Juanes: “Es dura la vida del artista o del futbolista, porque es una vida que no es constante”
En su reciente y fugaz paso por Santiago, uno de los cantantes latinos más populares de los últimos 20 años habla con Culto de su último disco, Vida Cotidiana, el que define como su mejor álbum. Además, se explaya sobre turbulencias familiares, salud mental, la Colombia de hoy y como qué artista le gustaría ser en la adultez. "Para llegar hasta aquí, tuve que haber pasado por la oscuridad", revela.
Juanes lo recuerda preciso: “Lo que me pasó a mí en 2009 fue justamente eso”. ¿Y qué le pasó hace ya más de una década?
Justo cuando venía de una imparable racha de éxitos que lo habían consolidado como el mayor astro latino de esos días (A Dios le pido, La camisa negra, Me enamora), justo cuando se había presentado en la inauguración del mundial Sudáfrica 2010 y justo cuando conquistaba el planeta cantando sólo en español mucho antes que lo hiciera Bad Bunny, el colombiano se cansó. Ya no dio más y clamó por una tregua.
“Ese fue un año definitivo, desde el punto de vista que yo venía trabajando muy duro, por muchos años. Mi tercer hijo, Dante, nació a finales de 2009 y yo ya estaba en un punto de cansancio profundo de todo; de viajar, de tener que dejar a mis hijos en la casa, de no poder compartir con ellos. Creo que eso me empezó a pasar factura, porque la carrera musical es como una carrera de la Fórmula 1. Si tú no vas a los pits, si tú no te realimentas y si no te cuidas, es muy fácil que te estrelles”, recuerda ahora el cantautor, sentado en el teatro San Ginés del barrio Bellavista, en una fugaz visita promocional de mitad de semana por Santiago, ya con cinco décadas de vida y mucho tiempo después de aquellos años vertiginosos de los que hoy no quedan demasiadas cicatrices.
Porque Juanes ahora habla pausado, sereno -lo que ya es bastante decir en un artista pausado y sereno como él-, y tiene de fondo una escenografía que semeja el living de su casa, el espejismo de un espacio íntimo donde horas después se presentará en un show sólo para invitados especiales.
Después de numerosas temporadas de éxito arrebatador y de verse envuelto en una crisis que lo hizo hastiarse de su vida de celebridad, Juanes ha decidido empujar su carrera hacia el otro polo, hacia una narrativa que describe a un tipo normal y común, ansiando los anhelos de cualquiera y lidiando con los problemas de todos. Origen se llamó su álbum de 2021, donde versionaba las canciones de los músicos que lo formaron en su adolescencia, como Bruce Springsteen, Bob Marley, Juan Gabriel o Fito Páez.
Y Vida cotidiana es su trabajo más reciente, también de título elocuente y aparecido a mediados de mayo, el testimonio de un hombre que en pandemia debió enfrentar un amague de separación de su esposa por 20 años, la actriz Karen Cecilia Martínez, y las fricciones naturales con tres hijos en pleno crecimiento, Paloma, Luna y Dante, hoy todos ya jóvenes. Incluso, toda la familia reunida aparece en el video del single Cecilia, una composición de pura reconciliación amorosa cantada a dúo con Juan Luis Guerra.
“Eso me costó mucho, porque yo soy una persona muy tímida”, se autodefine el artista.
Eso sí, sin timidez, luego se explaya: “Creo que todo esto era una necesidad que gritaba mi alma, de volver a ese lugar de origen y donde me siento muy cómodo. Pero la incomodidad fue lo que me llevó a ahí también. Antes tuve la posibilidad de experimentar con otras manera de hacer la música, digámoslo así, pero sentía que tenía que volver a ese lugar donde yo me siento cien por ciento lo que soy: la guitarra eléctrica, el rock, la mezcla con elementos del Caribe, de la música latinoamericana. Creo que eso me hacía mucha falta”.
-Al volver a hablar de su casa o de su familia, ¿había algo que le seguía incomodando de su vida de celebridad o de música en medio de shows o giras?
En algún momento, sentía que ser vulnerable era sentirme débil. Me sentía como: ‘qué pensarán, qué dirán, me van a juzgar o no’. Y después de un tiempo me di cuenta que no, que sentirme vulnerable y mostrarme vulnerable y honesto, era una fortaleza. Me sentía cómodo hablando de las cosas reales que yo vivo, como padre de familia de tres adolescentes, como el esposo de Cecilia, que llevamos juntos 22 años, y hemos pasado por una cantidad de situaciones que hemos sabido siempre, afortunadamente, llevar adelante. Y nos amamos profundamente. Yo creo que esa es la realidad de la vida, que no solamente puedo vivir yo con mi esposa, sino que la mayoría de las parejas. Es amarse muchísimo, a veces encontrarse, a veces desencontrarse, discusiones, pero sobre todo aprendiendo a amar. Yo creo que de eso se trata también este álbum. De mostrar ese lado sincero y humano.
