Jennifer Garner y su debut en Netflix: “Esta es probablemente la película más personal que he hecho”
La actriz vuelve a la pantalla con ¡Hoy sí!, una comedia de Netflix que parece hecha a la medida de un mundo confinado, pero que responde a su propia experiencia con sus tres hijos. Aquí, la estrella de Si tuviera 30 cuenta a Culto cómo encaró su rol en el filme que protagoniza y produce.
Antes del agotamiento propio del teletrabajo, las horas de videollamadas y la vida en encierro, Jennifer Garner subió a su recién inaugurada cuenta de Instagram una postal coherente con el mundo en pandemia. Una selfie con el rostro exhausto, la cabeza sostenida con una mano, junto a un mensaje elocuente: “Nunca necesitarás más un café que el día después del Yes Day”.
La imagen data de septiembre de 2017, pero hoy adquiere más sentido tanto por el contexto mundial como por la coyuntura que rodea a la actriz de 48 años. Este viernes 12 lanzó en Netflix su segunda película como productora y su primer proyecto en la plataforma de streaming, bajo el título de -justamente- Yes Day, en español ¡Hoy sí!
Aunque el filme originalmente se basa en el libro infantil de la autora Amy Krouse Rosenthal y el ilustrador Tom Lichtenheld, el estreno también opera como una presentación masiva de un rito familiar y relajado que en su hogar se extiende por cerca de una década, según afirma a Culto desde Vancouver, Canadá.
“Siempre terminamos quedándonos despiertos hasta tarde, jugando en el patio trasero y durmiendo en una carpa. Esa es solo nuestra pequeña tradición”, indica por video. La actriz de Juno describe las últimas horas de la jornada, pero el Yes Day consiste en un día completo en que los padres permiten todo lo que los niños deseen. Sin restricciones ni peros, algo no muy distinto a lo que anhelaba su personaje en Si tuviera 30 (2004), la película con Mark Ruffalo que la consolidó como una figura de la comedia de los 2000 luego de darse a conocer con la serie Alias.
Sacando brillo a su calidez en pantalla, en Yes Day encarna a Allison Torres, quien junto a su marido Carlos (el venezolano Edgar Ramírez) acceden a brindarles 24 horas de diversión sin frenos a sus tres hijos. Un viaje familiar compuesto de cantidades monstruosas de helado, montañas rusas y más de algún percance que, de alguna manera, se las arregla para caer bien y ser un aliciente en un mundo con los ritmos aún definidos por el Covid.
Para la actriz, es el reflejo en pantalla de lo que vive periódicamente con sus hijos de 9, 12 y 15 años, la familia que formó con Ben Affleck -de quien se separó en 2015-, y a los que únicamente mostró de manera pública en una ocasión: cuando en 2018 le entregaron su propia estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood.
-¿Cuán profunda y personal era su conexión con el libro en el que se basa la cinta?
Esta es probablemente la película más personal que he hecho. Mi hija leyó el libro cuando era pequeña, y todos mis hijos lo hicieron, pero tengo una hija a la que realmente le encantó, me pidió que hiciéramos el Yes Day cuando era muy pequeña y comenzamos cuando tenía tres años. Ella solo quería ver cómo era sacar la cabeza del techo corredizo del auto. Quería desayunar helado y quedarse despierta hasta tarde en la noche. O que jugáramos a la escondida en la casa. Ella quería que yo jugara y no parara hasta que ella terminara. Así que esto es lo que el Yes Day ha sido para mi familia durante aproximadamente nueve años.
Luego respira y continúa: “Te diré lo que fue muy importante para mí sobre la película: que el drama, o lo que hay que arreglar sobre la familia, no es externo, no es que esta pareja se va a quebrar, no es que uno de los adolescentes sea un chico malo. Realmente es sólo el dolor de crecer para la madre y la hija; lo difícil que es criar a los niños juntos y sostenerse para la madre, y lo difícil que es criar hijos con su esposo y seguir siendo una pareja dentro de eso. Fue muy importante para Edgar y muy importante para mí que también hubiera una historia de amor en medio de la película”.
Después de unos años en que priorizó la crianza de sus hijos (a diferencia de su exesposo, que siguió dirigiendo y actuando sin parar hasta que entró a rehabilitación por alcoholismo en 2017), Garner hoy tiene múltiples proyectos en carpeta como productora. Y como actriz da esta entrevista desde el rodaje de la cinta The Adam project, su reencuentro con Mark Ruffalo y el segundo de sus tres largometrajes con Netflix; el tercero llevará por título Family leave y se inspirará en otro libro de Amy Krouse Rosenthal.
Nuevos pasos en los que imita a su amiga Reese Whiterspoon -otra estrella que se desdobla como productora- y en los que imprime un sello acorde a los tiempos actuales. En el caso de Yes Day, la familia protagonista es latina por el lado del padre y hay guiños directos a ese origen, como las comidas del clan o que su mismo personaje tenga algunas líneas en español.
-Querían retratar a una familia formada por un papá latino y una madre estadounidense. ¿Cree que mostrar un EE.UU. multicultural es generalmente un punto débil de Hollywood?
Hollywood tiene un largo camino por recorrer en general. Pero aquí hay una familia en que el padre es de El Salvador y la madre es de Kansas, y yo simplemente los amo, amo lo integrado que está su idioma y su cultura en su vida, y amo lo integrada que está su vida en el hogar de su familia. Sus hijos están creciendo, siempre hablan dos idiomas. Tienen una visión más abierta del mundo.
En última instancia, actriz apuesta porque su filme justamente dé cobijo a los espectadores. “Espero que vean la película y digan: ‘está bien, hemos pasado por algo realmente difícil, pero lo hemos hecho juntos y somos mejores, y ahora tengamos algo de esperanza para el futuro, para tener aventuras y divertirnos de nuevo. Sigamos recordando volver a estar juntos y decirnos que sí”, señala, parafraseando a un otro que verá la película en Netflix, pero también celebrando su propia experiencia.
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