“Volver a ponerme el traje fue una experiencia surreal y emotiva”: una conversación con Darth Vader
Hayden Christensen, el actor que encarnó a Anakin Skywalker y a Vader en las precuelas, retoma el papel de uno de los villanos más colosales de la historia del cine, esta vez en la serie Obi-Wan Kenobi (Disney+). “Trabajar con Ewan McGregor de nuevo en estos personajes fue como volver a casa”, dice en entrevista con Culto.
La última vez que Obi-Wan Kenobi y Darth Vader se vieron las caras fue en Mustafar. En Star Wars: Episodio III - La venganza de los sith (2005) maestro y antiguo aprendiz se midieron en un glorioso duelo rodeados de ríos de lava y volcanes, rematando en un trágico e inevitable desenlace: el primero le corta las piernas y el brazo izquierdo a su otrora discípulo, que agoniza debido a las quemaduras y las heridas en su cuerpo. Erradamente, Kenobi da por muerto al hombre que conoció como amigo y hermano no biológico con el nombre de Anakin Skywalker.
“Esa batalla final en Mustafar fue épica. Ewan (McGregor) y yo estamos muy orgullosos de nuestro trabajo, entrenamos muy duro para llevar a la realidad esa pelea”, señala Hayden Christensen, el hombre detrás de Anakin y de Vader en las precuelas dirigidas por George Lucas.
Conectado por videollamada con Culto, el actor canadiense habla sobre el pasado pero siempre anclado al presente, una conjugación obligada por el estreno de la serie Obi-Wan Kenobi (Disney+), que trae de vuelta tanto al personaje del título como al icónico villano, reencontrándolos diez años después del cierre presentado en La venganza de los sith.
“Estamos en un punto diferente en la línea de tiempo. Estos personajes se encuentran en un punto diferente de sus vidas, así que no creo que realmente intentáramos replicar eso (Mustafar), sino simplemente hacer aquello que se sintiera fiel a donde ellos están ahora”, explica el intérprete, junto con adelantar: “Habrá algunas cosas divertidas para los fanáticos”.
Esa recompensa deslizada por el actor se materializó en el tercer capítulo de la nueva producción de Star Wars para Disney+, donde Kenobi y su viejo alumno protagonizan un duelo en el que el primero se muestra oxidado por los años de retiro y el otro fortalecido por su compenetración con el lado oscuro de la Fuerza.
Ahondar más en la escena sería un despropósito, pero sí se puede decir que Darth Vader regresa en gloria y majestad a la pantalla: vengativo y brutal, el retrato que hace la serie del personaje está a la altura de la leyenda que empezó a cimentar a partir de 1977, como uno de los villanos más grandes de la historia del cine.
“Parte de lo que fue realmente atractivo para mí es que íbamos a explorar la experiencia de ser Darth Vader en este punto de la línea de tiempo, algo que no se había hecho antes. Él está muy afectado por todo este tipo de sentimientos negativos y circunstancias que dominan su vida ahora”, indica sobre el periodo que abarca la trama, cronológicamente anterior a Rogue One (2016) y a Star Wars: Episodio IV - Una nueva esperanza (1977).
“Volver a ponerme el traje de Vader, por primera vez después de todos estos años, fue una experiencia muy surreal y emotiva para mí. Es un traje tan icónico, muy empoderador y muy divertido de usar”, plantea.
Deborah Chow, la directora de la ficción, prometió que Obi-Wan Kenobi y Darth Vader no tendrían sólo un enfrentamiento a lo largo de la historia de la serie, aunque por ahora es un misterio qué se ofrecerá en los tres episodios restantes.
Pero el intérprete sí maneja certezas: “Sin duda este es un mundo que significa mucho para mí, y este es un personaje que ha influido en mi vida de muchas maneras. Volver y trabajar con Ewan de nuevo en estos personajes fue como volver a casa. Es como una familia para mí”.
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