-En 2009 y 2010, usted pasó un momento muy complejo en su relación con la fama y la música. ¿Hoy la cuesta menos hablar de esos temas que tienen que ver con la salud mental? Alejandro Sanz o James Hetfield, por ejemplo, también han abierto sus propias experiencias al respecto.
Yo en ese momento sentía eso y estoy muy agradecido de haber pasado por aquello. Cada vez que miro hacia atrás y recuerdo eso que pasó ahí, creo que fue lo mejor que pude haber hecho. Fue el mejor proceso para mí de crecimiento y que permite estar hoy acá, hablarte como te hablo y hacer la música que hago.
En algún momento, sentía que ser vulnerable era sentirme débil. Pero después me di cuenta que mostrarme vulnerable y honesto, era una fortaleza”
“Pero doce años atrás, nadie hablaba de eso. O sea, hablar de salud mental era ‘estás loco, qué te pasa’, ‘vete donde el psicólogo mejor, porque estás loco’. Realmente esa era la visión. Y yo creo que no, yo creo que es dura la vida del artista, es dura la vida del futbolista, es dura la vida de las personas que tienen que viajar todo el tiempo, porque es una vida que no es constante y que te exige muchos cambios todos los días. Y yo, con el exceso de trabajo en general, de cualquier punto, siempre es complicado, porque pierdes la balanza. Te vas para un lado, para otro, te caes, tiene consecuencias. Yo creo que la salud mental es algo clave. Es muy fácil poder caer en el licor o en las drogas, en cualquier otra depresión profunda, si no te cuidas a ti mismo. Yo creo que es bueno que todo esté saliendo a la luz para que las personas, sobre todo la gente joven, pueda hablar más tranquilamente sobre esto.
-Usted viene de la época donde al artista quizás le daba pudor hablar de estos temas y siempre debía parecer un astro infranqueable.
De alguna manera, siempre es como si la sociedad te dijera “haz más, produce más”, “tienes que hacer más y más para ser feliz”. Y yo creo que la felicidad no está en ninguna parte. ¿Dónde está? La felicidad es un proceso, si es que existe como proceso. Para mí es más poder levantarte todos los días por la mañana y sentirte con ganas de vivir y de hacer cosas nuevas. Pero también tiene que haber un momento para cerrar los ojos y respirar y estar con tu gente, darte amor propio también.
-¿Tuvo que llegar también a los 50 años para poder tener esas reflexiones?
Sí. El trayecto amplio tiene que ver con la edad que tengo. Tiene que ver también que obviamente no estoy acá hablándote de esto de la noche a la mañana, sino que tuve que haber pasado por momentos muy duros en mi vida. De encontrarme en un escenario cantando y diciendo ‘¿qué estoy haciendo aquí si no me siento cómodo, si lo que yo más amo, que es esto, no lo estoy disfrutando? ¿Qué me está pasando?’ Y era justamente eso, que tenía un cansancio excesivo de tanto viajar, de no poder estar en casa, de perderme llevar a mis hijos al colegio, de estar en el acto cívico del colegio con mis hijos, con mi esposa. O sea, tantas cosas que se fueron acumulando que llegó un punto donde ya no podía más. Yo creo que eso fue un detonante importantísimo de darme cuenta de que tenía que darme un espacio para reconstruirme, para poder volver otra vez a disfrutar de la música, a hacer la música que yo quería en mis propios términos. Cuando escucho este álbum, Vida cotidiana, siento que es mi mejor disco. Y para haber llegado aquí, tuve que haber pasado por toda esa oscuridad, no veo otra manera.
-¿Nunca tuvo el fantasma de querer abandonar la música para siempre?
Para mí nunca ha sido una opción. Nunca he pensado en retirarme de la música, aunque a veces leo por ahí titulares que dicen que me voy a retirar. Habrá alguien que quiere que me retire, no lo sé, pero yo por lo menos no lo quiero y no lo he pensado. Es difícil pensar en eso, es como si le dijeras a un futbolista, puede que el futbolista se retire de la selección, pero siempre va a seguir jugando fútbol. Uno nunca se retira de la música, no creo que eso me vaya a pasar. Voy a seguir haciendo música hasta que me muera.
-En este disco retrata a su mundo más íntimo, desde una posible separación de su mujer hasta sus hijos. Hay por ejemplo una canción, Gris, donde habla de lo sucedido con su esposa.
