La caída de Primavera Sound Santiago: productora del Festival de Viña intenta salvar el evento

Asomó en un principio como el evento que rivalizaría con Lollapalooza y que traería al país uno de las franquicias musicales más reputadas y aplaudidas del planeta. “Este festival es para los huérfanos de Lolla, para personas que se sienten huérfanas de Lolla. Es un festival mucho más adulto”, adelantaba en este medio Felipe Araya, director de Rock Chile, precisamente la productora tras la primera versión santiaguina de Primavera Sound, cita que se realiza con éxito desde 2001 en Barcelona.

Un espectáculo que materializó su debut local en distintos lugares y días durante el último trimestre de 2022 –aunque se concentró en un fin de semana de mediados de noviembre en el Parque Bicentenario de Cerrillos-, y que cosechó un sonoro éxito de crítica, aunque su convocatoria no fue abrumadora. Sólo tuvo un promedio de 20 mil a 40 mil personas por jornada, lejos por ejemplo de las 75 mil diarias que reúne Lollapalooza en el mismo recinto, por lo que distintas voces al interior de la industria subrayaban que el negocio había estado lejos de ser satisfactorio. Fue un verdadero fracaso en términos financieros.

Según estimaciones que pudo averiguar Culto, sus pérdidas habrían superado los seis mil millones de pesos.

Eso sí, el “triunfo” estuvo en otro lado: sus shows –como Björk, Lorde, Arctic Monkeys o Travis Scott- escalaron en la prensa nacional como los mejores de la temporada y el espectáculo se desarrolló sin grandes contratiempos, cumpliendo en cuanto a horarios, artistas y experiencia.

Quizás alentados por esos últimos aspectos, tanto sus jefes en Chile como en España advertían por esos días que la realización de una segunda versión era casi un hecho. “De todas maneras hay Primavera Sound 2023 y 2024, 2025, 2026 y cada vez habrá más artistas locales y habrá más intercambio artístico”, se entusiasmaba el mismo Araya en declaraciones otorgadas a los periodistas que cubrían la cita, admitiendo que sólo quedaban por mejorar algunos puntos muy específicos.

Alfonso Lanza, director de Primavera Sound Barcelona –el jefe máximo del espectáculo-, también transmitía el mismo espíritu a través de una entrevista con Culto: “La respuesta yo diría que ha sido bastante mejor de la que hubiésemos pensado en una primera edición. El público lo pide, la ciudad lo pide, los partes han respondido también. Creo que se han dado las circunstancias para continuar, y para nosotros la verdad que ha sido una experiencia fantástica y desde luego que sí que nos gustaría continuar”.

Sin embargo, toda esa proyección se vino al piso durante esta semana. A través de un comunicado, la casa matriz de Primavera Sound en España puso fin a su contrato de franquicia con la empresa Rock Chile SpA para la continuidad del festival y la marca en el país.

¿La razón?: “Esta irremediable decisión se ha tomado como consecuencia de una serie de incumplimientos contractuales por parte de la empresa franquiciada, entre ellos los que dicen relación con el pago de proveedores”, explica el comunicado.

Luego sigue: “Primavera Sound S.L. lamenta el daño que este modo de actuar del franquiciado ha generado tanto en las empresas proveedoras como en la propia promotora. En efecto, también Primavera Sound S.L. ha sufrido graves perjuicios derivados única y exclusivamente de los reiterados incumplimientos contractuales de Rock Chile SpA. Una situación como esta no había ocurrido en el pasado, siendo la primera vez que Primavera Sound, S.L. se ve en la obligación de poner término a una franquicia”.

El texto incluso finalizaba asegurando que los promotores internacionales guardaban la intención de tomar acciones legales contra sus ex socios en el país ante la serie de incumplimientos incurridos.

Según pudo averiguar Culto, las principales deudas de la firma nacional son con entidades encargadas de temas como seguridad, transporte y publicidad.

