Con nuevas temporadas fijadas para estrenarse en 2022, Ted Lasso (Apple TV+) y The marvelous Mrs. Maisel (Amazon Prime Video) lucen entre las comedias con mayor arrastre del último par de años. Ambas, con justicia, han reclamado un lugar de privilegio en el escenario actual de la ficción televisiva, sellando su estatus al ganar el Emmy en 2021 y 2018, respectivamente.

A ojos de otros espectadores, todavía lucen irresistibles las sitcoms que dominaron la década de los 90 y con el paso del tiempo no han perdido vigencia, Seinfeld (Netflix) y Friends (HBO Max). En cada caso, hay 180 y 236 capítulos con los que entretenerse durante semanas, ya sea por primera o enésima vez. El streaming las alberga a ambas, así como también ocurre con la The office estadounidense, disponible con sus 201 episodios.

Enorme, dispar y a ratos inabarcable, la oferta de las plataformas también despliega algunas joyas actuales de la comedia que vale la pena recuperar. Títulos que serpentean el humor desde diferentes ángulos –la Rusia del siglo XVIII, la cultura del espectáculo norteamericano, un pueblo convertido en un musical– pero que garantizan un buen rato frente a la pantalla en época estival. Aquí una revisión por parte de ellas.

*La comedia sobre la industria: The Other Two (HBO Max)

¿Qué pasa cuando estás disconforme con tu vida y tu hermano menor se transforma en una celebridad de internet? Es la premisa que elige explorar esta ficción creada por Chris Kelly y Sarah Schneider (Saturday Night Live), que pone la lupa en la industria del entretenimiento de Nueva York tanto como en las luces y sombras del clan que encabeza la matriarca, Pat (Molly Shannon).

Inicialmente parte del canal Comedy Central, desde que saltó a HBO Max con la llegada de su segunda temporada (donde se ve en Chile) ha ampliado su alcance, hasta convertirse en una favorita de la televisión de 2021 para medios como The Hollywood Reporter y Vulture. Un ascenso que vino de la mano con la adición de un ingrediente explosivo a la trama: qué pasa cuando, además, la mamá de la familia se convierte en conductora de un exitoso programa de alcance nacional.

Reconociendo que un segmento de su público se puede sentir atraído por la mecánica del mundo del espectáculo que describe cada capítulo, Kelly explica a Culto: “Al final del día, para nosotros es solo una serie sobre una familia. Sentimos que si miras cada episodio la historia en sí es bastante identificable, con cosas como: no me siento tan exitoso como mi familia, o me estoy comparando con mis compañeros, o estoy empezando a tener un poco de éxito, pero no es lo que pensé que sería”. Su dupla complementa: “No te identificarás con la idea de que tu propia madre conduzca un talk show diurno, pero espero que sí con la idea de sentirte solo”.

*La gamer: Mythic Quest (Apple TV+)

Uno de los atributos de esta comedia –centrada en un dispar grupo de desarrollares de videojuegos– es haber adoptado una óptica luminosa y divertida en torno a la vida en pandemia, primero a través de un estupendo capítulo especial sobre la cuarentena y luego desplazando al Covid de su segunda temporada.

“Sentimos que la gente iba a estar harta del Covid y queríamos tal vez brindar una mirada hacia un futuro donde ya no tuviéramos que lidiar con eso”, señala a Culto Rob McElhenney, protagonista y cocreador de la serie de Apple TV+, así como también de la interminable y estupenda It’s always sunny in Philadelphia (Star+). El resultado de esos ajustes, y del regreso de su entrañable galería de personajes, es que la producción mejora la sólida base de su primer ciclo, indagando en cómo el narcisista Ian (McElhenney) debe compartir el liderazgo de la compañía con la torpe pero brillante Poppy (Charlotte Nicdao).

“Era muy importante para nosotros asegurarnos de que si juegas videojuegos cuando veas la serie reconozcas su autenticidad, pero al mismo tiempo que si nunca has jugado uno en tu vida, o si de hecho, los rechazas enérgicamente, pudieras verla y reconocer que este era como cualquier otro ambiente de trabajo”, añade el realizador sobre el otro aspecto clave de Mythic Quest. “El hecho de que ellos trabajen en la industria de los videojuegos no es necesariamente irrelevante, pero ciertamente está en segundo plano”, cierra. Satisfecha con la comedia, Apple ya dio luz verde a dos temporadas más.

