Nick Hornby y un amor en tiempos del Brexit
Ya está en Chile Alguien como tú, la última novela del autor inglés, y que relata el romance improbable de una pareja con diferencias raciales, etarias y sociales. Todo con el telón de fondo del referéndum realizado en Reino Unido en 2016, y que también se cuela en el vínculo entre ambos.
Si hay un tema que al escritor inglés Nick Hornby le gusta, es el de los romances, sobre todo cuando la parte masculina es alguien joven. En su última novela Alguien como tu, que ya está disponible en castellano en nuestro país vía Anagrama, vuelve a hincar el diente en una relación de pareja como eje conductor del relato. A diferencia de su anterior novela, Funny girl (2016), donde una chica buscaba escalar en el mundo del espectáculo en el Swinging London de los 60. Pero como todo en Hornby, es un romance épico porque a simple vista son más las diferencias que las coincidencias.
Lucy es una mujer blanca, de 42 años, que ya tiene una vida hecha. Separada de un exmarido borracho, dos hijos y jefa del departamento de Literatura en un colegio de Londres. Es apacible, no espera grandes cambios en su vida, aunque sus amistades están empeñadas en encontrarle una nueva pareja.
Del otro lado, Joseph, 22 años, es un joven afrodescendiente quien simplemente busca sobrevivirle a la vida. Vive con su madre y para poder sustentarse realiza más de un trabajo: en un gimnasio, como carnicero, además de ser entrenador de un equipo juvenil de fútbol e incluso baby sitter. Su gran sueño es ser DJ. Eso sí, a diferencia del torpe e inmaduro Rob Fleming, de Alta fidelidad, Jospeh es bastante reflexivo para su edad.
Es mientras corta trozos de carne cuando conoce a Lucy, quien busca alguien que cuide de sus retoños mientras ella va a una cita que le han concertado sus amigos con un escritor soltero, quien resulta ser alguien extraño.
Parece improbable que Lucy y Joseph se acerquen, por edad, por gustos, pero Hornby hace que finalmente el romance se concrete. Eso sí, hay otro elemento que complejiza el asunto: la novela se ambienta en 2016, año del referéndum que llevó a los británicos a las urnas para decir sobre la permanencia del Reino Unido en la Unión Europea. Lucy, es partidaria de la permanencia; Joseph, al menos en un principio, de abandonar, pero a lo largo de la historia se irá cuestionando la decisión.
Para los críticos a nivel mundial, esa es una de las gracias de la novela, porque no solo da cuenta de una votación importante, sino además las tensiones sociales y raciales que se ven en la actualidad en el Reino Unido. Por ejemplo, Sam Leith, de The Guardian, comenta: “Al situar la mayor parte de Alguien como tu en 2016, Hornby despierta ese gran exponente de fisuras en clase, raza y generación: el referéndum Brexit. El círculo social de Lucy está formado por personas para las que votar por la salida es inconcebible, posiblemente malvado y ciertamente racista, pero el personal de su escuela está más dividido. Joseph es sincero acerca de no estar seguro sobre el tema (‘Pensé que querías que todos fuéramos británicos. El hecho de que seamos negros no significa que queramos seguir siendo parte de Europa. La mitad de esos países son más racistas que cualquiera aquí’ ) y su padre, un obrero, se convierte en un ferviente Leaver”.
Por su lado, Lisa Zeidner, del Washington Post, indica: “Hornby analiza cómo el voto se dividió según las líneas socioeconómicas, con el referéndum ‘brindando a grupos de personas que no se agradaban, o al menos no se comprendían, una oportunidad para pelear’. Él identifica muchos de los temas de las clases sociales británicas que influyeron en ese debate, que, después de todo, entran de lleno en su narración: no solo inclinaciones políticas, sino también gusto por los deportes, la ropa, la música y los libros”.
De hecho, Marcel Theroux, del New York Times, rescata esa línea que separa socialmente a Lucy de Joseph, y que en la argumentación funciona: “Joseph es ‘de una clase diferente, una cultura diferente y una generación diferente’. Cultura diferente aquí significa que Joseph es negro y Lucy es blanca. ¿Cómo logran trascender sus diferencias dos personas de orígenes tan diferentes? Sin demasiada dificultad, resulta. A medida que nos deslizamos entre sus puntos de vista, Lucy se preocupa por conocer a la madre de Joseph y Joseph se preocupa por presentarle a Lucy a sus amigos, pero la relación real progresa con una facilidad envidiable. Joseph es inteligente, sabio más allá de su edad, natural con los niños. El lado sexual de las cosas se pone en marcha sin problemas”.
A pesar de todo, el nexo entre ambos es netamente afectivo. Es lo es lo que destaca Lisa Zeidner: “Su vínculo es más emocional, como lo muestra Hornby a través de las conversaciones entre ambos. Cuando Lucy lamenta el hecho de que ‘cuando tengas cincuenta, yo tendré setenta’, Joseph responde con inexpresividad: ‘Sí. Ya sea que estemos juntos o no’”.
En una de las pocas entrevistas que ha concedido sobre la novela, en la Nashville Public Television, de Estados Unidos, Hornby explicó la idea que lo motivó a vincular afectivamente a dos personas tan diferentes. “Nuestro historial de hacer conexiones en nuestra forma habitual, realmente no es muy bueno. Elegimos parejas que leen los mismos libros, que tal vez hayan tenido la misma formación académica que nosotros, más o menos en el mismo grupo socioeconómico y, sin embargo, nos divorciamos mucho”.
“Entonces, esto claramente no es lo más importante –añadió Hornby–. Y cuanto más pensaba en estas personas, pensaba que tal vez son otras cosas con las que nos conectamos. Tal vez son las filosofías de vida y los sentidos del humor y la resiliencia y todo tipo de cosas que, en realidad, no puedes conocer de alguien si tienes algunas pocas citas”.
Un punto crucial para entender este libro, y los otros de Hornby, es el humor. Sam Leith señala: “Alguien como tu es un libro divertido, consistentemente atractivo y no es principalmente un tratado sociológico o una sátira: es una historia de amor”.
En la citada entrevista, Hornby admitió la importancia que la da al humor a la hora de escribir: “Todos los días consisten en algo que es posiblemente muy, muy horrible, y en algo divertido. Realmente, no concibo libros que tengan 300 páginas sin gracia, porque no hay tramo de la vida que tenga 300 páginas sin gracia”.
De hecho, agregó: “(Mis libros) suelen situarse aquí y ahora, donde vivo y no puedo escribir ningún libro que no tenga chistes. No sé si los chistes son graciosos, pero sé que no puedo escribir con un tono completamente parecido al de Poe…trato de mantenerme optimista al hacer que los libros sean un poco optimistas, aunque no creo que poco realistas”.
Aunque ese optimismo y “buena onda” también son criticados. “Si bien nunca es un libro desagradable, se ve obstaculizado por una monotonía que proviene de nuestro sentimiento de que el autor ha cableado las cosas deliberadamente para que el conflicto nunca supere un cierto voltaje. Y en los tiempos difíciles en los que ha llegado la novela, su bonhomía se muestra tensa y falsa”, señala Marcel Theroux. Quizás a veces no es necesaria tanta azúcar.
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