Con los acordes que son: Álvaro Henríquez entre las cuerdas
Una idea pimponeada en las redes sociales llevó al líder de Los Tres a mostrar sus canciones de la manera más desnuda posible en un show acústico en La Reina. En la austeridad de solo un par de guitarras acústicas, probó haber logrado lo que solo consiguen los grandes nombres de la canción.
—Se llama Olivia.
Dice Álvaro Henríquez para presentar a la protagonista de esta noche de miércoles, en la Sala SCD de Plaza Egaña, su reconocible guitarra acústica Martin OOO-28EC Eric Clapton Signature.
Con puente de ébano y brazo de caoba, es la misma que ocupó, por ejemplo, en la sección de cuecas que mostró al frente de Los Tres en el Festival de Viña 2014.
En La Reina el concierto arranca con un guiño al Príncipe Negro, Gene Vincent, y Be Bop A Lula con Álvaro acompañado por Sebastián “Chiporro” Cabib, el último guitarrista de Los Tres antes de su reciente pausa.
Henríquez canta, toma las partes rítmicas y echa mano a la austeridad de las cuerdas para pasearse por un nutrido recorrido que incluye a José José, los Stray Cats, The La’s e incluso joyas como San Francisco Bay Blues y Mystery Train.
En un ambiente distendido, sacan brillo a una lustrosa versión de Jazz huachaca, entre algunas notorias salidas de libreto, y cierran con los complejos cromatismos de He barrido el sol tras poco más de setenta minutos de música.
¿Pero por qué está tocando con una guitarra de palo?
Con los acordes que son
El 16 de febrero de este año, Álvaro Henríquez colgó en su cuenta de Instagram un pedazo del arreglo en guitarra para Lo que quieres, señero tema que abre el álbum La sangre en el cuerpo, publicado por Los Tres en 1999.
Rápidamente el video alcanzó las casi 100 mil reproducciones.
Al día siguiente haría lo propio con Caballo sin dueño, de Pettinellis, Silencio, de Los Tres, y Amada, perteneciente a su único disco solista con todavía más arrastre.
Varios miles de reproducciones y cientos de comentarios dieron talle y detalle a una novedosa cofradía entre Henríquez y sus más de 50 mil seguidores.
Así surgió “Con los acordes que son”, una frase que comenzó a formar parte del repertorio de melodías y guitarras que el músico de 53 años compartió en sus cuentas de Instagram y TikTok, donde se colgó su clásica Rickenbacker 360 o una Gretsch inspirada en Brian Setzer para tocar canciones de su extenso repertorio, como Sudapara, Moizéfala y Diabla, y otras más desconocidas como Fealdad, No sabes que desperdicio tengo en el alma y Follaje en el invernadero.
Treinta y siete temas a pura guitarra y sus correspondientes videos encendieron la ampolleta de Álvaro Henríquez. Y el pasado 9 de junio desenfundó una idea:
—¿Qué tal un concierto con guitarras de palo, tal como fueron compuestas? Me cuentan.
Tras cientos de comentarios, desde “voy” hasta “con los acordes que son” y “hágalo por Chile, maestro”, el 15 de junio Álvaro Henríquez se decidió por darle forma a un show inédito.
Primero lo llamó “Álvaro Henríquez con guitarra de palo”, pero luego se quedó con la frase que mejor sintetiza su presencia en redes sociales.
Marca registrada
Como compositor o productor, Álvaro Henríquez siempre ha orbitado los recursos análogos y el formato de canción melódica.
Desde su trabajo con Ángel Parra en Brindis y cuecas caballas, hasta el inédito Maximum Rock&Pop de Santos Dumont, pasando por Corazón loco de José Alfredo Fuentes y sobre todo en Los Prisioneros, cuando reemplazó al despedido Claudio Narea y despachó En las raras tocatas nuevas de la Rock&Pop; el sonido de la guitarra de Henríquez probó haber logrado lo que los grandes nombres de la música: una marca reconocible incluso en las composiciones de otros.
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