¿Por qué Barbie se resiste a tener una secuela?
En menos de tres semanas, la comedia superó los mil millones de dólares en recaudación mundial, una marca que sólo un puñado de cintas han alcanzado durante la pandemia. En tanto, en Chile ya la han visto más de 1,4 millones de personas. Mattel desea que sea el inicio de una exitosa franquicia, pero sus principales gestoras no están obligadas contractualmente a filmar una segunda parte.
Margot Robbie no sólo es la protagonista de Barbie, sino que también es una de sus productoras. A través de LuckyChap Entertainment, su compañía de cine y televisión, la intérprete fue una de las principales impulsoras del largometraje. De hecho, fue quien se encargó personalmente de convocar a Greta Gerwig y de presentar su concepto del proyecto a Warner Bros.
En la reunión en que lograron la aprobación se explayó sobre los casos en que los diferentes estudios de Hollywood han demostrado ser “lo suficientemente valientes para unir una gran idea con un director visionario” y lanzó una ambiciosa proyección. “Creo que les dije que (la película) ganaría mil millones de dólares, con lo que tal vez la estaba sobrevendiendo”, planteó a Collider días antes del estreno.
Pero la actriz no exageró: esa marca es la que acaba de superar el filme en la taquilla mundial. A menos de tres semanas desde su lanzamiento, la cinta superó una barrera a la que no había llegado ningún largometraje dirigido en solitario por una mujer. Además, se transformó en el sexto título que ha excedido esa cifra durante la pandemia, uniéndose a Spider-Man: Sin camino a casa (2021), Top Gun: Maverick (2022), Jurassic World: Dominio (2022), Avatar: El camino del agua (2022) y Super Mario Bros: La película (2023).
La animación basada en el videojuego de Nintendo arrasó en la pantalla grande y si ha demorado el anuncio de una secuela ha sido principalmente debido a la huelga de guionistas. La situación de Barbie tiene otros factores en juego y es más incierta, a pesar del enorme éxito que ha cosechado en sus primeras semanas en cartelera.
Al revés de lo que dicta la maquinaria de los filmes de superhéroes y el resto de las grandes franquicias de la industria, ni Gerwig ni Robbie firmaron contratos que las obliguen a rodar una segunda parte. Así lo reveló The Hollywood Reporter, que detalló que durante los meses previos al estreno hubo acercamientos para sellar la continuidad de la directora, pero que su equipo aplazó cualquier negociación hasta después del debut en salas. Ryan Gosling, quien interpreta a Ken y es reticente a involucrarse en blockbusters, tampoco está forzado a regresar.
Cualquier interés del estudio por traerlos de vuelta deberá considerar como factor las abultadas ganancias que ha generado la cinta original, una comedia cuyo presupuesto habría ascendido a los US$ 140 millones.
Ese punto debiera resolverse sin mayores problemas. Lo más complejo será lograr convencer a la cineasta de Lady Bird (2017), quien hasta ahora ha sido extremadamente honesta sobre su escaso interés en dar vida a una secuela. Y que, según consignan los reportes, antes debe realizar dos entregas de Las crónicas de Narnia para Netflix.
“En este momento, esto es todo lo que tengo”, contó a The New York Times. “Me siento así al final de cada película, como si nunca volveré a tener una idea nueva y todo lo que siempre hubiera querido hacer, ya lo hubiera hecho. No quisiera aplastar el sueño de nadie, pero yo, en este momento, estoy en nada”.
Esa perspectiva contrasta con las múltiples iniciativas que diseña Mattel, el dueño de la marca Barbie, que pretende que la película de Gerwig sea el inicio de una seguidilla de producciones basadas en sus diferentes juguetes.
Ynon Kreiz, CEO de la firma, aseguró que en un inicio el foco estaba en hacer bien la primera y aguardar atentos a ver si se convertía en un fenómeno. “Si haces eso, las oportunidades se abren muy rápidamente, una vez que estableces la primera película como una representación exitosa de una franquicia en la pantalla grande”, dijo a Variety. “Nuestra ambición es crear franquicias cinematográficas”, enfatizó.
Esos proyectos incluyen una película basada en Barney, que tendrá como productor a Daniel Kaluuya y que el ejecutivo comparó con ¿Quieres ser John Malkovich? (1999) y El ladrón de orquídeas (2002). “No sé si necesariamente será más oscuro. Simplemente va a ser único”.
También avanzan en una cinta de Polly Pocket, la muñeca introducida al mercado a fines de los 80. El largometraje tiene comprometida a Lily Collins como protagonista y a Lena Dunham como directora y guionista. Además, trabajan en otro sobre Hot Wheels que contará con J. J. Abrams como productor, y en un filme sobre Thomas y sus amigos con Marc Foster (Guerra mundial Z) como director. En total, son más de una decena de títulos de Mattel los que podrían llegar a la pantalla grande próximamente. Barbie debiera facilitar su realización, aunque también supone un problema: dejó la vara muy alta.
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