concluir asuntos contractuales y creativos en Argentina.

Con un hijo en camino -Benito-, Gustavo decidió que Santiago de Chile sería su residencia, le propuso matrimonio a Cecilia, y la continuidad de Soda Stereo estaba ante una interrogante cada vez mayor.

La separación de los hombres de “En la ciudad de la furia” no se concretó hasta el 1 de mayo de 1997, cuando publicaron en la prensa un comunicado asegurando que fue “de común acuerdo” y que prontamente informarían las fechas de su gira final.

“Mientras la separación de Soda Stereo todavía era noticia y los canales de televisión emitían especiales sobre el grupo, Gustavo se refugió en su rutina familiar y en asuntos más concretos como poner en venta los departamentos de Buenos aires y Santiago para comprar una casa en la zona norte de la ciudad. Querían que Benito y Lisa crecieran en un lugar con jardín. Era la escena que terminaba de consumar el cuadro que siempre había proyectado para su vida adulta”, dice Cerati, la biografía de Juan Morris, acaso el retrato literario más completo del músico argentino.

Parecía que la banda con la que cosechó éxitos por una década, ya era un capítulo anterior en su vida. Con amigos de Cecilia, Cerati incursionó en sonidos diferentes en paralelo a su etapa solista que comenzó con Amor Amarillo (1993).

Plan V se denominó el cuarteto conformado por el ex Soda junto a los chilenos Andrés Bucci, Christian Powditch y Guillermo Ugarte. Claro que no tenían mayores pretensiones que el goce de la improvisación y la exploración de sonidos innovadores.

“Plan V dio dos shows casi secretos en el bar Ozono para cien personas. Un día antes, en el suplemento joven del diario Clarín, había salido un anuncio encriptado: ‘Plan-V, vos sabés quiénes son…’ Eran pequeños movimientos en puntas de pie después de la avalancha que había significado la gira final de Soda Stereo”, cita el libro de Morris.

La fama y la vorágine de una carrera musical de renombre, no estaba entre las prioridades de Gustavo en ese momento de su vida.

“A diferencia de sus registros en disco, Plan V experimenta en vivo con el costado más rítmico de la música dance: bases tecno cargadas de percusión y Cerati tocando la guitarra a cuentagotas. Para ese entonces, los desprevenidos que esperaban verlo cantar ‘De música ligera’ empezaban a mirarse las caras y comprender”, escribió el crítico Pablo Plotkin en el diario Página 12 tras la presentación del grupo en el festival Inrockuptibles.

Pero fue incluso antes de que la separación de Soda fuese oficial -unos dos meses después de grabar el MTV Unplugged-, que el cuarteto chileno-argentino grabó con este discreto proyecto llamado Plan V.

Entre Background Studios Tonhouse (Santiago) y Ambar 2 (Argentina), concretaron un disco de 5 temas, los que fueron presentados en el mismo recinto de grabación: Background, una tienda de música alternativa que también realizaba pequeñas tocatas y hacía de estudio discográfico.

Un sueño de una noche santiaguina

Aproximadamente 40 personas abarrotaron una mansarda de espacio reducido, todos con el objetivo de ver a Plan V, el anunciado show de presentación de Hábitat Individual que tendría al dúo Marciano como telonero. Una performance que, 25 años después, fue publicada de forma inédita en Youtube.

Eduardo Guerrero, en ese entonces de 23 años, fue quien colgó el registro desde su cuenta personal. Un video de claro aspecto amateur, que fue filmado por Óscar Torres con una cámara Sony de Video8.

Eran perfectos desconocidos, hasta que Eduardo notó que Óscar era la única persona grabando y decidió acercarse para pedirle que compartiera el video con él. Desde ese momento, son mejores amigos.

Ambos eran estudiantes de arquitectura cuando, por separado, vieron en la tienda de discos Background, el anuncio de un show de Plan V. Claro que no tendría lugar allí, si no en un pequeño recinto en Vitacura.

“Llegué a ese lugar porque frecuentaba esa tienda de discos, iba regularmente. Y en una de esas oportunidades en las que fui, me enteré que iban a tener este concierto. Las entradas se vendían solamente en este lugar, y también tenía música que es un poco más difícil de conseguir, no era mainstream, era más bien underground. En ese periodo me gustaba registrar bandas emergentes o que sabía que serían grandes. Yo tenía una cámara Sony de video 8, para grabar a la sobrina (ríe), y eso fue todo lo que ocupé, nada producido”, dice a Culto Oscar Torres, desde su residencia en Inglaterra donde actualmente se desempeña como Product Manager.

De la misma forma llegó Eduardo Guerrero, quien se encargó de editar y posteriormente difundir este video. “Fui solo con mi cámara de fotos. Un rollo de 24 fotos, y como los músicos se movían mucho, y casi no había luz y la gente te empujaba, me salieron 1 o 2 fotos buenas del rollo”, relata.

