Cuál es el patrimonio cultural ucraniano amenazado por el fuego ruso
La reciente destrucción del Museo Histórico y Cultural de Ivankiv inició frenéticas gestiones para que los rusos no destruyan icónicos edificios y lugares ucranianos protegidos por la UNESCO. En Culto te mostramos cuáles son.
Uno de los nombres notables en el arte ucraniano es Maria Primachenko, una exponente del arte naif y quien vivió entre 1909 y 1997. Su nombre es relevante en el arte a nivel mundial y es algo así como un emblema de su país, como Roberto Matta en el caso chileno, incluso en la nación europea hay monedas con su imagen.
De ahí la importancia capital de lo ocurrido con el Museo Histórico y Cultural de Ivankiv, una localidad cercana a la capital Kiev, que fue incendiado por la ofensiva rusa en Ucrania. El fuego escupido por el monstruo grande y que pisa fuerte calcinó, entre otras cosas, una valiosa colección de 25 cuadros pintados por Primachenko.
Ante el poco favorable panorama, el gobierno ucraniano -a través de su embajada en El Vaticano- pidió oficialmente al Gobierno ruso, el pasado martes 1 de marzo, que no destruya la catedral de Santa Sofía de Kiev, tras la advertencia lanzada por los invasores de nuevos bombardeos sobre la capital.
El coloso de la capital es nada menos que Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, de ahí la preocupación de las autoridades del país de la bandera azul y amarilla por el edificio considerado “la perla de Ucrania”.
“Según los datos de los servicios de Inteligencia, los rusos están preparando un ataque aéreo contra la catedral de Santa Sofía en Kiev, patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Hacemos un llamamiento a los rusos: ¡no cometan ese crimen!”, escribió la embajada en su cuenta de Twitter.
Santa Sofía de Kiev fue erigida en el siglo XI, bajo la gestión de Yaroslav I el Sabio, el gobernante más lúcido del Rus de Kiev, una confederación medieval de pueblos eslavos. Y es uno de los 7 lugares que la UNESCO ha declarado Patrimonio de la Humanidad.
Otro lugar es el centro histórico de Lviv, o Leópolis en su acepción castellanizada. Para este sitio, la UNESCO argumentó en su decisión: “En su tejido urbano y su arquitectura, Leópolis es un ejemplo sobresaliente de la fusión de las tradiciones artísticas y arquitectónicas de Europa oriental con aquellas de Italia y Alemania”. Además, destacó su “papel político y comercial”, el que de algún modo “atrajo a si una serie de grupos étnicos con diferentes tradiciones culturales y religiosas, quienes establecieron comunidades separadas aunque interdependientes dentro de la ciudad, evidencia de lo cual aún es discernible dentro del moderno paisaje urbano”.
También están los bosques antiguos y primarios de hayas de los Cárpatos, una maravilla natural. “Desde finales de la era glaciar, los hayedos de Europa se extendieron rápidamente a partir de algunos refugios aislados en los Alpes, los Cárpatos, los Alpes Dináricos, el Mediterráneo y los Pirineos, en un proceso que tomó algunos miles de años y que continúa todavía hoy. El éxito de la expansión de la haya se explica por la flexibilidad de la especie y su tolerancia a diferentes condiciones climáticas, geográficas y físicas”, señala la UNESCO.
Otra es la Residencia de los metropolitanos de Bucovina y Dalmacia, ¿qué es? construida por el arquitecto checo Josef Hlavka de 1864 a 1882. “El sitio es un ejemplo excepcional de la arquitectura historicista del siglo XIX e incluye un seminario y un monasterio -explica la UNESCO-. La iglesia del seminario, de planta cruciforme coronada por una cúpula, posee un jardín y un parque. El complejo expresa las influencias arquitectónicas del periodo bizantino y encarna la ponderosa presencia que tuvo allí la iglesia ortodoxa durante el dominio de los Habsburgo, reflejo de la política de tolerancia religiosa que mantuvo el imperio austro-húngaro”.
También la Ciudad antigua del Quersoneso táurico, unas ruinas ubicadas en las cercanías del Mar Negro. Se trataba de una colonia griega en la península de Crimea, próxima a Sebastopol. Fue apodada la “Pompeya ucraniana” y fue fundada por los dorios, los mismos quienes colonizaron el Peloponeso.
Se incluye también los ‘Tserkvas’ de madera de los cárpatos, que además de Ucrania se ubican en Polonia. Son unas iglesias destinadas al culto ortodoxo. “Construidas con troncos horizontales de madera entre los siglos XVI y XIX por comunidades de fe ortodoxa y católica griega. Las tserkvas son el testimonio de una tradición de construcción identificativa con raíces en el diseño eclesiástico ortodoxo entrelazado con elementos de la tradición local, además de referencias simbólicas a la cosmogonía de sus comunidades”, señala la UNESCO.
Y finalmente, el Arco geodésico de Struve, que es un conjunto de triangulaciones que se extiende por diez países, a lo largo de 2.820 km, desde Noruega hasta el Mar Negro, en Ucrania. “Compuesto por los puntos de la triangulación realizada entre 1816 y 1855 por el astrónomo Friedrich Georg Wilhelm Struve, este arco permitió realizar la primera medición precisa de un largo segmento del meridiano terrestre -dice la UNESCO-. Esta triangulación contribuyó a definir y medir la forma exacta de la Tierra y desempeñó un papel importante en el adelanto de las ciencias geológicas y la realización de mapas topográficos precisos. Es una muestra extraordinaria de la colaboración científica entre sabios de distintos países, así como un ejemplo de cooperación entre varios monarcas europeos en pro del progreso científico”.
Podemos mencionar otros sitios históricos ucranianos en peligro, como el Memorial de Babi Yar, en las afueras de Kiev. Es un memorial construido en el lugar donde ocurrieron las masacres de miles de judíos durante el holocausto. Se estima que unas 4.000 personas fueron enterradas ahí, como una gran fosa común; o el Museo Nacional de la Historia de Ucrania en la Segunda Guerra Mundial, en Kiev, abierto en 1981 por la administración soviética, y que conmemora los hechos ocurridos durante el conflicto que los enfrentó a la Alemania nazi. También el Monumento a quienes salvaron el mundo, en Chernobyl, el lugar donde ocurrió la explosión de la planta nuclear en 1986.
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