La noche de este lunes 12 fue como si una de las mayores estrellas vivientes de Hollywood hubiera muerto. Múltiples y sentidos mensajes de directores y actores se difundieron en redes sociales lamentando una partida dolorosa, un adiós inesperado y acentuado por la pandemia.
La noticia en cuestión es el cierre de “un lugar sagrado”, como lo llamó el director David Ayer en su cuenta, al enterarse que no volverá a abrir la cadena ArcLight y, en consecuencia, el complejo ubicado en Sunset Boulevard en Hollywood.
Un ícono de Los Angeles que es encabezado por el Cinerama Dome, la sala que desde 1963 ha sido uno de los mayores orgullos de la ciudad, siendo objeto de tributo por parte de cineastas como Quentin Tarantino (en Había una vez… en Hollywood) y producciones como Frost/Nixon y Entourage.
“Después de cerrar nuestras puertas hace más de un año, hoy debemos compartir la difícil y triste noticia de que Pacific no reabrirá sus complejos de ArcLight Cinemas y Pacific Theatres. Este era el resultado que nadie deseaba, pero a pesar de un gran esfuerzo que agotó todas las potenciales opciones, la empresa no tiene un camino viable para continuar”, informó la compañía en un comunicado. ArcLight se había hecho con el control del Cinerama Dome en 2002, después de dos años con la cortina abajo.
Figuras como Elijah Wood, Barry Jenkins, James Gunn, Rian Johnson y Gina Prince-Bythewood fueron algunas de las que salieron a expresar su desazón ante el cierre de la que era apreciada como una de las salas favoritas de Hollywood.
Un emblema de la ciudad de las estrellas que, con su retiro, da un duro golpe a la industria de exhibición, que en las últimas semanas había celebrado sus mejores números desde la llegada del Covid, gracias a títulos como Godzilla vs. Kong y el retorno a la actividad de los complejos en Nueva York y California. ArcLight, que tenía 300 pantallas en este último estado (además de sucursales en Chicago, Boston y San Diego), era una de las que se había mantenido sin operar pese a la aprobación de la autoridad.
“Tengo tantos recuerdos geniales y que me enorgullecen de los cines ArcLight y Pacific”, señaló en Twitter el director Edgar Wright. “Pero no quiero publicar mis pensamientos en tiempo pasado porque no quiero escribir un obituario. Mi primer pensamiento fue, ¿qué se puede hacer para ayudar?”.
Ese fue el ánimo que han mostrado otras personalidades de la industria, como la actriz y directora Olivia Wilde y la cineasta Lulu Wang. De hecho, varios ya miran con atención lo que eventualmente puedan hacer las plataformas de streaming, las empresas que más se han fortalecido con el confinamiento del mundo.
“Este es el punto en el que Disney, Amazon, Netflix y otras compañías que destruyen la experiencia de la sala de cine dan un paso al frente. (Ja, sé que no lo harán, no me @)”, escribió el influyente crítico de cine Matt Zoller Seitz.
En un artículo recogiendo las reacciones del mundo del cine al cierre de ArcLight, Variety intentó comunicarse con Netflix, pero no obtuvieron una réplica. Por ahora, Hollywood despide a una de sus catedrales en medio de la peor crisis de su historia.