Quien ahora se desempeña como docente en la Universidad de Arizona, Estados Unidos, explica que con Óscar decidieron liberar este archivo por su valor musical considerando que se enmarca en los inicios de la música electrónica en Chile (y más aún después del deceso de Cerati en 2014).

“Fue un momento muy especial, la época era muy especial, la historia de esos días es súper interesante, y estábamos viviendo una suerte como de revolución sonora, musical, conceptual”, explicó a Culto Sergio Lagos, uno de los dos integrantes de Marciano, dúo telonero de Plan V aquella noche.

“Todavía nos llamábamos Musikalibre en esa época”, recordó Lagos. “En ese video que anda dando vueltas nos filmaron muy poquito porque no éramos el plato estelar”, reconoce riendo.

“En esos días, ellos mismos eran establecidos como la banda con más potencia en el escenario electrónico. Al cabo de la edición de Background, los discos de su mismo sello, comenzó a generarse una urgencia por generar discos con este tipo de sonido. Y por ahí surge este proyecto entre Powditch, Ugarte, Cerati y Andrés”, añade el periodista y músico chileno.

“Estábamos empezando una especie de tour, y a propósito de aquello nos invitaron a abrir este show. El show con Plan V. Fue muy bonito porque no había tenido la oportunidad de interactuar con ellos como músicos. A Cerati lo había conocido como periodista, pero pillarlos en una prueba de sonido... Recuerdo que tuvimos mucha onda y que Gustavo estuvo muy interesado en la sonoridad que estábamos ahí entregando con Rodrigo, mi partner de Marciano. Fue una velada maravillosa, de un tiempo inolvidable”, concluyó Sergio Lagos.

Cerati y el amor por su plan alternativo

Plan V hizo dos discos: el homónimo de la banda también conocido como Hábitat Individual, y un segundo junto a la banda inglesa Black Dog.

“El primero fue el resultado de una serie de jams -en la Argentina le decimos zapadas-, un encuentro musical así, sin necesaria dirección de instrumentos electrónicos en Chile. Y la mayoría que lo conforman no son músicos: algunos son DJs, uno era un arquitecto, el otro era un ingeniero de sonido. Pero todos con mucho amor por la música e inclinación para tocar de todas maneras”, dijo Gustavo Cerati según registró Maitena Aboitiz en el libro Cerati en primera persona.

“El primer disco en sí, su sabor, tenía que ver con que no estaba planteado como un disco. Estábamos experimentando con máquinas. Había gente que bailaba o merodeaba y todo sucedía en el sótano de una disquería en Santiago. Se acabó el tiempo y lo que quedó, quedó. Un acto musical instantáneo. Comenzamos a tocar juntos como algo natural. Nos presentamos espontáneamente en el sótano de una disquería -ya desaparecida- llamada Background. Y el primer disco de Plan V fue eso: una edición algo más consciente de lo que habíamos hecho ahí sin pensarlo demasiado”, añadió Cerati recordado sus años en la capital chilena.

Dos años después, vía mail, surgió la posibilidad de trabajar con Black Dog. Así se realizó el segundo disco Plan V/Black Dog, con dos temas de los chilenos-argentinos, dos de los ingleses, y remixes mutuos.

“Para mí, Plan V fue bueno porque significó un paso de libertad frente a lo que estaba ocurriendo en ese momento con Soda Stereo, donde nos sentíamos un poco atrapados. La idea surgió porque Guillermo Ugarte, uno de los chicos del grupo, mantenía correspondencia electrónica con Ken, de Black Dog. Cuando estuvimos en Londres mezclando el disco de Nicole, en el que Guillermo me ayudó, le dimos el disco de Plan V a Ken. Y después empezó a llegar el correo de él donde nos decía que le había gustado muchísimo y que quería que hiciéramos algo juntos”, dijo el ex Soda Stereo, mencionando también su labor en la producción de Sueños en tránsito de la cantante chilena.

¿Por qué Plan V no continuó más allá de este segundo disco? Porque nunca fue creado con la idea de una extensa existencia.

“El grupo existe en la medida que haya proyectos que nos aúnen. No me imagino una gira de Plan V y ni siquiera sé si va haber un show más. La falta de futuro es algo que está concebido desde un primer momento”, dijo el cantautor fallecido en septiembre de 2014 tras un largo periodo en coma.

Plan V no está disponible en servicios de streaming como Spotify o Apple Music. Sus grabaciones solo están ubicables en videos de Youtube publicados por generosos usuarios. Y los discos físicos -lanzados con un tiraje limitado-, están a un precio proporcional a su rareza, también a merced de los propietarios que vieron en su momento su potencial relevancia.

Al concluir la conversación con Eduardo y Óscar, prácticamente como una exclusiva, los amigos revelan a Culto que tienen entre manos un próximo estreno: el show de Plan V en la discoteque Planet.