22 horas en bus por 5 millones: el insólito viaje de las “swifties” desde Buenos Aires para regresar a Chile
La inesperada suspensión del show de Taylor Swift el 10 de noviembre, por la perspectiva de una tormenta eléctrica, alteró de golpe los planes de muchas fans que viajaron solo por el día para ver a su ídola. Los alojamientos y vuelos subieron sus precios, lo que obligó a buscar soluciones. Así, sorteando las dificultades, unas fans chilenas lograron organizar un largo viaje en bus. Acá una crónica de un fin de semana que seguro no olvidarán.
La tarde del viernes 10 de noviembre sorprendió a la masiva concurrencia de “swifties” esperando la apertura de las puertas del estadio Monumental de River agendada a las 16.00. Pero no ocurrió. Un par de horas antes se había desatado un temporal de lluvia en Buenos Aires. La incertidumbre corrió entre las fans que había viajado especialmente para ver a Taylor Swift, quien no pasará por Chile con The Eras Tour. Pero cerca de las 17.00 horas, ya era definitivo. El show se suspendió ante la perspectiva de una tormenta eléctrica y se reagendó para el domingo 12 de noviembre.
El temporal en Buenos Aires ya había vuelto compleja la situación. Para las fans había sido todo un desafío encontrar movilización para el estadio Monumental de River. “En general fue como una película donde todo sale mal. Teníamos un punto de encuentro con mis amigas, pero tuvimos problemas con los colectivos, las micros como les llaman acá, porque pasaban llenas y no paraban”, comenta a Culto Daniela Carrasco, una fan chilena que tenía su ticket para ese día.
A duras penas logró llegar al estadio, mientras el temporal no amainaba. Finalmente cerca de las 17.00 se anunció la suspensión del show. Ahí vino la dificultad para tomar movilización de regreso. “Yo habré llegado de vuelta a las 19.30 donde me estaba quedando”, dice Daniela. Pero ahí surgió un nuevo problema ¿qué hacer? ella tenía en arriendo un Airbnb solo hasta la mañana del sábado. Pero con el cambio de show había que quedarse dos días más en Buenos Aires.
“Teníamos que tomar la decisión de quedarnos o irnos -explica Daniela-. Decidimos quedarnos, pero eso llevó gastar más del presupuesto que tenía, porque había que encontrar hospedaje y vuelo. Yo tenía vuelo para el sábado a las 10, cancelamos y pedimos la devolución de las tasas de embarque. No tuvimos respuesta hasta el otro día. Fue difícil porque de un minuto para otro los vuelos pasaron a costar un millón de pesos, no podíamos pagar eso. Además habían vuelos que eran muy largos, había uno que pasaba a Canadá y después se venía a Chile. Era demasiado”, apunta Daniela.
Desesperadas por encontrar un alojamiento, Daniela y sus amigas debieron salir a recorrer la ciudad para encontrar un alojamiento. “Al día siguiente recorrimos cerca de donde nos estábamos quedando y ahí nos dieron el dato de un hotel. Allí nos quedamos”.
La periodista Gabriela Mondaca tuvo que buscar alojamiento a la carrera. Había viajado solo para ir al show del viernes y debió alargar la estadía hasta el domingo. “Había my poca oferta de hospedaje y los que habían subieron mucho. A mí una noche en Airbnb me salía 20.000, pero con todo este casos del concierto comenzaron a subir a 100.000 y 200.000 incluso. En internet, en Booking estaba todo agotado. Empezamos a tocar puertas en hoteles del centro, ahí encontramos una pieza. En internet había gente que decía tengo un Airbnb con un sillón cama, ahí se fueron organizando”.
Luego hubo que resolver el regreso. “El viernes en la noche estaba todo colapsado, mucha gente empezó a cancelar y reprogramar vuelos -agrega Gabriela Mondaca-. Esa noche también se acabaron todos los vuelos a Mendoza, porque pensamos volar hasta ahí y de allí volver a Chile. Recién el sábado las aerolíneas comenzaron a ofrecer reprogramación de vuelos sin costo”.
