Noche, playa: Baño de mar de medianoche, la historia del hit de Cecilia
Compuesta por el italiano Domenico Modugno y arreglada por Luis Barragán, fue el máximo hit de la carrera de "La incomparable". En su época, incluso tuvo dos versiones -del álbum y del single-. Acá los detalles de un éxito inmortal.
Pocos lo saben, pero la canción que le dio popularidad (e inmortalidad) a Cecilia no fue compuesta por ella. Algo que, por lo demás, era usual en los 60, cuando compositores profesionales acercaban canciones para las y los cantantes. El fuerte de Cecilia era la interpretación, y así lo demostró con su hit Baño de mar de medianoche, de 1964.
“La canción Bagno di mare a mezzanotte es una canción original de Domenico Modugno, un cantante italiano comunista de los años 50, 60 y comienzos de los 70″, explica a Culto, Mario León, periodista y profesor de Cultura Latinoamérica en la Universidad Nacional Autónoma de México en Canadá. “Pero la versión de Modugno es un poco más simple en cuanto a los arreglos. Es solamente una banda tocando”.
“Con la de Cecilia pasó una cosa curiosa, no la arregló Valentín Trujillo, quien era su principal arreglador en el sello EMI Odeón, esta la arregló Luis Barragán, otro connotado músico de aquellos años que trabajó con Cecilia en algunas canciones, y en esta, que fue su mayor éxito. La versión de Cecilia ejemplificó y le dio la estampa. Cristóbal Peña asegura que gracias a ese éxito fue bautizada como ‘La incomparable’. La obertura que tiene la canción, el juego de los oboes le da una cosa grandilocuente que escapa a la estilística de aquellos años. Además, la EMI Odeón tenía el estudio de grabación más sofisticado de aquellos años en Chile, por lo tanto la sonoridad que tiene es mucho mejor y que se vio incrementada con la reedición que hizo EMI en los 90″, agrega León.
El experto agrega un dato relevante: “Hay dos versiones de Baño de mar a medianoche, eso es muy importante. Una que apareció en su disco Cecilia, la incomparable (1965); y hay otra que está en el single. De hecho en las reediciones de los 90, la del single aparece en la antología de Cecilia y la otra -la del disco- aparece en una recopilación que se hizo un poco antes. En ambas, hay dos formas de cantar, hay algunos fraseos que son muy diferentes”.
Como George Martin con los Beatles, hubo un nombre “invisible” detrás de éxito de la canción, así lo explica León. “Cecilia hizo un trabajo extraordinario, motivada principalmente por el director artístico de la EMI Odeón, Rubén Nouzeilles, un argentino que fue muy importante no solo en la vida de Cecilia, también en la de Violeta Parra, Víctor Jara y de muchos artistas que grababan para la EMI”.
El trabajo de Nouzeilles fue el que le permitió a Cecilia forjar su propia identidad dentro de la Nueva Ola. “Él era quien recopilaba el material, por eso hay una diferencia tan grande con los otros artistas de la Nueva Ola, quienes tomaban su repertorio desde el songbook americano y emulaban a algún artista estadounidense de la época. Cecilia hizo lo contrario, fue al cancionero europeo, principalmente italiano y francés”.
La inquietud de Cecilia por la música italiana estuvo en su vida desde que vivía en Tomé, así lo explican Claudio Rolle, Juan Pablo González y Óscar Ohlsen en su fundamental libro Historia social de la música popular en Chile, 1950-1970. “Su ascendencia italiana y su amistad con Marcelo Tosconi, un descendiente de italianos que vivía en su Tomé natal le permitía acceder, desde fines de los años cincuenta, a discos que Tosconi importaba desde Italia, vinculándose directamente a la producción discográfica italiana”.
Para Rolle, González y Ohlsen, la explosión de Baño de mar a medianoche tuvo como contexto el fuerte auge de la música italiana en el mundo, y que también llegó a Chile. “Una verdadera invasión musical italiana ocurre en el mundo en 1964, que pone algo de freno a la larga dominación de la música norteamericana. San Remo se había proyectado de tal manera que todos querían estar en el festival...la explosión italiana de 1964 llegó a Chile con una fuerza arrolladora, tanto es así que las canciones que ocupan los primeros lugares de los rankings, entre enero y abril, son italianas”.
Baño de mar a medianoche, según Rolle, González y Ohlsen, fue la número 1 en los ránkings chilenos de enero de 1964.
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