Aunque se llevan por dos años, los hermanos Pablo (47) y Felipe Ilabaca (49), comparten una profunda conexión con la música desde la infancia. Sus primeras creaciones musicales brotaron en forma de pequeñas canciones, informales, inspiradas sobre el entorno inmediato. “A nuestro perro, el Samy, le hacíamos canciones. Antes teníamos otro perro que se llamaba Pichicho. Ahí tomamos la melodía de una serie de monitos y le hicimos una letra. Entonces cambiábamos las letras de las canciones y las cantábamos. A una chica que vivía con nosotros en la casa, que se llamaba Martita, también le hacíamos canciones. De ahí viene la prehistoria de nuestra comunidad de hacer canciones juntos”, recuerda Felipe.
Músicos chilenos de larga trayectoria en proyectos tan diversos como Chancho en Piedra, Pillanes, Achú, 31 Minutos, entre otros, los Ilabaca acumulan años de experiencia creando juntos. Sus primeras canciones más formales fueron a parar al catálogo de Chancho en Piedra (según ellos, Edén fue una de sus primeras creaciones), hasta que la salida de Pablo del grupo en 2018 dejó la dinámica en pausa. “Desde Funkybarítico hedónico fantástico, el último disco que hice con los Chancho, que no escribíamos juntos con Felipe”, dice.
Si bien continuaron colaborando en otras instancias, fue recién en 2022 cuando se animaron a tocar juntos nuevamente, sin ninguna pretensión. “Salimos a tocar a unos pubs y lo pasamos súper bien, porque hace mucho tiempo que no lo hacíamos. Y ahí nos picó el bichito para hacer música nueva, totalmente nueva. Ahí dijimos ¿por qué no nos vamos a un ratito a concentrar los dos solos?”, recuerda Felipe.
Ese fue el punto de origen para Hermanos Ilabaca (abreviado HI). En agosto del año pasado, los músicos tomaron sus equipos, un par de asistentes y viajaron al litoral central. “Nos fuimos a una casa en El Quisco y empezamos a componer. Hicimos como 20 canciones. Como siempre fluyó. Las luces musicales andaban prendidas y se gestó ese disco. Nos preocupamos mucho de las letras, escribimos juntos, consultando al otro qué le parecía. Cada uno llevaba sus caballitos de batalla y nos íbamos mostrando”, recuerda Pablo.
Felipe detalla que en esos cuatro días en la playa aceitaron una dinámica de trabajo. “Hacíamos tres piezas o cuatro piezas al día. Cuando caía la noche, Enrique, nuestro productor que también es bueno para la cocina, preparaba algo. Compartíamos la cena y escuchábamos lo que habíamos hecho. Después nos poníamos a escuchar referencias, escuchamos mucho cosas de new jazz, new soul, cosas más en el lado de la fusión”.
Solo de ti
De vuelta en Santiago, los Ilabaca entraron a grabar las canciones en los Estudios del Sur, con Gonzalo “chalo” González en las perillas. Así, en menos de un año terminaron un álbum debut de 1 1 canciones, del que aún no se detalla su nombre, pero que ya tiene un primer adelanto en las plataformas digitales; la canción Solo de tí, una animada canción que remite a los setentas. Según Felipe, “es como Paramar disco”.
“Es una canción que partió en el piano, con las melodías del coro, de ahí la fuimos transformando con Felipe. Nos salió por un tubo -dice Pablo-. Es una canción luminosa, alegre. La produjimos pensando en la estética italiana media setentera, en la onda de Rafael Carrá, Raphael, como esa música que nos gusta mucho a nosotros. El disco, eso sí, no tiene nada de rock, salvo la actitud”.
Pablo agrega que esa música de los setentas era recurrente en la casa familiar. “Siempre había mucha música, mucho vinilo, porque nuestro padre es muy melómano. Nosotros tenemos dos hermanos mayores que también escuchaban mucha música. Desde niños que tuvimos invadidos por la música. En toda nuestra carrera, en cada disco que hemos grabado, se nos va saliendo cada pieza que hemos escuchado de niño.
Los Ilabaca eligieron la canción como single “porque es un hit”. Pero además porque su letra de alguna manera se conecta con el momento en que decidieron lanzarse. “Es una declaración de principios de que el tiempo que nos queda acá hay que vivirlo intensamente y disfrutarlo. Un poco es el manifiesto que nosotros nos dijimos el uno al otro cuando nos reencontramos en la composición musical”, recuerda Felipe.
Los músicos presentaron cinco canciones de su flamante disco la noche del miércoles 30 de agosto en el Liguria de Manuel Montt. Ahí quedó claro que se trata de un material diseñado para bailar. Ante una entusiasta concurrencia, en la que se contaban figuras de TV, músicos y algún que otro político, los Hermanos Ilabaca despacharon una presentación contundente apoyados con su banda en vivo; además de Pablo en la guitarra y Felipe en bajo, se sumaron Danilo Donoso (batería) y Valentín Trujillo (teclados), competentes músicos de larga experiencia y que han colaborado con los hermanos en otros proyectos. “Son súper versátiles. El disco tiene harto latin soul, funk, disco, piezas que son de cuarteto y con ellos no salió súper bien porque son tremendos musicazos”, dice Pablo.
No es casual. El proyecto es asimismo una apuesta por recrear una sonoridad orgánica de cuatro personas juntas tocando música. De hecho, las pistas base se grabaron en directo, y luego se añadieron los overdubs. “Hoy se usa un método moderno; se maquetea por partes, se construye con distintas partes, después llega otro músico, pone algo encima, entonces parece más bien trabajo de productores. En este caso, como nosotros somos productores de nuestro disco, lo cocinamos en vivo, y creo que eso se siente”, dice Felipe.
Los Hermanos Ilabaca tendrán su primer show de larga duración el próximo sábado 30 de septiembre en el Teatro Italia. Una ocasión en que interpretarán su nuevo material. Y también incluirán parte del material que escribieron para Chancho en Piedra, banda que este año anunció su separación y ofreció sus shows finales. Un legado del que también se hacen cargo. “Vamos a ver la mayor parte de nuestra música nueva, pero tampoco podemos renegar del éxito de las composiciones que hemos hecho en el pasado -dice Pablo-. Entonces obviamente que va a tener ese tinte también, pero centrándonos en la música nueva. Por eso hicimos un disco, ahora somos los Hermanos Ilabaca, una cosa muy distinta a lo que hemos hecho antes”.