Sobornos, romance y rock & roll: llega la biopic del descubridor de Kiss y Donna Summer
Disco de Oro retrata a Neil Bogart, el fundador de Casablanca Records y descubridor de leyendas de los setentas como Kiss, Parliament, Donna Summer y Village People. Un retrato que tiene luces y algunas sombras de su personalidad tan directa como encantadora. Culto accedió al filme y acá detalla algunas de sus claves.
Lo que debía ser una celebración, pronto se convirtió en un desastre. Era la ocasión en que los emergentes Kiss debían mostrarse ante los encopetados ejecutivos de la industria en una fiesta exclusiva en Los Angeles. El impulsor era Neil Bogart, el deslenguado hombre fuerte de Casablanca Records, una de las nuevas disqueras que florecían en la época. Detallista, preparó la escenografía, el hielo seco para el humo de escenario, las luces y toda la parafernalia.
Pero no contó con un detalle. El humo del escenario activó las alarmas de incendio y los regadores automáticos, que en cosa de minutos rociaron el lugar, a los trajeados ejecutivos y a los músicos, que con maquillaje corrido, por poco no se electrocutaron. Furiosos y empapados, los representantes de las majors le dijeron a Bogart que estaba acabado y que los chicos de Kiss “eran terribles”.
Ese fue el punto que, en 1973, impulsó a Bogart a emprender un camino propio que llevó a su discográfica a imponerse en una jungla de compañías, entre medio de agresivas tácticas comerciales, en que pasaban engaños, sobornos a DJ’s y arrebatarles sus figuras a la competencia. La historia es el eje de Disco de oro, biopic del hombre que descubrió a nombres claves de los 70′s como Kiss, Parliament, Donna Summer, Village People, entre otros. Es decir, el género biográfico salta desde las figuras musicales hasta quienes están en la trastienda de la industria musical. Esta se estrena el próximo 1 de junio en los cines chilenos.
La cinta está a cargo de Timothy Scott Bogart, el hijo del retratado, en dirección y guión. “Nació como Neil Bogatz en la pobreza en los proyectos de Brooklyn, donde trazó sus sueños y esquemas para dejar su huella en el mundo. Me tomó más de veinte años, pero finalmente puedo contar la historia imposible de cómo se liberó de esos humildes comienzos para definir la música de una generación, y finalmente se convirtió en el visionario al frente de la legendaria Casablanca Records”, detalla en un comunicado.
En el protagónico está el actor y cantante Tony Jeremy Jordan (Newsies, Bonnie & Clyde). “Tuve que investigar un poco para averiguar quién era Neil”, dice Jordan en un comunicado. “Tim tenía todos los recursos, así que me enviaba clips de cosas que había recopilado que no se pueden encontrar en línea, entrevistas con personas que habían conocido a Neil. Sentí que lo conocí de esa manera”.
Narrado en primera persona mientras bebe una copa de vino, el filme retrata los orígenes modestos de Bogart y cómo fue cambiando de identidad y proyecto cada vez que le convenía. Fue garzón, empleado discográfico en compañías como Cameo-Parkway Records y hasta figuró en el listado de aquellos que impusieron un hit (o sea, un one hit wonder), con Cherry on top, bajo el alias de Neils Scott. Su máximo orgullo, fue que esa canción logró incluso imponerse al mismo Elvis Presley.
Pero con el correr de los minutos, es claro que el máximo talento de Bogart no era la música (para la que sí tenía un buen oído), sino su afilada labia. El filme lo retrata como un sujeto con una extrema confianza en sí mismo, que no duda en desafiar a las grandes compañías y convencer a talentos para sumarlos a su corral. Lo consigue con los Isley Brothers, al hacerles ver que estaban limitados por Motown y que con él tendrían más chances si hacían algunos cambios en la producción de sus temas para hacerlos más comerciales. También con Giorgio Moroder, el padre del disco, a quien logra convencer de fichar a La Donna Sommer, una talentosa cantante residente en Münich, a quien Bogart rápidamente rebautizó como Donna Summer ¿su truco? ofrecerles sacar su música por un sello subsidiario menor, que él podía empujar en la distribución.
“Escucho estas historias sobre mi padre, y todos tienen dos o tres versiones diferentes de la historia. Nadie sabe muy bien lo que realmente sucedió. Eran los años setenta, había sexo, drogas y rock and roll. De eso se trataba la época”, dice el productor Brad Bogart.
Y claro, no ocultaba sus tácticas más agresivas. El pago a los DJ’s radiales para que pincharan los discos de sus artistas (la legendaria payola) o hasta espiar a los competidores, eran parte de su set. “Solo es otro día de oficina”, dice Bogart en un momento. “Lo que nunca nadie entendió sobre los sobornos es que no pagábamos por discos que no quisieran poner ¿pero repatirnos un poco de amor para conseguir un poco más de atención?¿tú que crees?”, agrega.
Bogart manejaba su oficina y a su grupo cercano con su estilo particular. “Lo que aprendí fue que Neil trataba a los artistas como familia”, señala Jordan. “Esa es una especie de su magia: les da la bienvenida, los lleva exactamente a donde están en su viaje musical, su viaje personal, dónde están en la vida, dónde están creativamente, y los hace sentir que son parte de su familia”.
Por cierto, Bogart no dudaba en moverse cuando el ventarrón arreciaba. “Cuando estaba absolutamente en bancarrota, en lugar de darse por vencido, pidió prestado a la mafia y literalmente apostó en Las Vegas con fichas de la casa para hacer la nómina”, dice Timothy Scott Bogart.
Y cómo no, el filme indaga en los escareos amorosos del protagonista. En vida, Bogart se casó con dos mujeres, Beth (interpretada por Michelle Monaghan) y Joyce (interpretada por Lyndsy Fonseca). La primera, fue su contención en los años difíciles en que Casablanca Records comenzaba a hacerse un lugar, mientras que con la segunda (tan segura de sí misma y dinámica como él) todo ocurrió como un flechazo que se fue consumando lentamente una vez que se conocieron en un estudio de grabación para un proyecto que ella impulsaba, mientras estaba casado con Beth. “Al final, Neil tuvo tres amores en su vida”, dice Jordan. “Beth, Joyce y Donna Summer. Tenía un tercer tipo de amor por Donna, un amor paternal, en cierto modo”.
La película además retrata a varias figuras de la época. Sebastian Maniscalco (The Irishman) como Giorgio Moroder; el rapero Wiz Khalifa como el legendario George Clinton; la compositora Tayla Parx (quien ha escrito temas para Ariana Grande y Khalid) en el papel de Donna Summer; Pink Sweat$ como Bill Withers y por cierto, está Kiss: Sam Harris como Paul Stanley, Casey Likes como Gene Simmons y Alex Gaskarth como Peter Criss.
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