De Alberdi a Larraín: zoom a los estrenos 2023 de la productora Fábula

La última ocasión había sido a comienzos de 2015. En esa oportunidad el Festival de Sundance acogió las primeras proyecciones de Guagua cochina (Nasty baby), la comedia negra que Sebastián Silva filmó en Nueva York junto a la actriz Kristen Wiig.

Ocho años después, la productora Fábula volvió con un estreno al prestigioso certamen que se realiza en pleno invierno en Park City, Utah, y que congrega a los consolidados y a las promesas del cine independiente de Estados Unidos.

A inicios de enero la compañía de los hermanos Pablo y Juan de Dios Larraín arribó con dos largometrajes al evento: La memoria infinita, de Maite Alberdi, y Brujería, de Christopher Murray. Y se trajo un galardón, el Gran Premio del Jurado, que reconoce a la mejor cinta de la sección de documentales internacionales de la programación, y que obtuvo el nuevo filme de la autora de La once (2014).

“Es un festival que se enfoca mucho en el contenido gringo, y estas dos películas son latinas. Mostrarles el espíritu latinoamericano que queremos transmitir como productora fue fantástico”, plantea a Culto Rocío Jadue, directora ejecutiva de películas de habla hispana en Fábula. “Así dan ganas de partir el año”, agrega en videollamada desde México.

Los asistentes a la edición 2023 de Sundance fueron los primeros en ver en pantalla grande la historia de amor de Augusto Góngora y Paulina Urrutia. Grabada durante cuatro años, La memoria infinita sintetiza en 85 minutos su relación de 25 años, el deterioro que le ha causado al comunicador el Alzheimer –tras conocer su diagnóstico en 2014– y su labor como periodista en la dictadura. “Un retrato poderosamente emotivo y cálidamente romántico”, apuntó The Hollywood Reporter en su crítica.

Jadue participó en el proyecto desde sus orígenes, cuando Alberdi conoció al matrimonio conformado por la actriz y el exencargado del área cultural de TVN. La realizadora cuenta que la primera idea fue crear una ficción a partir de esos dos personajes, pero que pronto desecharon esa opción. “Después de unos meses de investigación, Maite nos mostró el material y nos dimos cuenta de que no había otra manera de contar la historia que no fuera un documental”, explica.

En efecto, la cinta es el primer largometraje documental de Fábula, que coproduce el filme junto a Micromundo, la empresa de Alberdi. Nacida en 2004, la firma hasta el momento había concebido comedias, dramas, biopics, remakes, animación y series para el streaming, además de todos los trabajos de Pablo Larraín y Una mujer fantástica (2017), ganadora del Oscar a Mejor película de habla no inglesa. Pero no se habían asomado al cine de no ficción.

“Nos encantó, aprendimos un montón y la Maite y su equipo fueron muy generosos. Ahora tenemos varios proyectos en desarrollo que también son de no ficción. Implica contar las historias desde otro lugar, que nunca habíamos explorado, y que nos quedó gustando”, señala Jadue.

Por lo pronto, La memoria infinita se mostrará en el Festival de Berlín –que comienza este jueves– y en el contexto de Sundance selló un importante acuerdo con MTV Documentary Films, estudio propiedad de Paramount que se encargará del estreno en Estados Unidos y en el resto del mundo (en Chile cuenta con su propia distribuidora y se lanzará en salas durante el segundo semestre). “Nos van a acompañar con la película durante todo el año. Tenerlos a ellos es muy importante, porque finalmente el territorio más difícil para nosotros es el que no habla español”, advierte.

Junto a esa firma mantienen permanentes conversaciones para encuadrar cuál será su recorrido durante los próximos meses. ¿Ya se vislumbra en el horizonte la edición 2024 de los Oscar?

Aunque en 2021 Alberdi alcanzó una histórica nominación a Mejor documental por su cinta anterior, El agente topo, Jadue se inclina por la cautela. “El Gran Premio del Jurado (de Sundance) es bastante importante, pero aún estamos analizando el impacto. Pero, más que los premios, nuestro objetivo con las películas es buscarles un lugar y generar una conversación que consideramos que es muy importante”.

Otro tipo de diálogo es el que podría generar Brujería. Segundo largometraje en solitario de Christopher Murray (El Cristo ciego), el filme gira en torno a una niña huilliche de 13 años (Valentina Véliz Caileo) que ha recibido una formación cristiana y sirve a una familia de colonos alemanes. Un día su papá es asesinado y se refugia en una sociedad de brujos en la que aprende las habilidades necesarias para vengar a su progenitor.

