El destino de Foo Fighters y Sudamérica ha quedado atado para siempre. Hasta aquí llegaron a mediados de marzo para concretar una gira que pasó el día 18 por Lollapalooza Chile y que terminó de la peor manera: una semana después, el 25, el baterista Taylor Hawkins fue encontrado muerto en un hotel en Bogotá sólo horas antes del espectáculo que darían en el festival Estéreo Picnic.
La tragedia golpeó a la escena musical de todo el planeta.
Y también a sus fans. A los dueños de esas historias más minúsculas y anónimas que tienen que ver con esperas en hoteles, autógrafos, fotos y encuentros fuera de las luces del escenario.
El sitio de música estadounidense Consequence of sound le dio tribuna a una de ellos para que precisamente narrara una emotiva experiencia con los músicos. Se trata de Lucas Ovelar, profesor en Paraguay, fanático de toda la vida de los norteamericanos y quien trabajó como traductor de ellos cuando pasaron por Asunción, justo el 21 y 22 de marzo, en la fecha previa al fatídico momento en Colombia.
Eso sí, el grupo no pudo tocar en la capital paraguaya: una tormenta que inundó la ciudad hizo imposible que se llevara a cabo el evento llamado Asunciónico, por lo que el conjunto -junto a otros que también estaban programados, como Miley Cyrus- pasó el tiempo muerto saludando a los fans del hotel y prometiendo que volverían sí o sí a tocar en un futuro cercano.
Ovelar fue testigo de todo aquello y lo cuenta en la columna escrita en la publicación. “Había sido fanático de Foo Fighters desde que tenía unos 13 años, y la banda consumió toda mi adolescencia. Tanto es así que mi novia Ailyn y yo los seguíamos cada vez que recorrían Sudamérica, viajando a países cercanos como Argentina y Brasil. La pasión que compartimos por los Foo estrechó nuestro vínculo”, dice al comienzo.
Luego sigue: “Después de ser contratado por los productores locales para servir como intérprete y guía turístico de la banda, llegué al hotel designado por Foo Fighters en Asunción, Paraguay, el 21 de marzo. A su llegada, cada integrante de la banda me saludó, comenzando por las coristas: Bárbara, Samantha y Laura. Luego el mánager del grupo, seguido por el equipo y finalmente la banda: Rami, Pat, Chris, Nate, Dave y Taylor”.
“Esa noche querían probar la carne paraguaya, así que fuimos al mejor restaurante de la ciudad. Les gustó la comida y eran súper entusiastas, comunicativos y muy fáciles de hablar con ellos”.
Cuando al otro día la banda supo su show sería cancelado por las adversidades climáticas, se mostraron comprensivos con los seguidores que llegaron al hotel. “Esa noche, varios fanáticos de Foo Fighters se congregaron afuera del hotel y comenzaron a corear su nombre. Entre los presentes estaba una niña de nueve años llamada Emma Sofía, quien trajo consigo su batería y comenzó a tocar canciones de Foo Fighters en medio de la calle”.
“En cuestión de minutos, el mismo Taylor estaba afuera del hotel, saludando a los fanáticos y prometiendo regresar a Paraguay lo antes posible. Posó para las fotos (incluso con la joven Emma) y luego regresó a su habitación”.
“Al día siguiente, Foo Fighters debía volar a Colombia antes de su aparición en el Festival Estéro Picnic de Bogotá. Aunque todavía estaban molestos por la lluvia de la noche anterior, los miembros de la banda estaban notablemente emocionados por continuar su gira por América Latina. Taylor, en particular, estaba charlando felizmente con su compañero de banda Pat Smear sobre la reciente colaboración en el escenario de Foo Fighters con Perry Farrell”.
“Minutos antes de su partida, les pedí una fotografía y accedieron felizmente. Sin saberlo, capturé uno de los últimos momentos felices de toda la banda junta”. Tal frase es acompañada en el texto por una imagen, posiblemente una de las últimas que la agrupación se tomó en conjunto antes del deceso de Hawkins.
Finalmente, el autor de la columna suelta una última reflexión: “Algunos dicen ‘nunca conozcas a tus héroes, porque te decepcionarán’. Eso no se aplicaba a Taylor Hawkins. Era la prueba de que podías ser un baterista increíble, un líder increíble y un ser humano increíble, todo al mismo tiempo y sin dejar de ser humilde”.