Esa canción heavy no es de metal

Spinetta The Cure Violeta Parra

El heavy metal no posee el patrimonio exclusivo de la pesadez en la música. Numerosos artistas de otros géneros han compuesto canciones densas de recargados ambientes, perfectas para cabecear y levantar los puños. Acá la lista. Suban el volumen.


*Come to daddy / Aphex Twin (1997)

Partamos por el espeluznante video dirigido por Chris Cunningham (Björk, The Horrors) rodado en Thamesmead South en Londres, donde Stanley Kubrick filmó secuencias de La Naranja mecánica (1971), con una pobre anciana acechada por unas criaturas con el rostro deformado de Richard James, Aphex Twin en el mundo de la electrónica, hasta enfrentarse a un demonio que vocifera enfrente suyo.

“Esta pequeña idea que tuve, que era una broma, se convirtió en algo enorme”, diría James sobre esta canción versionada por The Dillinger Escape Plan en el EP Irony is a dead scene, junto a Mike Patton. Oscura, maldita, inquietante, 100% metalera, sin guitarras.

*Crazy Horses / The Osmonds (1972)

La banda de los hermanos Osmonds era la versión blanca de The Jackson 5, fieles representantes del pop chicle, hasta que en el cuarto disco decidieron apartarse radicalmente de su sonido y estilo, para componer y ejecutar por sí mismos todas las canciones de este álbum homónimo, que la historiografía musical considera como heavy metal. La canción es una protesta a la contaminación de la industria automotriz, y califica perfectamente como funk metal sabático. “De hecho, Ozzy Osbourne me dijo que Crazy Horses es una de sus canciones de rock and roll favoritas”, contó Donny Osmond, el más afamado del conjunto.

*Mannish boy / Muddy Waters (1977)

Este título monumental es una historia de idas y vueltas. En 1951, Muddy Waters lanzó She moves me, influencia directa para la creación de I’m a man en 1955, del pionero del rock Bo Diddley. Ese mismo año, Waters versionó el tema pero le cambió el título a Mannish Boy. En ambos casos, se trata de una oda a la masculinidad desde el ángulo sexual. Años más tarde, en 1977, fue regrabada para el álbum Hard again, un regreso en forma producido por Johnny Winters.

*One Hundred Years / The Cure (1982)

El más oscuro y denso de los álbumes de The Cure, grabado en un periodo donde los pensamientos suicidas rondaban en Robert Smith, mientras el consumo de drogas se disparaba en el entonces trío junto a Simon Gallup en bajo y Lol Tolhurst en batería, es una colección donde las canciones compiten en oscuridad, como ocurre con el ritmo frenéticamente marcial de The Hanging Garden, o el aire de pesadilla apocalíptica del corte que da nombre al disco. Pero es One Hundred Years, con su sentencia fúnebre inicial -”No importa si todos morimos”-, la más dura de esta colección.

*El Gavilán / Violeta Parra (1960)

Sin excepción, esta pieza que nunca fue grabada en un estudio por Violeta Parra, es considerada como su cumbre compositiva. El Gavilán no solo anida oscuridad, desilusión y acusaciones con la figura del pájaro representando a un macho -”El tema de fondo es el amor. El amor que destruye casi siempre, no siempre construye”, declaró la más universal de las figuras artísticas chilenas en 1960-, sino que contiene todos los elementos para ser considerada como una intrincada pieza progresiva, con una serie de cambios y ambientes diversos que representan la voluptuosa maestría de Violeta.

*Bella sin alma / Riccardo Cocciante (1974)

Con majestuosos arreglos del maestro Franco Pisano, este hit mayor del cantante franco-italiano Riccardo Cocciante escrito junto a Paolo Cassella y Marco Luberti, relata la historia de un engaño amoroso que en países como España enfrentó la censura por los versos “ahora desnúdate, sabes hacerlo bien, se te da cómodo, cuerpo sin alma”. La arquitectura musical e interpretativa maneja una aparente calma que hacia el final estalla, con Cocciante prácticamente a los gritos.

*I Feel you / Depeche Mode (1993)

Según Dave Gahan, apenas escuchó el demo de este clásico de Depeche Mode -quizás la canción más cachonda de los británicos-, cogió una escoba y comenzó a practicar air guitar frente a un espejo. “Todo el proyecto ‘Songs Of Faith And Devotion’”, comentó el compositor Martin Gore, “comenzó con el principio básico de que queríamos ser más directos, espontáneos y con muchas más actuaciones. Así que todo ese álbum se convirtió en el más rockero que hemos querido conseguir. I Feel You es probablemente la cumbre de eso y es lo más cerca que vamos a estar de sonar como una auténtica banda de rock”.

*The Nile song / Pink Floyd (1969)

Considerada como una de las composiciones más pesadas de Pink Floyd, nunca fue interpretada en directo. Sólo el baterista Nick Mason la incluyó a su repertorio en vivo en 2018. The Nile Song integra el álbum More, la banda sonora del film homónimo, el primer lanzamiento del cuarteto tras la salida de Syd Barrett. Ha sido versionada por grupos de metal como Voivod, y los reyes del sludge Melvins.

