Rick y Corey Harrison, las estrellas de El Precio de la Historia: “Ojalá nos pagaran por cada meme”
En conversación con Culto, los hombres que encabezan uno de los espacios más célebres de la TV internacional hablan del impacto que aún tiene el programa, de su futuro en la pantalla y de su nuevo paso por Chile.
El éxito de la serie El precio de la historia es indiscutido. A catorce años de su estreno en 2009, la serie sobre la casa de empeños ubicada en Las Vegas, liderada por Rick Harrison, su hijo Corey “Hoss” Harrison y Austin “Chumlee” Russell, va en su vigésima temporada, convirtiéndose en el programa más icónico de History Channel en America Latina, y originando hasta una serie de memes viralizados de las maneras más diversas.
Mientras tanto, los fanáticos de la producción en Norteamérica ya pueden disfrutar del spin-off Pawn stars do America, en el que las tres figuras recorren Estados Unidos en busca de nuevas reliquias históricas para su emprendimiento.
El duo de padre e hijo ha sabido aprovechar esta fama. El año pasado visitaron por primera vez nuestro país para participar en una campaña publicitaria para Falabella. Un comercial televisivo en el que se aprecia a los dos valorando productos de la tienda se volvió viral, sobre todo por el uso de los actores de doblaje que traducen sus diálogos en la serie al español.
Este lunes volvieron para una nueva ronda de publicidad con la plataforma de ecommerce, y en medio de su visita conversaron con Culto. La serie lleva suficiente tiempo al aire como para que muchos jóvenes de hoy citen sus frases como memes (“no lo sé Rick, parece falso”). Jóvenes que, muy probablemente, se criaron viéndola.
Una situación que a Corey le parece algo chocante “No me digas que algunos crecieron viendo el show. ¡Yo crecí estando en él!”, dice mientras su padre ríe a carcajadas.
-¿Cómo ha sido el regreso a Chile por estos días?
Rick: Falabella.com nos llamó para hacer una segunda ronda de campaña, porque la primera tuvo mucho éxito. Simplemente son una empresa increíble. Le devuelven a su comunidad y todo. Somos muy cuidadosos a la hora de elegir con quién trabajamos, y ellos han sido unos socios geniales. Entonces, ¿por qué no volver? Sonaba divertido. Además, si te están pagando, ¿cómo no querrías volver a Chile? Si es un país increíble.
-En visitas como la actual, ¿tienen la oportunidad de buscar tesoros u objetos interesantes?
Rick: Lamentablemente no contamos con el tiempo para hacerlo, siempre estamos ocupados. Quisiera recorrer en algún momento la ciudad para ver algo de la cultura local, algunos de sus museos, o sus iglesias.
-El show es bastante conocido en todo el mundo, al punto que sus frases se han vuelto una parte crucial en la cultura de los memes, sobre todo en Latinoamérica. ¿Cómo se explican eso?
Rick: Todavía no logro explicar todo el asunto de los memes sobre mí. Creo que en 2014, yo era el meme número 1 en Internet, y siguen usándome así; o sea, aún puedes ver publicaciones en páginas como Reddit que preguntan “¿por qué todavía existen los memes sobre Rick Harrison?” Y yo también me lo pregunto, pero siento que es divertido. Eso sí, ojalá me pagaran por cada meme (ríe).
“Creo que es una señal de que todavía somos muy relevantes. Hemos estado haciendo el programa desde 2009, y de alguna forma, la gente sigue hablando sobre él. Obviamente debe ser porque hacemos un muy buen trabajo”.
-¿Esperaban que el show llegara a ser tan popular?
Corey: No, para nada. Casi me salgo en la primera semana que grabamos el programa. Nos juntamos todos como familia esa vez, y renuncié a la mitad del primer episodio diciendo “Dios mío, que pérdida de tiempo. ¡Nadie verá esto!”. Cuando empezamos a trabajar en Pawn stars do America también pensé lo mismo, ¡pero ocurrió todo lo contrario! Así que si alguna vez haces un show que quieres que sea exitoso, solo debes decirte a ti mismo que no será bueno (ríe).
Rick: Comencé a idear el programa solo porque pensé que podía ser bueno para nuestro negocio, si es que algún canal nos daba una o dos temporadas. Jamás me imaginé que se volvería tan popular, ¡al punto de que llegara a 150 países, y en 39 idiomas diferentes! Logramos resonar con todo el mundo. Tampoco pensé que terminaría haciéndolo por tanto tiempo.
-Los objetos inéditos que muestran en el programa deben ser solo parte de lo que la gente empeña todos los días en el negocio. ¿Cuáles son esos objetos que, como audiencia, no alcanzamos a ver?
Corey: ¿Cuántas cadenas y pulseras han tratado de empeñar en la tienda? Para que algo aparezca, tiene que tener alguna historia excepcional. El objeto debe tener una historia que realmente valga la pena llevar a la tele. Si nos traen algo aburrido, no lo mostramos.
“A veces me traen objetos de los que realmente no se sabe nada al respecto, y sería bastante aburrido si alguien entrara, dejara algo y yo dijera en el programa que no tengo idea (ríe). Pero ves, eso es lo bueno del programa. Todos los días llega algo diferente. De verdad no se sabe lo que va a estar en el programa”.
¿Cómo ven el futuro del programa?
Corey: Seguiremos haciéndolo mientras siga teniendo ratings, y porque todavía me divierto muchísimo. Es muy bonito. Me ha dado la oportunidad de ver objetos muy geniales, históricos, y me ha llevado a lugares muy interesantes. Seguiría haciendo el programa solo por eso.
“Y bueno, también porque, ¿qué más podría hacer? Todavía no lo sé. Yo tengo 39 años, y tengo un trabajo muy, muy pero muy genial. No puedo verme haciendo otra cosa. Lo disfruto, y creo que ambos podemos decir que jamás dejaríamos de hacer esto”.
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