*La sátira de época: The Great (Starzplay)

Elle Fanning brinda una interpretación digna de premios en esta producción original de Hulu (en la plataforma Starzplay en Chile). The Great viaja a la Rusia del siglo XVIII para acercarse a Catalina la Grande y a los orígenes de un reinado que se extendería por casi cuatro décadas; el mismo que estudió hace tres años –con tono solemne y sin demasiado vigor– la miniserie de HBO Catherine the Great, con Helen Mirren en el rol principal.

La ficción con Fanning no abandona por completo la oscuridad, pero es ante todo una comedia aguda y a ratos desatada que medita sobre el pasado y el estado actual del mundo. “Una historia ocasionalmente real”, promete la creación del guionista australiano Tony McNamara (La favorita), quien ante las críticas por sus imprecisiones históricas ha respondido que simplemente estas son “a propósito”.

En su recién estrenado segundo ciclo la serie no afloja. Cuenta la llegada al poder de Catalina mientras espera su primer hijo y acentúa sus deseos por modelar el país bajo su voluntad –tras haber derrocado a su esposo, Pedro III de Rusia (Nicholas Hoult)–, al tiempo que en algún punto saca chispas la aparición de su madre, papel en manos de Gillian Anderson. Habrá tercera temporada, por lo que el desenfadado retrato del ascenso de la monarca tendrá más vida en la pantalla.

*La dramática: Somebody Somewhere (HBO Max)

Sin mayor fanfarria, el domingo pasado se lanzó el primer capítulo de esta ficción a mitad de camino del drama y la comedia, celebrada como uno de los primeros triunfos de la televisión durante el inicio de 2022. A la cabeza está la actriz Bridget Everett (Inside Amy Schumer, Patti Cake$), quien presta parte de su propia biografía para construir al personaje principal, Sam, una mujer que tras la muerte de su hermana debe resolver qué hacer con su vida en Kansas.

La premisa inicial no parece tierra fértil para el humor, pero Everett, una comediante natural, inyecta su carisma a la serie, mientras los derroteros de la historia conducen a la protagonista a un reencuentro con sus raíces, a forjar amistades que no sospechaba y a redescubrir sus talentos. Sin ser condescendiente, ilumina a un personaje querible y con capas, la brújula de un relato que balancea con destreza las risas y los golpes duros. El resto de su temporada de siete episodios se estrenará cada domingo en HBO y HBO Max.

*La cantada y bailada: Schmigadoon! (Apple TV+)

El último año fue una época particularmente fecunda para el musical en el cine, con el debut de títulos como Amor sin barreras, En el barrio (HBO Max) y Tick, tick... Boom! (Netflix). Pero la televisión también dijo presente gracias a un encantador y divertido acercamiento: una serie compuesta de seis capítulos de media hora que homenajea y hace humor a través del género, contando la historia de una pareja (Keegan-Michael Key, Cecily Strong) que sale de viaje en busca de recomponer su relación y termina recluida en un pueblo que funciona permanentemente como un musical. ¿La solución para escapar? Encontrar el amor verdadero.

Fanático de emblemas como Sweeney Todd y Guys and dolls, el guionista Cinco Paul (Mi villano favorito) tuvo el germen de la idea hace dos décadas. “Hace 20 años nadie lo habría hecho, esto nunca hubiera estado en la televisión”, dice sin rodeos quien oficia como cocreador. Pero la acelerada producción de la era del streaming hace realidad proyectos que parecían imposibles hace un tiempo, como su ficción, una particular mirada a los musicales que arma parte de su elenco con figuras de Broadway.

“La cuerda floja en la que estábamos caminando con esta serie es que queríamos parodiar estos espectáculos y burlarnos de ellos, pero también hacerlo de una manera amorosa y nunca ser malos o demasiado cínicos al respecto”, apunta el realizador en diálogo con este medio. “Realmente queríamos que luciera artificial, porque tenía que parecerse a esas películas antiguas, pero aun así hermosa”.

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