Phoebe Waller-Bridge: “Harrison Ford brindó un hermoso discurso en su último día como Indiana Jones”
La protagonista y creadora de Fleabag encarna un rol clave en Indiana Jones y el dial del destino, la despedida del célebre héroe cinematográfico, que se estrena este jueves en salas. En conversación con Culto, describe la trastienda de la película y aborda su llegada a la franquicia. “Uno de los aspectos que más me atrajo es que ella es muy ambigua moralmente”, plantea.
En septiembre de 2019, ante las mayores figuras de la televisión anglo, Phoebe Waller-Bridge vivió una jornada memorable. Su serie Fleabag arrasó en la ceremonia principal de los Emmy y, con cuatro premios, lideró la noche, derrotando a Veep y superando en número de galardones a títulos como Game of thrones y Chernobyl.
La actriz aplicó en sus discursos de agradecimiento una dosis del humor negro que plasmó en la ficción emitida por Prime Video y BBC. “Escribir me resulta muy difícil y doloroso, pero me gustaría decir honestamente, desde el fondo de mi corazón, que la razón por la que lo hago es por esto”, señaló sosteniendo la estatuilla que la reconocía como la mejor guionista de comedia del año.
Ese día quedó inmortalizado en una foto tomada por un amigo. Aparece sentada en la terraza del hotel Chateau Marmont, sosteniendo en una mano un trago y en otra, un cigarrillo; a ambos lados, la colección de premios que sumó en el evento. Hollywood, a sus pies.
Nacida en Londres en julio de 1985, la actriz se transformó en uno de los nombres más solicitados de los grandes estudios. En vez de caer en la tentación de tomar todo lo que llegó a sus manos, Waller-Bridge optó por elegir con pinzas cuáles serían sus siguientes compromisos profesionales. Aceptó realizar aportes al guión de la entrega más reciente de la saga James Bond (Sin tiempo para morir, 2021) y actualmente está trabajando en la creación de una serie basada en Tomb Raider, dos producciones que apelan a su labor detrás de escenas.
Cuatro años después de su triunfo en los Emmy, Indiana Jones y el dial del destino irrumpe como una de las primeras oportunidades en que se puede volver a disfrutar de su talento en pantalla. En la película, que llega este jueves 29 a cines chilenos, da vida a Helena, la misteriosa ahijada del personaje de Harrison Ford. Un papel que es determinante en el quinto y último filme de la franquicia.
James Mangold, director y coguionista del largometraje (el encargado de tomar el relevo de Steven Spielberg), la imaginó como una figura definida por dos polos: es una mujer que a simple vista puede lucir encantadora, pero que, en un segundo de desatención, se revela como una embaucadora. El principal referente en su construcción fue la actuación de Barbara Stanwyck en Las tres noches de Eva (1941), la recordada cinta que protagonizó junto a Henry Fonda.
“Saber eso fue una bendición y una maldición”, reconoce Waller-Bridge, quien denomina a la estrella estadounidense “una ídola”. “Hay algo muy fresco y encantador en ella (Stanwyck en la película) a pesar de que es moralmente cuestionable. Además, había algo muy moderno en la forma en que se comunicaba y actuaba. Creo que eso fue algo que realmente me inspiró”, explica en una conferencia.
Y define a su personaje: “Creo que la gran fortaleza de Helena es su ingenio. Ella es autosuficiente e imaginativa. Y tiene un buen sentido del humor. En ella hay valentía, lo que puede malinterpretarse como imprudencia. Aunque eso es algo que me encanta de ella, creo que es lo que la mete en problemas”.
“Helena se ha forjado este lugar en el mundo para sí misma y se niega a necesitar a nadie más. Esa esencia parece estar capturada en cada actuación de Barbara Stanwyck, por lo que me aferré a eso en todo momento”, subraya.
Luego, en conversación con Culto, se explaya en torno a las aristas de su rol, la principal novedad del elenco de la sucesora de Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal (2008).
-Helena está hambrienta por iniciar su propia aventura, pero su fin principal es obtener todo el dinero que pueda. ¿Cómo fue trabajar en las áreas grises del personaje, en su ambigüedad?
Ese fue uno de los aspectos del personaje que más me atrajo, que ella era tan moralmente ambigua. Los personajes recorren un largo camino. Al principio de la película, ella tiene planes criminales. Dice que sólo le importa el dinero, no necesita familia, es completamente autosuficiente. Sabes que a esa persona le queda mucho por aprender.
