Julianno Sosa dispara: “Hay muchos artistas en Chile que los están engañando”
Fue uno de los precursores del trap en Chile, pero se mudó a EE.UU donde llegó a caer en la cárcel. Tras salir, arremetió con hits como Cochinae, que le dieron mayor visibilidad en la música urbana. Viviendo en Miami y con nuevo disco bajo el brazo (aunque anuncia dos más para este año), lucha por regularizar su situación y viajar al país. “La vamos a romper”, asegura.
“Trenches”, son los que vienen de las trincheras. Un término del argot latino en Estados Unidos, para hablar del mundo de las barriadas, las zonas populosas en que la pobreza es la medida y la calle es la ley. El término le llamó la atención a Julianno Sosa (1998) y lo usó para nombrar a su nuevo disco, El Rey de los Trenches, el segundo de su carrera discográfica, que ha labrado desde mediados de la década del 2010.
Un título que a la vez es una declaración. “Es porque coronamos la misión, por eso somos el Rey de los trechos, coronamos la población. Salimos de la población, gracias a Dios, obviamente, sin dejarla completamente, pero ya por lo menos no estamos metidos ahí en lo malo y en esas cosas”, explica a Culto vía zoom desde su casa en Miami.
La de Julianno Sosa es una historia de calle, con idas, vueltas y bifurcaciones. Nacido y criado en Puente Alto como César Pozo Martínez, tuvo una infancia difícil. La música llegó por influencia de sus hermanos mayores, que por las tardes se juntaban con amigos para rapear. “En mi casa se escuchaba mucho Camela, su Chayanne, La oreja de Van Gogh por mi mamá, que escuchaba esa música para hacer aseo. También música gitana, mucho música gitana con mi hermano. Ya después cumbia, rap, de todo un poco, hasta su metal de repente ¿los Beatles? puede ser que haya sonado, por qué no”.
Entusiasmado, se inició de joven en las rimas y el trap, por entonces un estilo poco conocido en el país y comenzó a hacer sus primeras canciones. Por esos días se vinculó con un joven Pablo Chill-E, también en ascenso. Así definió su identidad musical; Julianno, porque le gustaba, Sosa, por Alex Sosa, el enemigo de Tony Montana en Caracortada.
En 2016 tomó la decisión de irse a Estados Unidos. Allí tomó distancia de la música y se entregó a los caminos de la calle. Al poco tiempo volvió a lanzar canciones, como X Dinero, en que se explaya sobre esos días. Pero ahí vendría un golpe de realidad; un incidente del que no prefiere explayarse, lo envió por cinco meses a la cárcel del condado de Morris, Nueva Jersey. Fueron días difíciles. La salida la documentó en el videoclip de la canción Otro día.
En esos meses a la sombra, Sosa dice que conoció la discriminación. “Se ve demasiado, es complicado porque yo creo que los reos no confían en nadie, no se prestan a hablarse en español con nadie, a nadie le gusta ser solidario. Hasta los mismos latinos, hermano. O sea, tipo con cara de latino y te dicen que le hables en inglés. Se ve más en lugares donde hay una autoridad diferente, en la escuela, en la cárcel. Es raro cómo se vive la discriminación, pero de que está, está, y es brígida. Pero fuera de la cárcel, así en la calle, te diría que es mínima, como en todos lados”.
¿Qué fue lo más difícil de esa estadía en la cárcel?
El hecho de estar encerrado y en pandemia. O sea, teníamos confinamientos sanitarios, no nos dejaban salir al patio, no podíamos usar las cosas. Realmente estar entre cuatro paredes te aburres todo el día, no sabía qué hacer y cuando tienes tanto tiempo libre, te pones a pensar cosas buenas, cosas malas, que te joden a la larga mentalmente. Te pones en un estado depresivo, te da ansiedad, quieres puro irte.
Finalmente rico
Tras salir de prisión, Julianno Sosa se abocó de lleno a la música. Aunque, no ha sido fácil porque el tiempo tras las rejas complicó su situación migratoria y de momento tiene arraigo en EE.UU. Mientras, lanzó su primer álbum, Finalmente Rico (2022), que incluye temas como Perrea KTM, junto a El Jordan 23, Endo y Noiss. Pero su hit fue Cochinae, tema incluido en el Ep Querían perreo? que mantiene su impronta callejera. “Te azoto lo’ cachete’, te vo’a escupir en la cara, yo sé que te gusta porque tú ere’ una mala”, dice en su letra.
El éxito fue tal que en el remix pudo invitar al puertorriqueño Ñengo Flow, uno de los referentes del género urbano. “El Ñengo es el único artista que no me decepciona. Porque en esta industria a veces tú tienes artistas que te gustan y cuando los conociste te decepcionan. Pero él es como deberían ser todos, no se mete con nadie, siempre está dispuesto a ayudar. Como tú lo ves en la redes, o en YouTube o sus videos antiguos, es lo mismo en persona, no hay ninguna diferencia”.
