Crítica de discos de Marcelo Contreras: Matt Bellamy, Eros Ramazzotti y Foo Fighters

Contreras

Foo Fighters se convierte en Dee Gees y se supone que es divertido, pero las cosquillas no superan el ingenio del título Hail satin, con sus consonancias satánicas y satinadas. Bellamy viaja por el tiempo en un tono íntimo y desprovisto del efectismo tecnológico habitual en Muse, y la remasterización del clásico noventero de italiano saca brillo a éxitos que superan la prueba del tiempo.


Dee Gees (Foo Fighters) - Hail satin

En pasajes del subvalorado Paul’s boutique (1989) de Beastie Boys y más tarde U2 en el single Discotheque (1997), se reivindicó con inventiva y altura un género que por años fue carne de chistes con filo homofóbico, como la música disco. Sin ver el film, Dave Grohl contó haberse inspirado en el excelente documental How can you mend a broken heart (2020) de Bee Gees, para emular el falsete que dio gloria y broma al trío de los hermanos Gibb. Foo Fighters se convierte en Dee Gees y se supone que es divertido, pero las cosquillas no superan el ingenio del título Hail satin, con sus consonancias satánicas y satinadas.

La selección resume la artillería con la cual Bee Gees convirtió al planeta en una bola de espejos, éxitos inmortales como You should be dancing, Night fever, Tragedy y More than a woman. Se suma una licencia: Shadow dancing (1978), hit timbrado por Andy Gibb con ayuda de sus hermanos. En las cuatro primeras no hay más creatividad que algo de distorsión al bajo en Tragedy, y guitarras ligeramente cargadas. Grohl imita el falsete y estamos. La segunda parte del álbum desconcierta, con versiones en vivo de Medicine at midnight, disco lanzado en febrero. Apenas anecdótico.

Matt Bellamy - Cryosleep

Mientras Muse trabaja en un álbum sin fecha, el líder y compositor Matt Bellamy publica una colección de canciones propias y ajenas. Entre estas últimas hay un cover del emotivo clásico Bridge over troubled water de Simon & Garfunkel, y del glamoroso hit Fever (conocida mundialmente por Peggy Lee) en la interpretación de The Jaded hearts club band, un super grupo de versiones donde Bellamy es bajista junto a miembros de Blur, Jet y The Last Shadow puppets. Pray fue escrita para un álbum inspirado en Games of thrones -For the thrones (2019)-, mientras Unintended, Take a bow y Guiding light (grabada con la guitarra de Jeff Buckley en Grace), pertenecen al cancionero de Muse. Tomorrow’s world, pieza al piano lanzada en mayo del año pasado, es la única composición estrictamente solista del álbum.

Desde el retrofuturismo de sintetizadores vintage en Simulation theory theme al contrabajo de Fever, Bellamy viaja por el tiempo en un tono íntimo y desprovisto del efectismo tecnológico habitual en Muse. Ligero y conciso -una decena de cortes en 36 minutos-, no es precisamente un disco solista, sino un repaso ligero donde la voz dramática y melódica se lleva la carga, de ánimo perfecto para acompañar días invernales.

Eros Ramazzotti - Donde Hay Música: 25th Anniversary

Tras la confianza generada por el éxito descomunal de Todo historias (1993), Eros Ramazzotti asumió por primera vez la producción en este álbum, junto con reclutar lo mejor de lo mejor para potenciar al máximo su pop rock romántico inigualable de voz nasal al centro, y acordes abiertos como consortes. Así, en este séptimo título de una carrera iniciada en 1985, convocó a sesionistas de categoría mundial, con la misión de consagrar su nombre en lo más alto. Entre otros, el batero Vinnie Colaiuta, Michael Landau en guitarra, Nathan East al bajo y Lenny Castro en la percusión, capos entre capos.

La remasterización saca brillo a éxitos que superan la prueba del tiempo. El pop épico en Donde hay música aún resplandece con decorados electrónicos y guitarras de alta tecnología; La cosa más bella, single perfecto con versos a fuego de los 90 -”única cómo eres, inmensa cuando quieres, gracias por existir”-, y la poderosa balada La aurora.

El astro italiano deriva a otros estilos, la densa base hip hop de Este inmenso show, el viaje al Caribe de Yo sin ti, el soul de ojos azules en Pero ella, las guitarras de resonancias western en Huracán Meri, y el R&B de Buena vida, en una prueba de versatilidad siempre superada.

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