Salirse de madre, se llama, la acaba de publicar Catalonia, y es la primera novela de Andrea Matte. Se trata de una novela basada en hechos reales, nada menos que la vida en sombras de su madrastra, la periodista Patricia Verdugo, durante los años del régimen militar. Por su temática, calza con la efeméride de los 50 años del golpe de 1973, y es el primero de varios lanzamientos que al respecto se están preparando en el mundo editorial.
Más allá que sea una novela, Andrea, ¿cuánto material real, verídico, atraviesa la historia en “Salirse de madre”, y a su vez, sentiste que omitiste información en la medida que escribías?
El material real, verídico atraviesa la novela. Toda novela lo hace, lo que no significa que estén hechas de él. Esta novela está basada en hechos reales, pero son hechos ficcionados, porque es absolutamente necesario que la ficción sea atravesada por el material de la realidad. Este último elemento es esencial para que la novela esté viva. No omite información, lo que sí hice fue modelar la información, trabajar con ella, transformarla en una historia que pudiera hacerle sentido a más personas que no solo fuera yo. Una novela destruye, crea, mastica y grita, no es un conjunto de informaciones o hechos vividos o experimentados por alguien.
Una novela construye la realidad desde otra mirada, otros personajes.
¿Crees que esta novela se inscribe o se inscribirá dentro de la llamada tradición de “la literatura de los hijos”, donde los autores narran el pasado de generaciones anteriores o de sus padres?
Esta novela no narra " el pasado de una generación anterior”. Esta novela construye un personaje, una voz, y la hace vivir en medio de un tiempo determinado. Esa voz que habla en la novela no muere, sigue vive, seguirá actuando. Lo que yo intenté hacer en “Salirse de Madre” no fue narrar la vida de generaciones anteriores, intenté modelar una voz que avanza a través de la mudez ambiental obligada de ese tiempo. Eso fue un gran desafío.
¿Fue la efeméride de los 50 años del golpe un factor para publicarla este año?
Lo que fue un factor determinante para publicarla este año fue que ya la novela tenía pulso y vida propia. La novela debía de ser mostrada y desde esa perspectiva sí coincidió con la efemérides de los 50 años del golpe, la respuesta es sí y no. Celebro que haya sido el 2023.
¿Qué referentes tuviste a la hora de escribir esta novela?
Todos los referentes que rodean a una escritora en el momento en que en su mente aparece un proyecto que no puedes olvidar ni hacer a un lado. No tuve ninguna posibilidad de obviar o no oír a Salirse de madre. Ella estaba ahí esperando, latiendo. Solo me faltaba el valor de sentarme y ponerme a escribir. Sin embargo, hubo un referente indiscutido, el estallido social del 19 de Octubre, qué duda cabe.
¿Qué es lo que más admiras en Patricia Verdugo?
Admiro muchas cosas de ella, tal vez el no detenerse frente al peligro y el siempre seguir adelante. El no vacilar frente a la verdad. El no sopesar los pro y los contra. Solo los pro. Mi personaje, Laura, es así. Imparable, valiente. Eso admiro.
Entiendo que es tu primer libro. ¿Cómo fue la experiencia?, ¿realizaste algún taller literario?
Comencé a escribir desde muy chica. Luego tomé algunos talleres literarios, que me ayudaron al acto mismo de escribir. Luego comencé a escribir, a mostrar, a rehacer, a tirarme de los pelos, a deshacer capítulos enteros, a leerle mis capítulos a mi marido, hijos, a mi hermana M. Olga hasta el cansancio. Seguí escribiendo aunque hubo momentos en que creí que el dolor me vencía. Pero seguí.
Hasta que llegó un momento en que supe que, como los boxeadores que yo necesitaba un punching ball. Entonces llamé a Ana María del Río. Una de las grandes escritoras que tiene Chile, a la cual admiro profundamente. Ella leyó mi material, le interesó y fue mi punching ball. Con ella peleamos durante nueve meses, codo a codo, capítulo a capítulo. Hasta que esta venció y salió a la luz Salirse de madre.