Por lo demás, Rock Chile es la productora que a fines de 2019 logró un acuerdo con Rock in Rio para traer el legendario megafestival brasileño a la capital, aventura que finalmente se fue diluyendo debido a la crisis sanitaria y el estallido social. Hoy el plan está paralizado y sin grandes novedades.

Pero en la trama de Primavera Sound, hay otro asunto igual de sensible: aunque el comunicado precisaba que “Primavera Sound pretende seguir promocionando actuaciones musicales de primer nivel en Chile una vez haya encontrado un nuevo socio local que sí pueda asegurar una relación de trabajo con garantías”, quedó la sensación de que el evento había concluido su fugaz vida chilena.

Un escenario relativo. Por estos días, otra productora local negocia la opción de convertirse en socios de la firma española para evitar que la franquicia deje Chile de manera definitiva y para lograr que la cita se siga realizando de forma anual.

Se trata de Bizarro Live Entertainment, empresa que estuvo tras algunos de los shows más resonantes del año pasado –como Bad Bunny y Daddy Yankee-, que hoy tiene a cargo todo el armado artístico del Festival de Viña del Mar y que hace unas semanas fue seleccionada como la productora número 40 del mundo en el ranking Pollstar Top 100 Promoters Worldwide, el listado que reúne a los mejores del rubro a nivel planetario.

Según distintas fuentes de la industria, los acercamientos entre ambas partes vienen desde hace un tiempo, por lo que el acuerdo final podría resolverse en las próximas semanas.

Eso sí, por los plazos que se manejan para armar un festival de gran envergadura, Primavera Sound Chile no tendría su segunda entrega este 2023, incluso si Bizarro y los encargados españoles llegan a un trato positivo. Por tanto, todo quedaría para el próximo año. Las versiones del festival que se realizan en Buenos Aires y Sao Paulo –las que empezaron en 2022 a la par con Santiago-, no se verían alteradas esta temporada ni sufrirían alguna modificación derivada de lo sucedido en Chile.

Igual, no es la primera vez que Bizarro y Primavera Sound se ven las caras. Ya el mismo año pasado, la productora encabezada por el también músico Alfredo Alonso intentó convertirse en socio de Rock Chile. Incluso un número considerable de proveedores alcanzó a recibir un correo electrónico donde se anunciaba que Daniel Merino, promotor de Bizarro, se convertiría en el director general de Primavera Sound. Sin embargo, las negociaciones no prosperaron.

Eso sí, Bizarro siguió ayudando en temas de logística y producción, por lo que tuvo un involucramiento a fondo con el festival por donde también pasaron nombres como Beach House e Interpol.

A partir de este 2023, la llegada de Bizarro puede ser total y, con ello, se podría asegurar el destino de Primavera Sound Santiago. Que no quede sólo como un flashazo sin mayor prolongación en el tiempo.

Consultado por Culto en torno al tema, desde España Alfonso Lanza omite entregar mayores detalles: “Por el momento solo nos remitiremos al comunicado y en cuanto haya novedades las comunicaremos por los canales habituales”.

Por su parte, Bizarro por estos días soluciona sus conflictos en otro frente. En Viña 2023, la promotora acaba de sufrir la baja de Maná por problemas de salud de su líder, Fher. Los mexicanos se presentaban el lunes 20, jornada que previamente tampoco contaba con otro artista ni con un humorista ya asignado. Por tanto, ese día aparece vacante por completo. También hay otros dos artistas que aún faltan por anunciar en la parrilla.

El certamen tampoco ha distribuido a los humoristas –Yerko Puchento, Belenaza, Laila Roth, Fabrizio Copano, Rodrigo Villegas y Pamela Leiva- durante cada una de las seis noches festivaleras, ya que está enfrentado a un acertijo: mientras no se complete el cuadro de artistas invitados, no puede situar a los comediantes, ya que aquello depende del público al que se enfrentarán durante cada velada.