Desde ese momento, dice, comenzó a tener mayor exposición. A tono con el estilo, se deja ver en las redes con fajos de billetes, collares y costosa ropa de marca. “Es como que no eres nadie, y al otro día todo el mundo te conoce. Y es un poco cuático lidiar con todo eso, pero gracias a Dios, hemos sabido sobrellevar la situación y siempre con los pies puestos en la tierra. Obviamente igual quizás pude haber tomado plata y todo, pero al final sigo siendo igual que todo el mundo. Lo único que cambia quizás es la estabilidad económica, pero como persona sigo siendo la misma. Y cuando ya he tenido una canción con 100 millones, discos de oro y esto y lo otro, es mucha la plata que genera, no te das ni cuenta. Ahí es cuando abres los ojos y dices, la música es real. La industria de la música es real”.
Esta temporada, anticipa que lanzará dos discos más, en una fuerte arremetida por marcar presencia en las plataformas. “Se viene Querían perreo vol.2 y Finalmente Libre, es un álbum que estamos trabajando con harto cariño, dedicándole tiempo como corresponde. Realmente queremos sorprender y tenemos buenas expectativas”.
A pesar de que funcionas desde Miami ¿sientes que te ha hecho falta venir o estar en Chile?
Sí, po. No es lo mismo que te escuchen desde lejos a que la gente pueda ir a verte. Pero siempre sacamos lo positivo y lo negativo, y al menos una de las cosas positivas que me ha dejado todo esto de no poder viajar, es que me eduqué musicalmente. Hay muchos artistas en Chile que lamentablemente los pueden estar engañando. Y digo lamentablemente porque es cosa de que los cabros se lo busquen nomás, que se den cuenta de lo que ganan en sus regalías, sus plataformas digitales, ese es el lado que yo aprendí. A mí nadie me quita un peso que no sepa para dónde se está yendo. A los cabros los duermen por los shows, les dicen que los shows aquí y acá y no tienen ni idea cuánta plata están generando musicalmente en las plataformas digitales.
En tu nuevo disco colaboras con Pailita en el tema No quiero atraso ¿cómo has visto el crecimiento rápido que ha tenido?
Con el Pailita he quedado loco de que le esté yendo bien. Ahora está como más evolucionada la música, porque allá en Chile, de los tiempos que vengo yo con los pioneros, con los que empezamos esto, no era tan tan brígido el apoyo como lo está ahora. Pero me siento contento de que él abra más puertas, de que más gente se interese en el género de nosotros, porque igual lo tenían como mal mirado. Decían que era música de delincuentes, cosas así. Pero yo estoy súper contento con todo lo que está haciendo, que le sigan yendo bien y que lleguen más Paillitas, porque esa es la idea, que más gente se motive a atreverse a cantar o en verdad hacer de sus sueños realidad.
¿Qué te pareció lo sucedió con Marcianeke en una entrevista en que de alguna forma dio a entender que no conocía a los Beatles?
En verdad, no te voy a mentir, yo esa entrevista completa no la vi. No sé lo que hablaron, no sé nada, lo único que vi fueron 30 segundos de uno diciéndole a Marcianeke ‘oye, los Beatles’, y obviamente para una persona como yo, que no sabía qué pasó para atrás lo primero que yo pensé ‘ah periodistas cu…, terrible gi…’, pero no sé cómo estuvo la entrevista, si pudo haber sido como malintencionado de cualquiera de las dos partes. Pero sí, estuvo un poco fuera de contexto de la pregunta, como que no venía a nada que era el tema de lo que estaban hablando. Obviamente, yo apoyo a mi compa Marcianeke, apoyo que no se burlen de nosotros.
¿Vas a poder venir a Chile en algún momento?¿cómo está tu situación migratoria?
Sí, obviamente esa es la meta más importante que tenemos aquí. Pero es lento, no te voy a decir que vamos así como muy bien. Es súper lento el proceso, pero estamos haciendo todo para hacerlo posible. Porque para mí es un poco más complicado, por el hecho de haber pasado por la cárcel, de haber tenido problemas, ahora mismo tengo un brazalete en mi pie, tengo un perímetro donde poder andar, dónde sí, dónde no. Entonces, estamos resolviendo esos problemas primero, pero al menos estamos haciéndolo y estamos haciéndolo bien. Tengo corte el mes que viene y hay que esperar hasta un mes, pero con el plan de Dios, va a salir todo bien, hermano. Todo bien, lo juro que va a salir todo bien y pronto voy a estar en Chile.
¿Te sientes reconocido en Chile?
Lo que he visto es que gracias a Dios, sí he tenido el reconocimiento en Chile, pero no sé si es realmente como yo lo creo, porque como estoy acá no lo puedo sentir, pero siempre que viene alguien de Chile o me encuentro acá en Chile, me dice que estoy pegado en Chile, que cuando llegue voy a dejar la cag….Entonces, si yo me quedo con esas palabras, en Chile vamos a llegar y la vamos a romper, aunque no sé realmente si sea así, pero si no es así, que vamos a lograr que sea así y si ya es así, agradecido. Más ganas de me dan de ir para allá.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.