Dispositivos Marginales: los símbolos de la exclusión social se convierten en instalación artística
Ese es el nombre de la exhibición del artista y abogado Gonzalo Miralles, la que se abrió al público hace algunos días y que estará disponible durante todo febrero de forma gratuita en el Parque Cultural de Valparaíso situado en el cerro Cárcel. Su autor asegura: “Existe un paradigma completamente errado respecto a las personas privadas de la libertad”.
En un espacio de 62 metros cuadrados, cuelgan de los cordones varios zapatos de unos cables eléctricos. Junto al calzado, hay impresas estadísticas acerca de las personas privadas de libertad: “9 de 10 provienen del quintil más pobre del país”. La instalación artística se llama Dispositivos marginales y su autor, Gonzalo Miralles, se dedica actualmente a ayudar a reinsertarse a personas que han estado en la cárcel.
Hace algunos años atrás, Miralles era egresado de Derecho y estaba realizando su práctica profesional en la Corporación de Asistencia Judicial. Ahí habría surgido su interés por crear conciencia sobre el mundo marginal.
“Me di cuenta de las falencias, de las necesidades e incluso las ganas que tenían las personas privadas de libertad de salir adelante. Y a la vez de la escasez de oportunidades que tenían para hacer eso”, cuenta.
Una vez titulado, Miralles se hizo cargo del proyecto Juntos por la reinserción, del que es director ejecutivo. El programa está orientado a capacitar en un nivel técnico a personas que han estado privadas de libertad, además de ayudarles a desarrollar habilidades transversales.
Dispositivos marginales surge entonces como una simbiosis entre la experiencia como abogado de Miralles y su formación complementaria en filosofía y en artes. La obra se encuentra en el Parque Cultural de Valparaíso del cerro Cárcel y su visita es gratuita, con un aforo máximo de cinco personas dentro de la sala. Está disponible de lunes a viernes desde las 10 hasta las 17 horas durante todo febrero.
“Yo creo que la justicia al final se impone cuando en realidad se toman en cuenta muchos más factores que solo el hecho que solo haber cometido una infracción. Y esa justicia debe considerar todas las estadísticas para poder prevenir, a través de las teorías preventivas, la no reincidencia”, comenta Gonzalo Miralles.
En la exposición se pueden leer algunos conceptos: Uno de dos inició su carrera delictual antes de los 13 años. Uno de cuatro tuvo o tiene algún miembro de su núcleo familiar en prisión. “El 70% rompe sus lazos de amistad o de parentesco mientras cumplen condena por lo que cuando salen, no tienen a dónde acudir”, agrega el artista.
El curador de sala del Parque Cultural de Valparaíso, Rodolfo Andaur, comenta la pertinencia de la instalación artística. “Pone en contexto una obra que se llama shoefiti en lo que fue una ex-cárcel emblemática en lo que fue el centro de Chile, por lo tanto creo que en esas dos esferas está muy bien insertada la propuesta de Gonzalo para el Parque Cultural de Valparaíso”, señala.
La antigua cárcel de la ciudad puerto estuvo operando por décadas, hasta el traslado de sus reos entre marzo y abril de 1999 hacia el nuevo penal. Años después, el Parque Cultural se habilitó en la infraestructura de la ex-cárcel como un espacio de fomento a las artes.
“Creo que hoy día el arte debe hacerse responsable de generar espacios de pensamiento crítico y al mismo tiempo el arte debe estar constantemente combatiendo, en el caso de Chile, el negacionismo. Y sin duda que el concepto de marginalidad y todo lo que rodea la marginalidad en concreto y de manera física e intangible, no ha sido analizado por el contexto general del arte”, expresa Rodolfo Andaur.
Para el creador de Dispositivos marginales, su trabajo radica en el esfuerzo por generar consciencia. “Estoy convencido de que existe un paradigma completamente errado respecto a estas personas. Hoy día lo que más escuchamos son penas más duras, la gente quiere más cárceles, más castigo, cuando en realidad lo único que estamos haciendo con esas cosas es incentivar la reincidencia delictual, teniendo en cuenta la tremenda situación de vulnerabilidad de estas personas privadas de libertad”, indica.
Uno de los efectos de la crisis sanitaria es que ha reducido los espacios de exhibición de obras visuales. Sin embargo, hace unas semanas algunos centros han vuelto a abrir sus puertas gracias al cambio en el Plan Paso a Paso.
“Al margen de que se hayan hecho plataformas virtuales, la mediación, en vivo y en directo, de manera tangible, nunca va a poder ser reemplazada”, dice Rodolfo Andaur. Añade: “Permite que la gente pueda de alguna manera distraerse a través de esta experiencia visual, concreta, física en el espacio de la sala laboratorio del Parque”.
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