*El Ojo Blindado / Sumo (1986)

“El ojo blindado que me has regalado, me mira mal”, acusa Luca Prodán en esta canción voraz e incendiaria, que trata sobre un colgante que le dio una pareja, con la figura de un ojo. La joya puso algo paranoico al vocalista de Sumo, al imaginar que la pieza de orfebrería lo observaba (¿a dónde fuiste? ¿a dónde fuiste? mentira, mentira).

*Machine messiah / Yes (1980)

Drama es el álbum más controversial de Yes. Después de figurar entre los reyes del progresivo en los 70, el cambio de década dejó a los británicos al mando del bajista Chris Squire como único miembro original, mientras la alineación era reforzada con Trevor Horn y Geoff Downes de The Buggles, con los históricos Jon Anderson y Rick Wakeman fuera de esta etapa. Por más de diez minutos esta es la cara más heavy de Yes con un riff demoledor de Steve Howe, el pastoso bajo de Squire, y el mejor momento en batería del recientemente fallecido Alan White.

*Hideaway / Chicago (1975)

En la memoria del gran público, Chicago fue una banda de baladas edulcoradas en los años 80 como You ‘re the inspiration, gracias a la inigualable voz del bajista Peter Cetera. Pero desde fines de los 60, el combo estadounidense originalmente bautizado como Chicago Transit Authority, se había establecido como una institución donde cabía el jazz, el R&B, la música clásica y las aventuras instrumentales, gracias al virtuosismo de sus integrantes. Esta canción de Chicago VIII compuesta íntegramente por Cetera, es uno de sus momentos más duros.

*Cheques / Spinetta y Los Socios del desierto (1997)

Considerada como la última pieza crucial en el catálogo del influyente músico argentino, Cheques fue un verdadero mazazo de rock duro en los últimos años del segundo mandato de Carlos Menem, una protesta velada al neoliberalismo que se había apoderado del país trasandino en los 90, con la historia de una mujer seductora que deja en la bancarrota a un pobre diablo.

*Wild Thing / The Troggs (1966)

Inspirada en Heartbreak hotel de Elvis Presley, esta canción de la banda garage británica The Troggs fue compuesta en escasos minutos por Chip Taylor, hermano de Jon Voight y tío de Angelina Jolie. Las pausas del tema marcado por su ritmo cadencioso y erotizado, más que un recurso compositivo, responden a que Taylor no sabía muy bien cómo dar mayor estructura y letra a la pieza. A partir de 1967, la versión de Jimi Hendrix le dio otro espesor al tema enriqueciendo a su autor al punto que se dedicó a las apuestas en Las Vegas, donde fue expulsado por su costumbre de contar las cartas.

*Lark ‘s tongues in aspic, Pt. 2 / King Crimson (1973)

Ok. King Crimson tiene unas cuantas canciones bien pesadas como 21st century schizoid man, Red y One more red nightmare. Pero esta segunda parte del álbum homónimo de 1973 se compone de un riff asesino de Robert Fripp, el violín incansable de David Cross, las percusiones enervantes de Jamie Muir, el bajo áspero de John Wetton, y la genial batería polirítmica de Bill Brufford (influencia directa en Danny Carey de Tool). El quiebre a los 03:41 es digno de Pantera.

*Libre / Paloma San Basilio (1981)

Esta aguerrida power ballad de la afamada estrella romántica española no solo posee una estructura y arreglos propios del heavy metal más clásico, sino que la letra describe una implacable despedida.

Has pasado el límite

Como un siervo estúpido

Cualquier vida es válida sin tí

Borra mi teléfono

Guárdate las lágrimas

No serás, el último

Adiós

La ciudad es humedad

Bajo un cielo pálido

Y me siento

Libre, libre, libre, libre

*No sabes qué desperdicio tengo en el alma / Los Tres (1993)

El primer single de Se Remata el siglo, promocionado insólitamente como el álbum grunge de Los Tres hace casi 30 años, es una especie de injerto frankenstiano entre el riff central de Paradise city de Guns N’ Roses, y la estructura de Gypsy de Uriah Heep, una de las instituciones del heavy progresivo británico en los 70.

*Our Lady Sorrows / My Chemical Romance (2002)

Con partes influenciadas por Helloween según el guitarrista Ray Toro -”esta canción era muy agresiva y metálica”-, y a pesar de los gritos desesperados del cantante Gerard Way, Our Lady Sorrow es una canción épica y metalera sobre la amistad.

*Mama / Genesis (1983)

Genesis tiene unas cuantas canciones de la etapa con Peter Gabriel con ritmos cabalgantes como The Knife y riffs matemáticos demoledores, como el espiral entre guitarra y teclado en The Return of the giant Hogweed. Por cierto, se trata de una de las bandas favoritas de Steve Harris de Iron Maiden.

Cuando el manager de Genesis escuchó la canción, creyó que se trataba de un alegato en contra del aborto. En realidad, la inspiración de la letra escrita por Phil Collins proviene de las memorias del afamado actor David Niven, tituladas The Moon ‘s A Balloon, donde un adolescente se enamora de una prostituta de 45 años. La risa desquiciada de Collins se convirtió en el estribillo de esta pieza acechante y recargada.

Genesis - Mama (Official Music Video)

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