“Mafalda no es una tira. Mafalda es un universo”: origen y vigencia de un ícono
Releyendo Mafalda se llama la serie documental sobre el nacimiento y evolución de la creación de Quino. Son cuatro capítulos (disponibles en Star+ y Disney+) en que se alternan las voces de cercanos al autor con la aparición de figuras contemporáneas de la disciplina y reconocidas personalidades de la actuación, el deporte y la televisión.
A las puertas de cumplir 60 años, en 2024, Mafalda es el foco de una serie documental hecha en el país de procedencia de su autor. Bajo el título Releyendo Mafalda, y ya disponible en las plataformas Star+ y Disney+, la producción se propone indagar en el nacimiento, influencia y vigencia del ícono argentino.
Su origen fue poco convencional. En 1962, Quino, un joven y prometedor historietista, recibió el encargo de crear una tira para una campaña publicitaria de la empresa de electrodomésticos Mansfield, ojalá lo más parecida al trabajo de Charles M. Schulz con Charlie Brown y el resto de sus personajes. Él respondió a la solicitud imaginando a una familia tipo con una niña que no respondía a patrones convencionales.
Fue la primera versión de Mafalda, el prototipo para el que sería su debut oficial, en la revista Primera Plana (1964), donde Quino acordó aparecer con dos tiras cada semana.
La directora Lorena Muñoz rescata algunas grabaciones de entrevistas al autor argentino –fallecido en 2020–, pero el grueso del relato de Releyendo Mafalda se compone de una cuidadosa selección de testimonios de terceros.
Están las palabras de reconocidos historietistas del continente (Liniers, Maitena, Montt, Tute, Rep, Kemchs y Raquel Riba Rossi), invitados a analizar su relación y las particularidades de la desfachatada niña creada por Quino. Historiadores, editores, escritores, cercanos y familiares del autor también aparecen analizando la concepción y transformación del personaje.
Uno de los gestos más singulares de la serie reside en que convoca a personalidades de la actuación, el deporte y la televisión. Entre ellos están la actriz argentina Cecilia Roth, el actor colombiano Andrés Parra, el director español Santiago Segura y el comediante argentino Agustín “Soy Rada” Aristarán, y desde el deporte, aparecen Gabriela Sabatini y Manu Ginóbili. Todos realizan un gesto con el que cualquiera podría identificarse: leer ante cámara algunas tiras de Mafalda e impresionarse con la agudeza y visión de sus viñetas.
¿Cómo nació Felipe, el amigo de la protagonista? ¿Y Susanita, la antagonista? ¿El papá de Mafalda, supuestamente sin nombre, en verdad se llamaba Alberto? ¿Por qué Quino dejó de publicar en junio de 1973?
La producción lo responde mediante una construcción que analiza el carácter de Mafalda, los trazos del dibujo y el contexto que acogió el nacimiento de los diferentes personajes, incluyendo el impacto de la dictadura de Juan Carlos Onganía (1966-1970) y los cambios del mundo. Lorena Muñoz resuelve el reto con cuatro episodios de media hora atiborrados de información y opiniones, pero que no decaen en encanto.
Rodrigo Fresán apunta: “Yo siempre pensé que Mafalda es probablemente la gran novela argentina sobre la clase media”. “Mafalda no es una tira. Mafalda es un universo. Y dentro de ese universo hay un crisol de emociones, sensaciones y visiones”, opina Alberto Montt, quien recuerda la emoción que le produjo viajar a Chile y encontrarse con un auto marca Citroën 2CV, el mismo de la familia protagonista. Son testimonios que intentan poner en perspectiva y calibrar la relevancia de una figura que trascendió latitudes y generaciones, luciendo siempre a la vanguardia de su época.
Nacida en 1972, en un mundo en que ya existía Mafalda, la directora aceptó tomar las riendas de un proyecto que alcanzó a contar con la aprobación del padre del personaje.
“Me voló la cabeza estar con la familia, sus sobrinos, entre ellos el que sirvió de inspiración para Guille. Me acercaron material de archivo y contaron cosas muy personales. Es increíble el amor que tenía por su mujer, lo cual habla mucho de él más allá del Quino que uno se imagina”, indicó Muñoz a Página 12, deteniéndose en la figura del autor. “Su obra tenía una fama y una trascendencia impactante, pero él era bastante reservado. ¿Se puede separar la obra del artista? Yo creo que no. Y él fue muy consecuente con eso”.
Releyendo Mafalda ha logrado una favorable acogida en las primeras críticas publicadas. “Dinámica y emotiva”, señaló Escribiendo Cine. “El resultado es un recorrido apasionante y que nunca oculta del amor de sus creadores y de quienes participan para con Mafalda”, planteó Otros Cines.
Micropsia valoró la inclusión de opiniones internacionales, aunque estimó que “no presenta exactamente lo que promete el título. No hay aquí una relectura ni nada parecido. Lo que se hace es contar su historia, entender su funcionamiento, enmarcar su existencia y el mundo en el que se insertaba”.
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