A 20 años de Pandillas de Nueva York: la trastienda de la epopeya neoyorquina de Martin Scorsese

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Dos décadas atrás, el director estrenaba uno de sus filmes más ambiciosos. Nominada a diez premios Oscar, fue el resultado de varios años intentando llevar la historia violenta y desconocida de la Nueva York del siglo XIX a la gran pantalla. También el primero de múltiples trabajos entre el cineasta y Leonardo DiCaprio.


Aunque se estrenó a fines del 2002, la idea de filmar Pandillas de Nueva York rondaba por la cabeza de Martin Scorsese desde 1970. O incluso antes, cuando el director era un niño que recorría las calles de Little Italy percatándose de que algunos edificios lucían más longevos y gastados que otros.

Dicha inquietud por el paso del tiempo en su ciudad natal se acrecentó cuando su camino se cruzó con un antiguo cementerio ubicado en Prince Street, muy cerca de la catedral de Old St. Patrick donde el cineasta ejercía como monaguillo. Al mirar las viejas lápidas, el futuro director se dio cuenta de que los apellidos de los muertos, lejos de rememorar a orígenes italianos, parecían ser en su mayoría anglosajones.

Todas esas dudas cristalizaron en una genuina fascinación. “De a poco me di cuenta de que los italianos no habían sido los primeros en llegar, de que otra gente había estado ahí antes que nosotros. A medida que empezaba a entender eso, me fascinaba. Me seguía preguntando: ¿Cómo se veía Nueva York? ¿Cómo era la gente? ¿Cómo caminaban, comían, trabajaban, vestían?”, señaló el director en una entrevista concedida la revista Smithsonian el 2002.

Pandillas de Nueva York (Martin Scorsese)
Pandillas de Nueva York (Martin Scorsese)

A principios de los 70, las respuestas de Scorsese llegaron de la mano del libro The Gangs of New York: An Informal History of the Underworld (1928), donde el periodista Herbert Asbury recopila la historia del Five Points, uno de los barrios marginales de la ciudad en el siglo XIX marcado por la inmigración, la violencia y los conflictos entre pandillas. Bastó una primera lectura para que el director se convenciera de que allí estaba la gran narración que quería trabajar en su carrera, y que, por cierto, condensaba varias de las temáticas que ha desarrollado a lo largo de su filmografía.

Pero tuvieron que pasar cerca de 25 años para que su deseo se hiciera realidad. El primer intento por rodar Pandillas de Nueva York fue en 1979, pero por distintas razones el proyecto no logró concretarse. Entre los motivos, estaba la imposibilidad económica de recrear el set de época con los detalles que Scorsese exigía. También la indecisión del mismo director sobre en qué parte de la historia centrar la narrativa.

Las cosas por fin cambiaron en 1999, cuando Scorsese se asoció con el polémico productor Harvey Weinstein, que por entonces ejercía como presidente de Miramax Films y con quien se rumorea que el director tuvo varios roces creativos durante la producción de la película.

Pandillas de Nueva York (Martin Scorsese)
Pandillas de Nueva York (Martin Scorsese)

A lo largo de ese año, Scorsese y el guionista del filme Jay Cocks revisaron y volvieron a redactar cerca de nueve borradores el guion. Con el problema del financiamiento resuelto (cuyo presupuesto ascendió cerca de los 100 millones de dólares), el equipo se trasladó hasta los estudios Cinecittà de Roma, donde el diseñador de arte Dante Ferretti se encargó de recrear con lujo de detalles el barrio de Five Points en un espacio que abarcaba alrededor de cuatro kilómetros cuadrados. ¿El resultado? Una de las epopeyas neoyorkinas más épicas del cine.

“Esta película ha sido mi sueño, y aunque suene a tópico, es lo que es: un sueño hecho realidad, porque los tópicos a veces también son ciertos”, confesó el director en una entrevista con el diario El País para el estreno del largometraje.

Leonardo DiCaprio y un elenco excepcional

La película sigue la historia de Amsterdam Vallon, un joven de ascendencia irlandesa que regresa a Five Points para cobrar venganza por el asesinato de su padre, cometido 16 años atrás a manos de Billy, el Carnicero, el temido líder de la pandilla de los nativos americanos que controla las calles del barrio.

Robert De Niro, antiguo colaborador de Scorsese, fue uno de los primeros convocados para protagonizar el proyecto. Pero a raíz de algunos problemas legales que tuvo en un viaje anterior a Europa, el intérprete se negó a participar en la película si esta era grabada fuera de Estados Unidos.

Martin Scorsese y Leonardo DiCaprio en el set de Pandillas de Nueva York
Martin Scorsese y Leonardo DiCaprio en el set de Pandillas de Nueva York

Sin embargo, De Niro aprovechó la oportunidad para recomendarle a Scorsese un nombre para el papel de Vallon. Y esa recomendación era nada menos que Leonardo DiCaprio, un joven actor que por entonces era famoso por su rol en Titanic (1997) y con quien De Niro ya había trabajado en El enemigo (1993).

