La historia de Teleanálisis, el legendario noticiario que revive gracias a La Memoria infinita

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Una imagen de la presentación del libro Chile: La memoria prohibida (1989), parte del filme de Alberdi

El elogiado documental de Maite Alberdi –que este fin de semana registró el mejor estreno del cine chileno desde 2018– se acerca a la vida de Augusto Góngora y Paulina Urrutia desde una perspectiva íntima y doméstica. Ampliando el foco, la directora también le otorga especial énfasis al trabajo del periodista durante la dictadura, incluyendo imágenes del espacio audiovisual que funcionó de manera clandestina entre 1984 y 1989.


El foco principal de La memoria infinita es la exploración del mundo íntimo de Augusto Góngora y Paulina Urrutia. Más de 20 años de relación entre el periodista y la actriz que la directora Maite Alberdi recorre mediante grabaciones del presente e imágenes del archivo personal de ambos. Mientras la realizadora teje el entrañable vínculo del matrimonio –y el Alzheimer que el presentador de televisión padeció desde 2014–, el filme se expande más allá de las fronteras de lo doméstico, ampliando su resonancia.

“A medida que fueron pasando los años me di cuenta de que esa relación de amor estaba bastante basada en quiénes eran y en qué hacían. La identidad también está en lo que haces y yo no podía obviar eso. Y desde ahí entra lo público”, indicó la cineasta a Culto en febrero, cuando el largometraje se presentó en el Festival de Berlín.

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Foto: MTV Documentary Films

Una argumentación que explica por qué el documental –recién estrenado en salas chilenas, con gran éxito– contiene el momento en que Urrutia asumió como ministra de la Cultura, en marzo de 2006, y algunas de sus actuaciones durante los años 90. Y se detiene en la labor profesional de Góngora, incorporando sus entrevistas a Raúl Ruiz, Pedro Lemebel y Antonio Skármeta, y a figuras internacionales de los años 90 y 2000. Pero la película no se limita a su reconocido trabajo en TVN.

Alberdi también viaja a los 80 para recuperar un material que le otorga notable cohesión al filme: las imágenes de Teleanálisis, el noticiario clandestino en el que el comunicador primero ejerció como editor periodístico y luego como director.

Creado en 1984 como una iniciativa impulsada por Fernando Paulsen y otros miembros del equipo de la revista Análisis, el espacio audiovisual se dedicó a presentar testimonios y realidades poco o nada difundidos en dictadura, dando voz a diferentes agrupaciones, sindicatos y personas cuyas experiencias estaban más bien ocultas del ojo público. Sin posibilidad de ser exhibidos en televisión, los capítulos del programa se podían ver gracias a que sus creadores repartían las cintas e incentivaban a que se hicieran copias con el fin de propagar la información.

Según relata Fernando Acuña, productor y gerente del espacio, “tenía un área de producción, donde había periodistas, camarógrafos y sonidistas, y un área de distribución, compuesto de quienes se preocupaban de que los VHS llegaran a los hogares de las personas y sobre todo a diferentes agrupaciones”.

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Foto: MTV Documentary Films

El realizador y académico cuenta que ha visto La memoria infinita en tres ocasiones. La primera fue durante una proyección privada que se organizó a raíz de que los exmiembros del noticiario vendieron las imágenes de Teleanálisis a la producción del largometraje y donaron lo recaudado al tratamiento de Góngora. Años atrás, el equipo decidió entregar los 46 episodios del espacio para que fueran conservados por el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos.

La nueva película de la autora de El agente topo (2020) incluye registros en que el comunicador oficia como reportero. Se le ve entrevistando a niños que hablan sobre la crisis económica del país y a pobladores que relatan sus experiencias durante la época.

“En un principio, Teleanálisis era muy parecido a un noticiero de televisión y aparecían periodistas micrófono en mano y frente a cámara. Eso, al poco andar, cambió, y se empezaron a hacer pequeños documentales sobre situaciones de inequidad que ocurrían en nuestro país. Lo que se ve en La memoria infinita es cuando Augusto era, además de director, reportero. Eso fue en los primeros números”, señala Acuña.

