De manera intermitente, y mediante flashbacks, el sueco Alexander Skarsgård estuvo en la segunda temporada de Big little lies en 2019. Su rol de marido abusador (con un destino ya conocido al final del primer ciclo) fue su última aparición en HBO, donde debutó en la miniserie Generation kill en 2008 y luego consiguió fama mundial de la mano de True blood.
La casa televisiva donde ha alcanzado sus papeles más estelares lo atrajo una vez más, ahora para unirse a Succession, la mejor ficción actual del canal y flamante ganadora de siete premios Emmy, entre ellos Mejor serie de drama.
Skarsgård se sumará a la tercera temporada del drama sobre la familia Roy encarnando el papel de Lukas Matsson, quien es presentado como un exitoso y confrontacional fundador y CEO de una compañía tecnológica.
Una probable granada dentro de la trama de la serie, de por sí plagada de tensiones y centrada en la familia dueña de uno de los mayores conglomerados de medios del mundo. El final del segundo ciclo dejó al borde del abismo a Logan (Brian Cox), el patriarca, mientras que el tercero, según dicta la sinopsis, llevará la historia a punto en que “una amarga batalla corporativa amenaza con convertirse en una guerra civil familiar”.
Las otras caras nuevas de la tercera tanda de episodios son Sanaa Lathan, Linda Emond, Jihae Kim, Hope Davis y Dasha Nekrasova. Su rodaje se desarrolla en Nueva York –luego de ser postergado por la pandemia– y su estreno se espera para fin de año.