19 años después de la emisión de su último episodio, la protagonista de Buffy, la cazavampiros, la actriz Sarah Michelle Gellar recordó la icónica serie noventera en una charla con el sitio TheWrap’s. Sin embargo, sus emociones se ubicaron en un sector más cercano al dolor.

Para Gellar, el denso ambiente laboral que vivió en esas filmaciones, le hicieron creer que era algo corriente en el mundo del audiovisual. “Durante tanto tiempo, estuve en un set que creo que era conocido por ser un set masculino extremadamente tóxico, y eso estaba arraigado en mi cabeza que así eran todos los escenarios, y que las mujeres se enfrentaban entre sí, que si las mujeres se hacían amigas, entonces nos volvíamos demasiado poderosas, así que había que mantener eso bajo”.

Gellar agregó que con el tiempo, notó que su percepción era errónea: “Ahora que he tenido esta oportunidad de trabajar con muchas más mujeres y hombres que también apoyan a las mujeres, me di cuenta de lo fácil que puede ser una experiencia, pero desafortunadamente todavía estamos en ese lugar donde todos esos departamentos muchas veces necesitan ser mujeres para que tengamos una voz”.

En concreto, estas declaraciones surgieron tras lo declarado por la actriz Charisma Carpenter, coprotagonista de la serie, luego de que acusara al creador del programa Joss Whedon de “comportamiento hostil y tóxico” en el set. Aunque Gellar tampoco quiso ir más allá. “Estoy más centrada en criar a mi familia y sobrevivir a la pandemia, por lo que no haré más declaraciones en este momento. Pero estoy con todos los sobrevivientes de abuso y estoy orgullosa de ellos por hablar”.

En febrero de 2021, Gellar escribió en su cuenta de Instagram frente a este tema: “Si bien estoy orgullosa de tener mi nombre asociado con Buffy Summers, no quiero estar asociado para siempre con el nombre de Joss Whedon”.