Edwidge Danticat, escritora: “Los fantasmas de mi familia están por todas partes”

Edwidge Danticat

Nacida en Haití y radicada en Estados Unidos, es una de las voces más relevantes de la diáspora haitiana. Aquí habla de su nueva novela, "Claire de Luz Marina", una historia coral en torno a un pueblo ficticio muy próximo a Puerto Príncipe.


Comienza con ranas que explotan. Cientos de ranas que explotan y cuyas pieles lustrosas, así como sus pequeños órganos, quedan expuestos al sol. “Nunca en mi vida había escuchado que los animales murieran de este modo”, comenta uno de los habitantes de Ville Rose. “Este calor y todos los problemas con las ranas deben ser una señal de que va a suceder algo más terrible”.

Aquella es, sin duda, la imagen más evocativa de Claire de Luz Marina, la nueva novela de Edwidge Danticat recientemente traducida al español (por Lucia Stecher y Thomas Rothe) y publicada por Banda Propia. Es una novela coral. Una que parte con Claire, la pequeña que le da título al libro y quien nace al mismo tiempo que su madre -producto del parto- muere. Años más tarde su padre, Nozias, consigue que una tal madame Gaëlle acepte quedarse con la pequeña Claire. Y claro: Nozias es un pescador pobre y Gaëlle una mujer rica, la viuda de un exitoso vendedor de telas en la isla de Haití. Por ahí se cuelan otras vidas e historias; como la del DJ de radio que tiene un programa con el que se dirige al pueblo. Una suerte de Robin Hood del dial que se enfrenta a las pandillas.

“Y el mar”, dice la misma Danticat cuando se le pregunta por esta novela. “El mar juega un gran papel en la vida de los personajes, así como en el libro mismo. Ville Rose es un pueblo costero, por lo que todo el mundo está de alguna manera apegado al mar”. Así, además de una plaga de ranas muertas, en Claire de Luz Marina hay inundaciones, tormentas de granizo y la dicotomía entre Puerto Príncipe y Miami. Esta última ciudad, para muchos en la novela, representa la posibilidad de una vida mejor. Aunque también la posibilidad de convertirse en uno más de los tantos fantasmas de la larga diáspora haitiana fuera de la isla. Aquella a la que Danticat pertenece, ya que esta autora estadounidense-haitiana (1969) actualmente reside en EE.UU., país al que emigró cuando tenía 12 años.

Quería comenzar con la imagen de las ranas explotando. ¿Es real?

Hace un par de años, antes de trabajar en el libro, recuerdo haber leído sobre ranas que morían un verano, en diferentes partes del mundo, justo antes de que hiciera tanto calor. Explotaban como mecanismo de defensa. Se me ocurrió entonces la idea de una rana explotando como una advertencia sobre nuestro futuro si la tierra sigue calentándose tanto, que se vuelve inhabitable para los animales y los humanos. De ahí viene lo de las ranas. A veces la ciencia de la naturaleza puede ser como el realismo mágico.

Edwidge Danticat

El título de la novela parece decir que la protagonista es Claire. Pero este, también, es un libro sobre Ville Rose, un pueblo ficticio cerca de Puerto Príncipe.

A veces deseo haber titulado el libro Ville Rose. Se trata ciertamente de este pueblo ficticio al que le puse el nombre de mi madre. También se trata de Claire. Pero la idea inicial que tuve fue escribir un libro sobre un programa de radio. Se suponía que el libro en sí era como el programa de radio presentado en el libro, “Di Mwen” (“Cuéntame”), con cada capítulo como un episodio separado de ese programa de radio. Hoy podrías llamarlo un podcast.

Siento que varias páginas tienen una pátina de realidad por debajo de la ficción, especialmente las secciones sobre el programa de radio.

Esta novela está muy basada en la realidad, pero no es pura realidad. No es periodismo. Sin embargo, la historia del joven acusado injustamente, por ejemplo, está basada en un conocido mío. La madre de este conocido tenía una tienda en un barrio frecuentada por pandilleros, gente con la que él creció y que tomaron caminos diferentes a los suyos. He conocido a algunos periodistas de radio muy valientes y he estado dentro de estaciones de radio que también uso como inspiración. Y yo también crecí en un barrio que ha sido muy afectado por las pandillas, y en el cual un tío mío, a quien visitaba con frecuencia, pasó la mayor parte de su vida.

Otro personaje es el mar: “El mar es hostil y dócil a la vez, el mejor bromista”, escribe. Quizás el verdadero protagonista sea el mar.

Bueno, el padre de Claire es pescador, al igual que muchos de los hombres del pueblo, cuyas esposas luego venden el pescado en el mercado. Cada vez es más difícil para los pescadores como para el padre de Claire vivir del mar. Este es tanto un problema de sobrepesca como de la crisis climática, así como de toda la basura que se arroja a los océanos de todo el mundo. Los animales gigantes se están muriendo con toneladas de basura en sus vientres. Así que el mar y su contaminación y desaparición están en todas nuestras vidas. Y en lugares como Haití, la gente de los pueblos costeros está tanto a la merced del mar como sujetos a su ira, por los huracanes. Así que el mar es un personaje muy importante para el pueblo y para Claire. Hay un documental maravilloso que me gustaría mencionar: Men Sa Lanmè Di (Esto es lo que ha dicho el mar). El guión es del novelista haitiano Gary Victor, y está dirigido por Arnold Antonin y narrado por la actriz Gessica Geneus. Habla sobre el mar de una manera muy conmovedora.

¿Y cuál es su relación con el mar? Haití, Nueva York y Miami. Siempre ha vivido cerca del agua, ¿no?

No soy muy nadadora, pero me intriga el mar. El premio Nobel Derek Walcott ha dicho que el mar es historia. Los huesos de muchos de nuestros antepasados yacen bajo el mar debido a los horrores del comercio de esclavos. Hay tantas personas de Haití hoy tratando de cruzar el mar desde los pueblos costeros para llegar a las Islas Turcas y Cacos, las Bahamas y los Estados Unidos. Muchos de ellos han muerto en el mar durante las últimas cuatro décadas. Así que el mar es a la vez historia y memoria.

Claire de Luz Marina.

Uno de los personajes dice: “Le gustaba mantener sus fantasmas cerca. Nunca podría vivir en una tierra lejana para volver solo un par de veces al año. Jamás se arriesgaría a morir y ser enterrada en un lugar helado”. Usted emigró a Estados Unidos a los 12 años. ¿Tiene sus fantasmas cerca o lejos?

Hay muchas personas en mi familia que han migrado. También hay muchas otras que se han quedado en Haití. Mis fantasmas ahora están cerca, en muchos lugares, porque mis padres y el tío que me crío están enterrados en Nueva York. El último hermano restante de mi padre, mi tío Franck, murió hace unos días en esa ciudad. Yo estaba en la habitación cuando murió. Será enterrado cerca de sus hermanos en Nueva York, en un lugar tan pero tan lejos del pueblo de montaña en Haití donde nacieron. En Cien años de soledad, la esposa del patriarca de Macondo, José Arcadio Buendía, dice: “Uno no es de ninguna parte mientras no tenga un muerto bajo la tierra”. Ahora tengo muchos muertos bajo tierra en los Estados Unidos, así como muchos muertos bajo tierra en Haití y en otras partes de la diáspora haitiana. Los fantasmas de mi familia están por todas partes.

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