Muere Sergio Bravo, histórico guionista y el hombre tras el himno Chile, la alegría ya viene

Sergio Bravo Penjeam
Sergio Bravo.

Durante esta tarde se dio a conocer el deceso de una de las figuras clave en el desarrollo de la cultura reciente de nuestro país. Parte del teatro Aleph, también escribió para distintas teleseries y fue clave en algunos de los himnos políticos no sólo del NO, sino que también de las campañas de los mandatarios de la Concertación.


Producto de un infarto fulminante, durante la mañana de este viernes 4 falleció a los 72 años Sergio Bravo Pemjean. Desde su entorno más cercano informaron que el guionista y escritor creativo se encontraba en su hogar cuando aconteció el deceso.

Sergio Bravo es una de las figuras más relevantes -aunque quizás no tan visibles ni protagónicas- del mundo cultural nacional desde los años 70. Sus primeros pasos los dio como uno de los fundadores del legendario teatro Aleph, quienes a partir de 1972 fueron considerados por la crítica de la época como uno de los conjuntos teatrales que más proponía en términos creativos. Arrojados y vanguardistas.

Entre sus montajes de la época están ¿Se sirve un cocktail molotov?, Casimiro Peñafleta, Cuantas ruedas tiene un trineo y Viva in-mundo de fanta-cía. Su elenco estaba compuesto de manera regular por Marieta Castro, Ana María Vallejo, Carola Vallejo y el actor Óscar Castro, quien falleciera durante el año pasado producto del coronavirus.

Luego del golpe militar, la compañía se mantuvo firme en su determinación de continuar haciendo teatro. Sin embargo, la detención de Óscar Castro en 1974, luego del estreno de la obra Y al principio existía la vida, en la Sala del Ángel, en la que se abordó el contexto político de su época, provocó su posterior exilio, lo que determinó que teatro El Aleph siguiera funcionando durante 1976 en Francia.

Malucha Pinto, actriz, miembro de la Convención Constitucional y amiga cercana de Bravo, comenta a Culto sobre el valor de El Aleph durante aquellos años. “Yo los veía y los admiraba profundamente, desde jovencita es una compañía de teatro emblemática que se rompe con el golpe militar. Aparte Oscar Castro estuvo detenido, parte al exilio, gran parte del Aleph parte al exilio, otros quedan acá, entonces ahí (fui) como espectadora de un fenómeno teatral único, además ellos ocuparon un espacio muy innovador también en el mundo teatral en Chile”, señala.

Tras su paso por Aleph, durante la década de los 80, Sergio Bravo se inicia de manera profesional como guionista de TELEDUC de la Universidad Católica de Chile, además de escribir para programas infantiles en el canal UCV y secciones humorísticas para Sábados Gigantes.

No obstante, durante 1988 trabajaría en uno de sus mayores legados, al escribir la letra de la canción Chile, la alegría ya viene, el que se transformaría en el himno de la opción NO contra la dictadura de Augusto Pinochet.

El exejecutivo de televisión y músico Jaime de Aguirre estuvo encargado de la musicalización de la canción. En conversación con Culto, destaca la labor de su amigo y colega como escritor.

“Tenía un trabajo muy independiente, se le contrataba para hacer guiones de películas o teleseries u otro tipo de trabajos, pero siempre desde su arte, que era el arte de la palabra, el arte del verso, de la escritura. Conmigo trabajó todas las canciones que a mí me tocó hacer, Chile, la alegría ya viene, la canción del NO; de ahí en adelante a todos los presidentes de la Concertación le hicimos sus himnos de campaña, su música de campaña con letra de Sergio. Nos conocíamos mucho, estoy realmente consternado con su muerte tan repentina”, señala.

Mas tarde ingresó como consultor creativo, editor y guionista de TVN desde 1995 hasta 2004. De esta época entre sus múltiples trabajos, destaca la creación de la teleserie Romané, la que fue dirigida por Vicente Sabatini.

A su vez, durante su paso por Televisión Nacional, Bravo ejerció como editor jefe de guiones del ciclo Nuestro Siglo, serie documental en la que se narraran de manera cronológica diferentes acontecimientos ocurridos en Chile y el extranjero, el que fue premiado en Viena como Mejor Programa Documental de Televisión del año 2000 por la Internacional Federation of Televisión Archives.

Su última historia original aparecida en televisión fue la teleserie La doña (2011) escrita para el área dramática de CHV, nuevamente bajo la dirección de Sabatini.

Desde su entorno cercano destacan que al momento de su fallecimiento, Bravo estaba en conversaciones para escribir un libro sobre sus memorias, como también subrayan que hasta sus últimos días siguió pendiente de la contingencia política nacional, mirando muy de cerca procesos como la redacción de una nueva Constitución.

Al ser consultado sobre el legado de Bravo, Jaime Aguirre reconoce su labor en teleseries y teatro y especialmente su labor durante la Transición.

“Él trabajó mucho, adicionalmente hizo muchos textos para actos masivos, ya fueran políticos o no. A mí me ayudó mucho en todo lo que hubo que escribir en general para este tipo de cosas, sobre todo en la parte de lo que fue la campaña del NO, lo que se hizo en la Panamericana, en el Parque O’Higgins. También estuvo muy presente en el concierto de amnistía que se hizo en el 1990 en Chile, pero siempre ha estado detrás, nunca fue un hombre de figuración pública pero siempre estuvo”.

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