Dura polémica marca segundo show de Daddy Yankee: no se le permitió el acceso a gente con entradas en mano
Pese al refuerzo de las medidas de seguridad, y a que en gran parte de la jornada la situación había estado controlada, hacia la hora de la presentación del Big Boss, un nuevo intento de avalancha obligó a la intervención del personal de Carabineros. La situación generó el cierre total de los accesos al recinto de Ñuñoa, el retiro de los validadores y el aviso a la gente que debía retirarse pese a tener entrada.
Una noche difícil vivieron algunos asistentes al segundo de los shows de Daddy Yankee en el Estadio Nacional. Los incidentes en la Avenida Grecia y en los alrededores motivaron la intervención de la fuerza policial y posteriormente, cerca de las 21.30 horas, al cierre total de todos los accesos al recinto.
La decisión fue informada por perifoneo del personal policial a la gente que hacía la fila a esa hora, a muy pocos minutos de iniciarse el show. En la previa, se registró un nuevo intento de avalancha (anteriormente hubo uno en la zona de Campo de Deportes, frente al acceso principal) por parte de grupos de jóvenes que avanzaron en tropel desde calles aledañas como Villoslava.
Por ello, los efectivos policiales debieron intervenir con carros lanzaagua y caballos, afectando incluso a la gente que, con entrada en mano, hacía la fila para ingresar al espectáculo. La situación fue caótica y los jóvenes que pujaban por entrar se enfrentaron a carabineros arrojando piedras y objetos contundentes.
Tras controlarse en algo la situación, se informó a los asistentes que todos los accesos al estadio se cerraron y se retiró al personal que efectuaba la validación de entradas. Ello generó la esperable molestia de quienes habían hecho fila por horas para ver al ídolo del reggaetón, e incluso algunos ya habían hecho el proceso de validación de su entrada.
Se estima que no se dejó ingresar a varios centenares de espectadores que poseían entrada en mano.
“Llegamos como a las ocho y había una fila enorme. Estábamos en la entrada y se produjo una avalancha, quedamos empapadas”, cuenta Nadia Aravena quien viajó desde La Serena junto a una amiga, para asistir al show en localidad de cancha general. “Si te fijas ya no hay validadores, por eso la gente no puede entrar, nos dijeron que cruzáramos y no nos quedáramos acá, pero la gente se quedó”.
Algo similar vivió Junior Olmo, quien había hecho fila desde las 16.00 horas para ingresar a cancha general. “Nos habían validado, habíamos pasado la última puerta, entró un glomerón de gente y nos sacaron con palos, con los caballos, nos echaron a todos afuera y ahora no nos dejan entrar”
Al menos hasta las 20.00 horas la jornada había sido tranquila. Las medidas anunciadas por las autoridades como el refuerzo de personal policial y el cierre del perímetro, habían permitido un flujo de asistentes más ordenado y expedito que en el primer día de concierto.
Sin embargo, cuando en el Estadio ya actuaba el telonero Polimá Westcoast (esta vez vestido de negro y con un show explosivo marcado por el hit Ultra Solo), se registró un primer intento de avalancha desde la calle Campo de Deportes, el que motivó la rápida intervención policial. Pese a que la tensión amainó, rato después los incidentes se repitieron hasta que se informó a los asistentes que debían retirarse.
En el espectáculo, Daddy Yankee ofreció una presentación de dos horas, muy similar a la del primer día, con el mismo repertorio cargado a sus clásicos y una puesta en escena que incluye un atractivo uso de las gráficas de alta calidad.
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