Aunque tuvo dos encarnaciones, la iniciativa conservó su objetivo. “Augusto era un tipo con mucha visión y con reflexión, y elaboró un paper con el que recorrió el mundo invitado a distintos encuentros sobre comunicación, en el que planteaba que Teleanálisis mostraba las imágenes del país invisible”, apunta el cineasta.

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Foto: MTV Documentary Films

En una escena climática del filme de Alberdi, un televisor de la casa del matrimonio reproduce un capítulo en que se muestra la consternación que produjo la muerte de José Manuel Parada, Manuel Guerrero Ceballos y Santiago Nattino, los profesionales asesinados por agentes de la dictadura en marzo de 1985. Volver a ver ese material gatilla la emoción de Góngora, quien pese a su deterioro recuerda sus nombres y las circunstancias de su muerte, y se quiebra junto a Urrutia.

“A mí me parece que es tremendamente interesante la analogía que hace Maite entre Teleanálisis, que es un archivo sobre lo duro que fue vivir en dictadura militar en Chile, y Augusto, que está luchando por no perder su memoria”, opina Acuña, quien también fue profesor de la documentalista de La once (2014) en la universidad. “Creo que Maite Alberdi es la directora más creativa e importante que tiene Chile en este momento”.

Yo no sabía que iba a incorporar el archivo de Augusto, pero al vivir con ellos, me di cuenta de que ese cuerpo siempre recordó el amor, hasta el último día; que ese cuerpo siempre mantuvo sus dolores y obsesiones, que hasta el final se acordaba de la muerte de sus amigos con nombre y apellido. Él me estaba mandando a hacer el link”, detalló Alberdi recientemente a este medio. “Entonces, es una película sobre la memoria a partir de lo que se recuerda, no a partir de lo que se olvida. Y lo que queda es esa memoria histórica”.

La cinta cierra esa idea sumando las grabaciones del evento en que se presentó Chile: La memoria prohibida (1989), libro que indagó en las violaciones a los derechos humanos durante la dictadura y del que el presentador de Hora 25 fue coautor. Un material que descubrieron cuando el filme estaba a punto de ser terminado en la sala de montaje.

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Foto: MTV Documentary Films

De acuerdo con la realizadora, ese hallazgo “nos hizo reeditar todo en función de eso, porque él ahí dice que lo único que importa es que podamos hacer los duelos desde nuestras emociones y desde lo que sentimos. Y ese cuerpo sintió hasta el final”.

El mejor debut chileno en cinco años

Tras su primer fin de semana en cartelera, La memoria infinita se consolidó como un fenómeno en salas chilenas. El filme reunió a más de 51 mil espectadores en sus primeros cuatro días, convirtiéndose en el lanzamiento nacional con mejores números en más de cinco años, desde la comedia No estoy loca (2018).

“Me alegra que las nuevas generaciones sepan quién fue Augusto Góngora. Y que la gente se encuentre en el cine a emocionarse por los momentos felices, la ternura y el amor más auténtico que vemos ahí”, expresó Maite Alberdi el viernes pasado, cuando se reveló que la película había convocado a 6 mil personas en su primer día de funciones, una cifra que la transformó en el documental chileno con mayor asistencia en su debut y que le permitió desplazar del primer lugar a Barbie, de Greta Gerwig.

La cinta llegó a 81 recintos comerciales e independientes del país, constituyéndose como el estreno más masivo de la carrera de la cineasta. Con los números que registra hasta ahora, el largometraje sobre Góngora y Urrutia ya es el trabajo más visto de la directora en salas locales, superando a Los niños (14 mil), La once (21 mil) y El agente topo, que vendió más de 50 mil entradas en formato online. Además, actualmente se proyecta en complejos de Estados Unidos.

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Foto: Market Chile

Por definición, agosto no suele ser el mes predilecto para el cine chileno. Sin embargo, el equipo de distribución de La memoria infinita reservó esa fecha en el calendario a comienzos de año, basándose en el rendimiento en la pantalla grande de los anteriores filmes de la realizadora.

“Estrenar una película con este nivel de delicadeza y profundidad como si se tratara de un blockbuster se debe a que tiene la marca de la Maite detrás, aunque no deja de ser atrevido haberla sacado en agosto”, asegura Alexandra Galvis, directora de Market Chile, la firma que ha llevado a territorio nacional todos los documentales de Alberdi desde La once (aquí puedes revisar dónde se está exhibiendo).

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