J Balvin no está de ánimo para eventos promocionales ni para celebrar lo que es otro hito en su carrera, el lanzamiento de un documental en Amazon Prime Video sobre un momento crucial en su trayectoria.
En una reunión con prensa latina a la que asistió Culto por el estreno del filme, El niño de Medellín, el artista más relevante surgido desde Colombia en el último lustro -verdadera figura del pop global, cabeza de cartel de eventos como Lollapalooza o Coachella, uno de los responsables de convertir lo latino en lenguaje universal- se declara triste y cuenta que no ha podido dormir por los turbulentos días que vive su país, que lleva una semana de protestas en contra del proyecto de reforma tributaria que impulsó –y luego desestimó– el gobierno de Iván Duque.
“No he dormido de pensar en qué otra manera puedo hacer para ayudar. Estoy por aquí trabajando, pero bueno, utilicé mis redes de plataforma. Ayer a las cuatro de la mañana, dije ok, es tiempo de volver a reactivar, a contarle al mundo lo que está pasando eventualmente. Estaba muy triste, es muy triste, hay una guerra civil en este momento, no hay palabras para eso”, asegura. “Quisiéramos que por medio del amor y la tolerancia y la conversación pudiéramos llegar a algo”.
Las protestas registran 19 fallecidos y más de 800 heridos, según informó la Defensoría del Pueblo. Frente a ese escenario, Balvin compartió durante la madrugada de este martes una serie de videos y fotos que dan cuenta del trato a los manifestantes. “Solamente quise compartir un par de imágenes para abrir los ojos de lo que está pasando, pero de ahora en adelante todo es más (llegar a) la forma que nos vamos a acercar para poder arreglar esta situación tan, tan compleja”.
Allí el artista hizo llamados a Human Rights Watch, mientras que antes subió un video en que expresó que “de un tema político pasa a ser de Derechos Humanos” y “necesitamos que no se dé esta reforma tributaria”.
Pero antes fue criticado por no expresar ninguna opinión, a diferencia de colegas como Karol G y Lido Pimienta, que dieron a conocer la semana pasada su perspectiva sobre lo que vive Colombia. A esos mismos cuestionamientos (¿qué rol le cabe hoy a un músico ante los conflictos políticos y sociales?) se asoma el documental del músico detrás de Mi gente, un filme que en un comienzo sería únicamente un registro de un apoteósico concierto en Medellín.
Pero comenzaron las manifestaciones en los días previos al espectáculo y la cinta tomó otro rumbo. Bajo la dirección del realizador Matthew Heineman, la cinta terminó adquiriendo la forma de una producción que captura su show pero sobre todo las grandes preguntas que rodean su figura, desde la depresión que sufre desde hace años –y de la que ya ha hablado públicamente– hasta si debe o no dar a conocer sus opiniones sobre la contingencia. Ese proceso tampoco parece haber sido simple y plantea que Heineman “se ganó mi confianza, ya después la perdió, pero logró hacer su documental”.
“La manera en que lo conocí me dio seguridad, pero ya después fue bastante complicado porque no fue fácil tanta intrusión dentro de mi vida privada. Habíamos quedado en ciertas reglas de privacidad y fueron violadas completamente (suelta una risa), pero bueno, a veces creo que hay ciertos directores que la pasión les gana y van por encima de lo que sea”, explica. “Sé que tiene imágenes totalmente reales, no hay nada actuado. Es muy, muy real, todo lo fue”, agrega.
¿Qué podrá extraer el público del filme? Balvin responde escuetamente: “Van a aprender de pronto a no juzgar tan fácil a los demás”.