“Además, es increíblemente divertido interpretar a ese tipo de persona. Se sintió muy fresco. Ella también se sentía como un producto de su tiempo, a fines de los años 60, donde la mujer está asumiendo su papel por sí misma y no depende de otros. Pero ella está en problemas desde el principio y necesita librarse de ellos. Entonces, tras leer las primeras cinco páginas del guión en torno al personaje, hubo mucho que me intrigó. ¿Cómo va a librarse de eso?”.
Aunque originalmente no es su objetivo, el personaje de Waller-Bridge termina compartiendo una aventura con Indy. Octogenario, aparentemente soltero y recién retirado de sus obligaciones como profesor universitario, el doctor Jones es forzado a volver a la acción para detener los planes de Jürgen Voller (Mads Mikkelsen), un nazi que desea obtener un milenario artefacto que en el pasado ya los enfrentó.
“Creo que ella es la persona adecuada para entrar en su vida en este momento”, asegura la intérprete. “Él ahora vive en una época en la que el enfoque ha cambiado. La gente está mirando hacia el futuro. La gente está mirando hacia la Luna. Y ya no existe tanta pasión por lo que a él le apasiona. Ella trae una pasión por la aventura y creo que eso lo ilumina de nuevo”.
-A diferencia de lo que ocurrió en Sin tiempo para morir, esta vez Ud. no participa como guionista. ¿Cuán diferente fue su experiencia?
Fue maravilloso no tener que ser guionista en esta (película). ¡Es muy liberador! Y poder leer el guión y decir: sí, estoy dentro al cien por ciento como actriz, para emprender ese viaje junto a Jim (Mangold). Al principio él me pregunto si tenía alguna sugerencia y le respondí que no, que no suelo hacer eso cuando involucro la otra parte de mi cerebro. A pesar de que hablamos y colaboramos durante todo el tiempo, no tengo responsabilidades como guionista. Eso fue muy liberador y emocionante.
La despedida de Indy
Phoebe Waller-Bridge tiene establecida su jerarquía. Al analizar las cinco partes de la serie de filmes y sus diferentes figuras, se detiene en Marion Ravenwood, el rol que Karen Allen encarnó por primera vez en Indiana Jones y los cazadores del arca perdida (1981).
“El número uno obviamente es Indy, pero creo que Marion es mi número uno. Qué personaje tan increíble y divertido, tan duro como el infierno, y también se sentía muy real. Me encantaba eso de ella, pero también que era muy nueva, una especie de heroína en la película. Entonces, la amaba”, expresa la inglesa.
Según se ha publicitado mediante diversas formas y medios, Indiana Jones y el dial del destino marca el cierre para la saga sobre el célebre arqueólogo, concluyendo más de cuatro décadas de mágico recorrido en el cine. Si bien hace unos días Kathleen Kennedy, presidenta de Lucasfilm, dejó abierta la puerta a la realización de un spin-off centrado en el papel de Waller-Bridge, todavía es una posibilidad remota y, de concretarse, sería casi como iniciar una nueva franquicia.
De modo que las aventuras del doctor Jones llegan a su fin con la cinta que se lanza en los próximos días, a semanas de que Harrison Ford cumpla 81 años. La creadora de Fleabag observó sus últimos instantes en el traje desde una posición privilegiada.
-Pensando en que esta es la última película de Harrison Ford como Indiana Jones, ¿cuál fue el momento más emotivo del rodaje?
El último día él llevaba un diminuto traje de neopreno y tenía que salir de una piscina. Cuando subió las escaleras, todo el equipo lo rodeó. Había algo tan hermosamente absurdo en Harrison Ford con un traje de neopreno, con una especie de máscara grande en el rostro, y todos aplaudiéndolo por el término de la última filmación de la última Indiana Jones. Él brindó un hermoso discurso.
“Y había algo perfecto en la locura del cine, en el absoluto absurdo de un hombre en sus 80 interpretando a un personaje ficticio en un traje de neopreno, frente a todas estas personas básicamente inundadas por las lágrimas y despidiéndolo como personaje. Fue muy emotivo, porque era la acumulación de todo lo maravilloso de esta franquicia y de Harrison sucediendo a la vez”.
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