Viña 2023 recibe nuevo golpe: Mauricio Correa renuncia a la producción ejecutiva del Festival

Mauricio Correa, productor ejecutivo del Festival de Viña 2023, presentó hoy su renuncia a la organización del evento, a solo seis días de que comience.

Correa era uno de los productores ejecutivos del certamen. Pocas horas antes de darse a conocer la renuncia, la cita había anunciado la baja de Yerko Puchento de la parrilla humorística.

La bajada se habría producido por desacuerdos del actor que protagoniza al humorista, Daniel Alcaíno, con la programación del festival. Según un comunicado de los organizadores del certamen, la decisión fue acordada por las dos partes “luego de que la parrilla programática se modificara a raíz de la cancelación de Maná por razones de salud, lo que cambia en su totalidad el grupo etario del público que asistirá la noche del 20 de febrero, al anfiteatro de la Quinta Vergara”.

“Ya todos los comediantes tenían sus días asignados, por lo que era muy difícil moverlos -explicó el mismo Alcaíno a Culto-. Cada uno tenía su jornada. No se pudo llegar a ningún acuerdo ni se dio ningún cambio. Probablemente buscaron la forma de que no se cayera nuestro show, porque se han demorado mucho en dar la parrilla definitiva, y quizás barajaron otras opciones”. Pero el mismo comediante asegura que “no nos ofrecieron otro día. Había otra comediante y ella se hizo respetar por tener ese día, y la aplaudo. Se hizo respetar, igual que nosotros”.

Se desconoce si la renuncia de Correa, la que pudo ser confirmada por fuentes ligadas al festival a Culto, está relacionada a este hecho. En una entrevista con Mega, el actor había señalado no tener información respecto a la renuncia del ejecutivo.

Mientras, se espera que en los próximos días puedan venir otras renuncias derivadas de los diversos problemas que ha derivado. Eso sí, fuentes ligadas al organización señalaron a Culto que está descartada la salida de Catalina Yudin, la contraparte de Correa, que asumió como productora ejecutiva en representación de TVN.

En su retorno tras dos años, el Festival de Viña suma variadas dificultades que lo ha vuelto una de las ediciones más complejas de su larga y rica historia. Desde el montaje de un nuevo escenario en reemplazo del que se usaba desde 2020 (que se dañó de forma irremediable por la falta de uso y mantención), a la situación gatillada por la decisión inicial de no contar de forma presencial con la tradicional orquesta del Festival, la que fue revertida tras el repudio unánime de músicos y gente vinculada a la industria. A ello se le suma la dificultad para cerrar la parrilla del humor y las bajadas de último momento (como lo ocurrido con Maná y Yerko Puchento).