Un bus para volver a Chile
En otro punto de la ciudad, otra swiftie chilena, Marisol Jara se encontraba en la misma situación. Junto a su hermana y grupo de amigas arribó a Buenos Aires ese viernes 10 a eso de las 2 de la madrugada, tras viajar en bus desde Chile. “Veníamos con una agencia que nos prometió cosas que nunca cumplió, entre esas que en caso extremo como cancelación de concierto, ellos devolverían parte del dinero”, cuenta a Culto.
Por ello, una vez entradas de la suspensión del show, quisieron contactar a la agencia en cuestión “pero no recibimos ninguna respuesta por parte de ellos, así que nos pusimos como locas a buscar alguna alternativa. Llegamos a un grupo en WhatsApp en donde muchas chicas y chicos estaban en situaciones parecidas”, agrega.
En ese grupo de WhatsApp, les dieron un dato. “Una de las niñas conocía a un señor, Pablo Ramos de una agencia de turismo que trabajaba organizando viajes a una de sus hermanas. Nos contactó con él y empezamos a organizar el posible viaje. Pero el dilema es que, por ser fin de semana no teníamos cómo obtener el permiso para que el bus viniera a buscarnos desde Chile a Buenos Aires. Así que la opción fue coordinar con una empresa argentina para que nos lleve a la frontera, y una vez pasando la frontera, nos recoge un bus que nos llevará hasta Santiago, Coquimbo y termina en La Serena. Con mi hermana somos profes, entonces se nos ocurrió tomar el liderazgo y empezar a hacer una lista para ver si era posible o no hacer el viaje de vuelta”
Así se comenzó a coordinar un bus de regreso. El presupuesto que les hicieron fue en equilvalente a 5.300.000 de pesos chilenos, por un bus para 56 pasajeros, lo que significó pagar un pasaje de más de 90.000 pesos por cabeza. “Todo lo coordinó Don Pablo. Me contactó con los choferes y así coordinamos puntos de encuentro”, detalla Marisol. Mientras, organizó un grupo de WhatsApp (le puso “Bus a chilito🇨🇱❤️🩹”) para reunir a los pasajeros. “En nuestra desesperación, a todos nos quedaba solo confiar en que todo saliera bien. La cosa es que resultó; juntamos a las 56 personas y reunimos el dinero. Todo lo organizamos entre viernes y sábado con mi hermana Gloria y una chica que conocimos en el aeropuerto que también venía con esta otra agencia y terminamos hospedándonos juntas”.
En el caso de Marisol, el alojamiento fue más fácil de solucionar. “Nosotras teníamos a una amiga en Argentina, ella nos dio alojo”.
Finalmente, las “swifties” pudieron ver a Taylor Swift el domingo por la tarde. “El estadio estaba llenísimo. Las fans estaban muy felices, se veían familias, muchas chicas chilenas, pero también de Perú, Ecuador, Colombia, Costa Rica, toda Latinaomérica. Había un animo de que todo había valido la pena, mucha gente cantando canciones de Taylor en las calles”, cuenta Gabriela Mondaca.
Tras terminar el concierto, pasada la medianoche, las fans se reunieron en el terminal de buses. Finalmente lo habían conseguido y la máquina salió desde la capital federal pasadas las 2 de la madrugada para el largo viaje de más de 20 horas. A eso de las 10 de la mañana de este lunes 13 ya estaban a un par de horas de la frontera. Todo había valido la pena.
“Diría que es la experiencia mas loca que he vivido -apunta Marisol-. Vine a disfrutar de un concierto que esperé por 14 años y terminé peleando con la gente del primer bus que nos respondió muy mal y organizando un viaje de vuelta en prácticamente un día. Pero la gente en argentina es demasiado amable. Y el concierto estuvo genial y maravilloso”.
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