Cameron Diaz: retiro y vuelta inesperada de una hija pródiga de las comedias
Durante el último lustro se concentró en pasar tiempo con su familia y debutó con éxito en el negocio del vino orgánico. Retirada oficialmente desde 2018, aunque sin películas nuevas desde 2014, esta semana la intérprete de La Máscara anunció sorpresivamente que retomará la actuación en una cinta con Jamie Foxx que se estrenará en Netflix. Este fue su viaje de regreso a su oficio.
No era el principal foco de la instancia, ni nadie consultó directamente sobre cuál era su momento profesional. Pero por algún motivo durante la conversación emergió la idea de concretar un posible reencuentro junto a Christina Applegate y Selma Blair, sus compañeras de reparto en la comedia La cosa más dulce (2002).
Casi sin darle importancia, contestó a sus dos colegas presentes en la entrevista: “Yo también estoy semiretirada, y en realidad estoy retirada, así que me encantaría verlas, damas”.
Esa instancia, un artículo de marzo de 2018 del medio Entertainment Weekly con motivo de revivir historias de dicha película, fue la primera vez en que Cameron Diaz reconoció de su propia boca que colgaba su traje como actriz. La intérprete de algunas de las comedias más memorables de parte de los 90 y comienzos de los 2000 ponía punto final a su carrera en el cine a los 45 años, sin vacilaciones ni cuentas pendientes.
Eso sí, los detalles de su decisión no surgieron en ese mismo instante. Sin nuevos estrenos desde el año 2014 (el musical Annie fue su última cinta), no tenía proyectos en el horizonte que implicaran giras de promoción donde arriesgara ser interrogada, por lo que los motivos fueron liberándose a goteo.
Los primeros reportes apuntaron a que deseaba priorizar el tiempo junto a su esposo, el músico Benji Madden, integrante de la banda Good Charlotte, con el que se contrajo matrimonio en enero de 2015, a meses de haber empezado a salir. Ambos se transformaron en padres primerizos de una niña en diciembre de 2019.
“Casarme con él fue lo mejor que me pasó”, le dijo en agosto de ese año a la revista de moda InStyle. Ante ese mismo medio se explayó en sus razones: “He entregado más de la mitad de mi vida al público. Siento que está bien que me tome un tiempo para reorganizarme y elegir cómo quiero volver al mundo. Si es que me decido. No extraño actuar”.
Categórica, la intérprete de Loco por Mary y Shrek no perseguía dar cátedra a otros actores y actrices que hubieran comenzado igual o más jóvenes que ella en Hollywood (tenía 21 cuando se estrenó en salas La máscara), sino que ahondar en su caso particular: siempre ocupada entre rodajes y viajes, por fin sentía que podía disfrutar con plena autonomía de su vida.
“No tengo que darle nada a nadie”, aseguró en esa oportunidad, gozosa con que “es divertido que nadie sepa lo que estoy haciendo”.
Esa ocasión también la aprovechó para saludar a dos cercanas con exitosos negocios: a su amiga Gwyneth Paltrow y su empresa de bienestar y estilo de vida, Goop, y a su cuñada Nicole Richie con su línea de joyería, House of Harlow.
El calendario avanzó hasta julio de 2020 y encontró a Diaz presentando con bombos y platillos su primera gran incursión fuera de la pantalla: Avaline, una marca de vino orgánico que fundó junto a la empresaria de moda Katherine Power. En plena pandemia, su debut fue un éxito, vendiendo en los primeros dos meses cerca de 120 mil botellas de blanco y rosé y forzando el adelanto lanzamiento del tinto.
En ese momento, se citó con Paltrow en su serie de entrevistas In Goop Health, donde declaró sentir “paz” de haberse alejado de su carrera cinematográfica. “Es muy intenso trabajar a ese nivel y ser tan público y exponerse. Hay mucha energía yendo hacia ti en todo momento cuando eres realmente visible como actor y estás haciendo prensa y exponiéndote. Y soy sensible a la energía”, señaló.
Y ahondó en su rechazo hacia los rodajes: “Estás allí 12 horas al día durante meses. No tienes tiempo para nada más. Y me di cuenta de que entregué partes de mi vida a todas estas otras personas, que se las llevaron. Y básicamente tuve que recuperarlo y asumir la responsabilidad de mi vida”.
El regreso
En 2018, el anuncio de su retiro no gatilló que Cameron Diaz se mudara de ciudad ni que cambiara las amistades que frecuentaba. Es cierto que el público no la ha visto en pantalla durante casi una década, pero ella ha seguido conectada a los vaivenes de Hollywood y a los temas que han marcado la agenda.
En ese sentido, analizó sus experiencias personales a la luz del movimiento MeToo. “Definitivamente soy una víctima de toda la cosificación y explotación social a la que están sujetas las mujeres”, sostuvo en conversación con el podcast Rule Breakers, agregando que “yo misma las he aceptado en ciertos momentos”. También tildó a la fama como “infantil”, debido a que “te quita mucho tu propio sentido de autonomía y la capacidad de cuidarte a ti misma”.
Esa entrevista de marzo pasado no arrojó ninguna pista que sugiriera un retorno a la actuación. Pero así será: según se confirmó esta semana, la intérprete aceptó unirse a Jamie Foxx en la película Back in action (De vuelta la acción), una comedia que comenzará a filmarse este año y se estrenará en Netflix presumiblemente el siguiente. La dirigirá Seth Gordon (Quiero matar a mi jefe), coguionista del largometraje junto a Brendan O’Brien (Buenos vecinos).
“¡Jamie Foxx, sólo tú podías hacerme volver a la acción! ¡No puedo esperar, va a ser genial!”, escribió en Instagram, agradeciéndole a quien fuera su compañero de elenco en Un domingo cualquiera (1999) y en Annie. De ese modo, aquel retiro que lucía definitivo dio un vuelco y a la larga será leído sólo como un hiato, como una ausencia con fecha de caducidad pese a que jamás se anunció así.
¿Será el inicio de una gran segunda mitad en la carrera de Diaz? ¿Se atreverá a seguir los pasos de otras contemporáneas que han ampliado su poderío delante y detrás de las cámaras? Las dudas son múltiples y las certezas no demasiadas, pero por ahora habrá al menos un nuevo filme con ella al frente.
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