“Le conocía de antes”, dijo Scorsese a El País sobre DiCaprio. “Robert de Niro me había dicho que echara un ojo al muchacho”. Aunque el cineasta estaba consciente de que la popularidad del actor sería de gran ayuda a la hora de convocar productores y financiamiento, se dice que la relación entre el actor y el director no fue demasiado sencilla en un principio. Al parecer, el joven DiCaprio solía llegar tarde al set tras salir de fiesta durante las noches.

Pero las cosas fueron tomando ritmo y el desempeño y talento del actor fue suficiente para encantar al cineasta, comenzando así una extensa y fructífera relación que se tradujo en filmes tan alabados como El lobo de Wall Street (2013), Los Infiltrados (2006) y El aviador (2004).

Otros grandes nombres dentro del casting de la película son los de Cameron Díaz y Daniel Day Lewis, este último a cargo de dar vida al violento carnicero que se enfrentaba a los inmigrantes irlandeses. Su incorporación a la película no fue un asunto sencillo, pues entonces el actor se encontraba retirado y trabajando como zapatero artesanal en Florencia.

Pandillas de Nueva York (Martin Scorsese)
Pandillas de Nueva York (Martin Scorsese)

Según consigna El País, Weinstein fue el responsable de convencerlo: “Eso es lo bueno de Harvey, que simplemente llama a la gente. Le llamó varias veces y algunas de las conversaciones fueron hilarantes, como cuando le dijo: ‘Daniel, si no haces el papel lo haré yo, y conseguiré todos los galardones que tú no habrás conseguido’”, expresó Scorsese. Sobre las razones de su retiro, el actor señaló que, “en parte, la razón para alejarme del cine es poder disfrutar más de la experiencia de trabajar de nuevo. Sé que puede sonar perverso, pero me da placer explorar estos personajes. Hay algo que es extrañamente liberador”.

Lewis es un reconocido actor de método, y Pandillas de Nueva York no fue la excepción. Durante su preparación, el intérprete se instruyó en el oficio de carnicero, además de aprender a lanzar y afilar cuchillos con destreza. Se dice que incluso era capaz de retirarse el implante ocular que llevaba su personaje con la punta de un cuchillo. Además, solía referirse todo el tiempo a sus compañeros por el nombre de sus personajes, sin salir jamás del rol de Billy, estuvieran o no las cámaras encendidas.

Tanto así, que el mismo DiCaprio dijo sobre Lewis nunca haber conocido “un actor más comprometido con su trabajo”. Sin embargo, el compromiso del actor con el papel casi lo lleva a pasar una temporada larga en el hospital, cuando por negarse a vestir ropa que no fuera de la época en que transcurre la historia se enfermó de una grave neumonía que no mejoraba, pues también se negaba a consumir la medicina recetada, argumentando que en aquellos tiempos no existía tanta tecnología médica.

Pandillas de Nueva York (Martin Scorsese)
Pandillas de Nueva York (Martin Scorsese)

Scorsese vs. Weinstein

El rodaje tampoco estuvo exento de polémicas. Entre las más comentadas durante la época estaban los supuestos conflictos entre Scorsese y Weinstein por diferencias creativas sobre cómo abordar ciertos detalles de la película.

La más evidente tenía que ver con la extensión final del filme, donde el productor abogaba por una versión mucho más breve y simplificada que facilitara su comercialización. Las cosas se complicaron cuando Weinstein despidió a Cocks, amigo cerano de Scorsese, por no estar de acuerdo con el final del guion.

A pesar de los reparos del productor, el primer corte presentado por el director tuvo una duración de ocho horas. Y cuando el cineasta presentó una versión reducida a tres, el productor ordenó la reducción de 25 minutos extras.

Mandatory Credit: Photo by Alan Davidson/Shutterstock (9190618h)
Martin Scorsese, Cameron Diaz and Harvey Weinstein
Gangs of New York Premiere during 55th Cannes Film Festival on 20 May 2002
Mandatory Credit: Photo by Alan Davidson/Shutterstock (9190618h) Martin Scorsese, Cameron Diaz and Harvey Weinstein Gangs of New York Premiere during 55th Cannes Film Festival on 20 May 2002

Otro de los desencuentros tuvo su origen en el presupuesto de la película, que se extendió de 80 a casi 110 millones de dólares. Aun así, tanto Weinstein como Scorsese negaron los rumores de una suerte de enemistad de ambos en el set.

Independiente de aquellos detalles, el estreno de Pandillas de Nueva York también tuvo más de un inconveniente en el camino. Su estreno estaba programado para el 2001, pero el atentado de las Torres Gemelas obligó al equipo a retrasar el estreno por considerar que una historia violenta podría ser mal recibida en un momento como ese.

Y cuando todo parecía cerrado para fines del 2002, se debió recalendarizar nuevamente su llegada a los cines. ¿El nuevo motivo? El estreno de Atrápame si puedes, el filme dirigido por Steven Spielberg que también tenía a DiCaprio como protagonista. Finalmente, tanto el actor como los directores debieron llegar a un acuerdo para que los estrenos no se toparan demasiado.

Pandillas de Nueva York llegó a las pantallas el 20 de diciembre de ese año y consiguió 10 nominaciones a los Oscar. Y aunque no ganó ninguna de las categorías de los premios de la Academia, quedó consagrada como una de las grandes epopeyas históricas del cine anglosajón.

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