Me costó mucho. Pero prefiero ser vulnerable y honesto a estar haciendo música que no siento, que no me dice nada ni me mueve el alma. Yo creo que eso me quedó claro ahora y por eso no tengo ese temor de hablar de las cosas que he sentido, porque, además de todo, son las cosas que le pasan a todas las personas en sus relaciones.
“Y justamente Gris habla de eso, de un momento de crisis en mi relación y que afortunadamente pudo llegar a un lado hermoso, que fue encontrarnos y darnos esa oportunidad de seguir adelante, porque nos amamos. Pero claro, el Covid, la situación a veces tensa en la casa, los diferentes puntos de vista, cuando tú tienes hijos y estás educando a los hijos, tú piensas de una manera, tu esposa piensa de otra. Todo genera una fricción a veces que es inevitable, yo creo que eso es lo más normal en cualquier familia, no es que sea una cosa diferente”.
-Hablar de la familia y de las relaciones que pese a todo perduran parece que va muy a contracorriente de la música latina actual, donde todos los amores son fugaces.
Si hablamos de mainstream, sí. En el mainstream no existe el amor que dure más de dos semanas. Pero yo siempre vi a mi papá y a mi mamá juntos hasta que mi papá falleció. Siempre estuvieron juntos, siempre nos enseñaron eso, yo crecí con eso. En lo posible, quiero defender esa idea. Y el día, obviamente, que no va más, no va más, pero no quiero ni siquiera pensar en eso, porque no es algo que yo tenga en mi mente como una opción y sé que Cecilia tampoco. Realmente nos amamos. Y ha sido un proceso de ir aprendiendo, amarnos más y entendernos como lo que somos. Cada uno en su mundo y yo creo que ese es el proceso de aprendizaje.
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Pero Vida cotidiana no sólo toma el pulso a ese puzzle llamado amor de pareja o amor familiar. También da cuenta de otro tipo de relaciones. Por ejemplo, con la propia Colombia, país que el último tiempo se ha visto sacudido por la agitación social y que en 2022 vio llegar por primera vez a la izquierda al poder con el actual mandatario Gustavo Petro. En Mayo, que abre el disco, Juanes dice “ya no somos los de antes”, quizás en clara manifestación de que su tierra cambió para siempre.
“Los últimos tres años han sido extraños para el país, sobre todo en el mes de mayo que hubo unas marchas el año 2019, 2020, 2021, en donde todo se tornó oscuro. Creo que en algún momento inicial era un movimiento estudiantil y juvenil por los derechos. Y después eso empezó a tornarse algo muy oscuro, con mucha agresividad. Y ahí fue donde yo sentía que quería hablar sobre ese tema”.
-¿Tienes alguna opinión como ciudadano del gobierno de Gustavo Petro?
Pues yo solamente le deseo lo mejor a mi país, pero yo no me considero que esté haciendo estas canciones para hacer política, ni mucho menos. Simplemente lo hago de una manera artística y vivo lo que me toca vivir en Colombia, pero nunca como una política partidista o nada de esas cosas. Yo estoy en un lado del arte y ahí me quiero quedar, porque quiero poder hablar con personas que piensan distinto. No me quiero poner barreras o muros en donde no deberían existir.
-En ese sentido, ¿cómo puede ayudar a Colombia el suceso que impactó al mundo de haber encontrado cuatro niños indígenas perdidos en la selva?
Colombia es un país muy loco, es un país donde pasan muchas cosas y al mismo tiempo no pasa nada. Pero esto de los niños, para mí, es la esperanza, la fuerza del amor y la fortaleza de lo que ellos tuvieron que haber vivido en la selva en ese momento. Es muy loco, es muy extraño. Colombia es un país donde pasan noticias cada tres días, que tú dices “ahora viene algo más fuerte” y siempre viene algo demasiado increíble. Pero yo, la verdad, estoy muy feliz por lo que pasó con los niños, porque soy papá de tres hijos y esto es un milagro.
-Volviendo a su carrera, hace casi 20 años usted saltó a la fama mundial con A Dios le pido. Cuando pasen otros 20 años, usted tendrá 70. ¿Como qué artista le gustaría llegar a esa edad?
Te voy a dar ejemplos que me gustan. Paul McCartney. Juan Luis Guerra. ¿Quién más? Mick Jagger, James Hetfield, tiene 60, pero sigue ahí, dándole duro a la música. Rubén Blades. Yo quiero seguir. Tony Bennett. Bruce Springsteen. Es mi sueño seguir tocando y ojalá a los 70 pueda tener esa fortaleza, que mis pulmones me den para seguir cantando y tocando la guitarra. Así es como yo me veo y me proyecto. Espero que pueda hacer eso.
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