Inspirada en la Recta Provincia, la ficción es coproducida junto a compañías de Alemania y México y en marzo debutará en cines chilenos. Posteriormente, tras su paso por la cartelera local, llegará a Latinoamérica a una plataforma de streaming y a otro servicio en Estados Unidos.

En el último par de años, Fábula se ha asociado con Netflix en la colección de cortos Homemade (2020) y en los largometrajes Nadie sabe que estoy aquí (2020) y Ardiente paciencia (2022). En otras palabras, en un proyecto armado a raíz del confinamiento, en la ópera prima del realizador nacional Gaspar Antillo (42 Días en la oscuridad) y en una nueva adaptación de la novela homónima de Antonio Skármeta.

Quizá no existe un patrón tan claro en esa seguidilla de estrenos, pero su frecuencia expresa la cercanía que existe entre la productora nacional y la plataforma. El siguiente hito de esa colaboración será El conde, la nueva cinta de Pablo Larraín. Definida como “una comedia negra con elementos históricos”, la película imagina a Augusto Pinochet como un viejo vampiro de 250 años que ha decidido morir para siempre, un personaje que recae en el actor Jaime Vadell.

Luego de dividir su carrera reciente entre Hollywood y Chile, es el primer filme para Netflix del director de El club (2015), quien en el anuncio oficial del proyecto fue celebrado por la compañía de streaming como “una de las voces más interesantes y preponderantes del cine latinoamericano de los últimos 20 años”.

Aunque confirma que se estrenará durante 2023, Jadue prefiere no ahondar en ese título. A cambio, opina sobre la demanda actual de los servicios digitales que encabezan la industria. “Las plataformas por lo general buscan buenas historias y buenos talentos, da lo mismo el género”, resume.

De todos modos, indica: “Hemos tenido que ejercitar otros músculos y estamos transformando un poco la línea editorial de Fábula, desarrollando películas de género. No sólo acción, sino que también suspenso, horror, comedia, infantil y juvenil. Hay de todo un poco”.

En ese sentido, el próximo 3 de marzo desembarca en el streaming la cinta Sayen, la primera parte de una trilogía en formato thriller que sigue a una mujer mapuche (Rallen Montenegro) en su lucha contra una corporación internacional que está destruyendo las tierras de su familia.

Para realizar esa serie de filmes, un encargo que les confió directamente Prime Video, contactaron al chileno-estadounidense Alexander Witt, hombre clave de superproducciones como Operación Skyfall (2012) y Avengers: Infinity War (2018), quien durante el último año rodó las tres entregas consecutivamente. Salvo los actores españoles Aron Piper (Élite) y Roberto García (La casa de papel), el elenco y el equipo lo integran sólo nombres nacionales, cumpliendo de ese modo con una de las peticiones de la plataforma.

Respecto al eje temático de la trilogía, sostiene que contaron con plena libertad creativa. “Cada una de las películas tiene un tema contingente país, dependiendo de la región o del lugar. La primera es en el sur, la segunda en el norte y la tercera en la ciudad”.

Hoy Jadue reparte su atención entre Santiago y Ciudad de México, donde la compañía acaba de abrir oficinas. En ese país el plan es materializar múltiples ideas, comenzando por Maquíllame otra vez, producción escrita y dirigida por Guillermo Calderón.

Protagonizada por las actrices mexicanas Ilse Salas, Paulina Gaitán y Regina Blandón, la cinta es una comedia de enredos sobre tres amigas que llegó este jueves a ese país, exclusivamente a complejos de la cadena Cinépolis. “Tenemos 450 copias, mientras que un estreno chileno grande es de cerca de 100″, cuenta sobre la envergadura del lanzamiento.

Tras abrirse a la creación de documentales y al cine de género, Fábula ajusta su búsqueda. Su norte actualmente consiste en encontrar proyectos que “puedan resonar no sólo en Chile sino que en Latinoamérica, y si tenemos suerte afuera de Latinoamérica. Pero son historias locales”, expresa la productora. Y añade: “Cuando digo locales, no tiene que ver sólo con Chile. Si hay una historia que nos parezca particularmente interesante en Brasil, Colombia o Argentina, también vamos a tratar de desarrollarla”.